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Las cesiones del Gobierno

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El Ejecutivo ha abandonado la idea de regular la eutanasia o la ley de libertad religiosa - Ha aumentado la asignaci贸n de la Iglesia a cuenta del IRPF

Papa_Sciammarella

El Papa por Sciammarella- SCIAMMARELLA

JUAN G. BEDOYA - Santander - 14/08/2011 | El PSOE hizo una solemne promesa en la campa帽a electoral de 2004