DE LA MEMORIA HISTÓRICA PROTESTANTE

Salvador Iñíguez Martelo, en el 75º aniversario de su asesinato en Granada

( 5 Votos )
a / A
Larger Font Smaller Font
aev0231
Salvador Íñiguez Martelo

(GABINO FERNÁNDEZ CAMPOS, 08/09/2011)  Según la certificación del Juez Municipal y Secretario, del Distrito del Campillo en Granada, hace 75 años que, “D. Salvador Íñiguez Martelo, de 39 años de edad, natural de Cádiz, domiciliado en Granada, de profesión Pastor Evangélico, de estado casado y deja seis hijos, falleció en la demarcación de este Distrito el día cuatro del actual a las cinco treinta minutos a consecuencia de disparos por arma de fuego, según resulta de la orden recibida y su cadáver recibió sepultura en el Cementerio de esta capital”.

El protagonista de nuestra presente colaboración, nació el mes de abril del año 1897, en Cádiz.

Luego, en 1913, lo encontramos estudiando con los jesuitas en Granada, hasta el año 1918. “Lo que está claro”, afirma su nieta Julia, “es que queda totalmente defraudado y su salida no es fácil”. De esta nueva etapa, sin que podamos precisar el orden, conocemos tres hechos vitales en Salvador Íñiguez. Escribe en prosa y verso, en el diario EL LIBERAL, Cádiz, se casa y acepta la Reforma.

Desde 1929 a 1934, ministró como Pastor de la Iglesia Evangélica Española (IEE), en Extremadura. Residía en Santa Amalia (Badajoz), pero también predicó en Miajadas e Ibahernando, de la provincia de Cáceres.

Al proclamarse la Segunda República y con ello, la libertad de cultos, que tanto facilitó la expresión pública, oral y escrita las Iglesias Evangélicas, retomó la pluma y escribió “Por tierras extremeñas” y “La Verdad te hará libre”.

aev0231-2

Inñíguez Martelo en Granada, en 1934

El primero de ellos, es la crónica de varios actos de propaganda evangélica, fuera de sus templos y a veces acompañado al piano por su esposa, en Santa Amalia, Miajadas, Ibahernando, Escorial, Robledillo, Herguijuela y La Conquista. Y se publicó el año 1931 en varios números “España Evangélica”, semanario protestante madrileño.

Le damos la palabra, que podáis leer un fragmento:

“Aquí, en Ibahernando, mi querido lec­tor, han ocurrido, como ves, cosas fantás­ticas al calor de la sotana sobremesa de sacristía. Pero sigúeme leyendo y verás cosas sabrosas que, como pasadas, resul­tan de solaz y de enseñanza. Hace unos años, en visita llamada pas­toral, vino un obispo acompañado de su secretario, hoy deán de Toledo, Polo Benito. En comitiva teatral y aparatosa, como la que emplean para todos sus actos, que hacen recordar con ellos las fantocherías y molicie de los sultanes de la Arabia, pasaron por delante de nuestra Casa Mi­sión echando vivas al obispo y mueras a los protestantes.

Pero como vive el que tiene que vivir y muere el que tiene que morir, al día si­guiente, lector amigo, es atacado el obis­po de súbita enfermedad, y que quiera que no, tuvieron que pasarlo muerto por delante de los protestantes vivos. Aquel día no hubo vivas y mueras, sino la rea­lidad de los hechos vivos. Parece un cuen­to o unas líneas arrancadas a una novela, pero el hecho es rigurosamente histórico.

En otra ocasión, una familia protestan­te se hizo católica. Los cogieron, armaron con ellos la bulla y campanazo corres­pondiente. Vino expresamente Polo Benito, hubo fiesta especial en la Iglesia del pueblo, repique de campanas, trajes de luces, pro­cesión, abjuración solemne, los rebautiza­ron, sermones, discursos, vino, dulces, en fin, que nunca en el pueblo hubo teatro tan complicado y bonito.

Pero se terminó la función, el tiempo bajó el telón y como siempre se cumplió lo del refrán: «Si te he visto no me acuer­do». ¿Qué quedó, caro lector, de todo aquello? Una bolsa vacía y rota, un cora­zón deshecho y una inteligencia inquieta, prendida, a la vista de todos, en las zar­zas de las realidades de la vida.

En este pueblo, los labradores cristia­nos protestantes no podían respirar. El cura, con su famosa Caja de Ahorros, los estrechaba y perseguía, en vez de poner cura y alivio a la miseria y aprieto de los despedazados por la miseria y el dolor aliviándolos y socorriéndolos en sus apu­ros, fuese cual fuese el modo de pensar religioso de los desheredados de la fortu­na. El cura de Ibahernando es preciso que sepa que la verdadera caridad debe pre­guntar solamente ¿qué necesitas?; pero nunca ¿piensas como yo?

Ya lo dijo Cristo: el amar a los amigos lo hacen hasta los fariseos; el mérito del cristiano está en socorrer y amar a nues­tros enemigos".

El otro, publicado en Cáceres el año 1933, es un folleto de 15 páginas, dirigido a los “Ciudadanos y amigos de Miajadas”, firmado también por el Pastor Evangélico Salvador Iñiguez Martelo, y se titulaba “La Verdad te hará libre”. Y se iniciaba as:

“Ciudadanos y amigos de Miajadas: Perfectamente sabéis y por todos vosotros es bien conocida la la­bor que sobre este querido pueblo vengo desarrollando, para avivar vuestros corazones y despertar vuestras inteligencias, del temor e ig­norancia en que tenía sumido al ciudadano español, una monarquía absolutista y clerical.

Mi actuación no es un secreto para nadie. Por calles y plazas pú­blicas he dejado oir mi voz, y a las multitudes que hasta aquí han si­do perseguidas y humilladas se les puede preguntar por mí, que ellas pueden dar testimonio mío.

A ellos me acerqué para decirles que tuviesen paciencia y resig­nación en las penas, pero Esperanza ardiente para luchar sin des­canso, por las mejoras y consuelos a que los hijos del dolor son siem­pre acreedores.

Nunca he aconsejado una resignación pasiva y ciega, porque sé que mata al desgraciado, y mientras tanto, da vida y satisfacción al granuja, dando lugar a que el vivir de los hombres, ruede con dema­siadas penas para unos y demasiadas risas para otros.

He aconsejado, sí, una paciencia y resignación noble y viril, pero alumbrada por el sol de una Esperanza sin límites, que con la espa­da de la fe, y el escudo de la razón, se rompa sin piedad todo lo an­tiguo que cegaba y maniataba, y se lancen los trabajadores a la con­quista de las nuevas libertades y de las nuevas normas de Derecho.

Vayamos buscando la verdad y la Justicia y el triunfo será nuestro.

Dos años llevo ya aquí con vosotros, rompiendo lanzas contra el fantasma del pasado, que ya ni sombra va teniendo, debido al fuerte despertar del pueblo ”.

En enero del año 1934, pasó a ser el Pastor de la congregación de la Iglesia Evangélica Española en Granada. Donde, Salvador Iñiguez, y como resume el historiador holandés Klaus van der Grijp, “continuó la preocupación por la política que ya había manifestado en Extremadura. Apenas instalado en Granada, le vemos en el vecino pueblo de Asquerosa profiriendo una «conferencia religioso-cultural » contra el capitalismo y contra la propiedad privada, «probando todo esto por sentencias de los antiguos Padres de la Iglesia y por el Evangelio». Y allí estaba al iniciarse la Guerra Civil, tiempo en el que “en las zonas ocupadas por los sublevados los protestantes eran gravemente perseguidos”.

En contra de lo que se anunció en el BOLETÍN DE INFORMACIÓN RELIGIOSA, desde Cataluña, su esposa y seis hijos no fueron fusilados. Y bien lo puede afirmar, Julia, una de sus nietas que me pasó valiosísima información y la foto que ilustra esta colaboración.

Le paso la palabra a tan directa informadora:

“Para mi abuela y sus hijos fue una pérdida irreparable. Mi madre aún lloraba cuando recordaba momentos con su padre, Pero nunca nos transmitieron odio. Sí el horror de una guerra civil, que, como mi madre decía: “que no tengáis que vivir nunca”.

También se ha ocupado del caso el periodista granadino Eduardo Molina Fajardo (Granada, 1914-1979), en su libro sobre la Guerra Civil en Granada. Donde da los nombres de quienes fueron fusilados como él. El 4 de septiembre del 1936, fueron cuarenta los asesinados.

"Ese día", nos sigue narrando Julia, “cuando fue mi abuela a la prisión a verlo (como todos los días), le dijeron que se lo habían llevado a Viznar". Entre las pertenencias que fueron devueltas a su esposa, se encontraba el Nuevo Testamento y,dentro, escrito a mano, una dedicatoria para su hijo primogénito y un pensamiento:

“Es inútil refugiarse en la ilusión de que existen épocas y mares definitivamente serenos en todos los instantes. Siempre están preparados el horror de sus truenos y la insuperable violencia destructora de sus remolinos y huracanes. Navegar es como vivir, y cvivir así es mantenerse firme sobre las aguas bravas y espumosas olas. Adelante pues.".

Para los que desean saber más de su vida y obra, pueden leer:

 

APUNTES EN EL CENTENARIO DE LA IGLESIA EVANGÉLICA DE IBAHERNANDO

Gabino Fernández Campos (pp. 409-543) de IBAHERNANDO. Historia, Imágenes y Costumbres.

VV. AA. Asociación Cultural Ibahernando Cáceres, 2010.

 

RESUMEN DE HISTORIA DEL PROTESTANTISMO EN ESPAÑA ( Siglos XIX y XX )

Klaus vander Grijp

Kiev, Ucrania, 2008

(EN PRENSA)

Gabino FERNÁNDEZ CAMPOS
Director del Centro de Estudios de la Reforma y Coordinador de Ágape.

© 2011. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.

Otros Artículos de Gabino Fernández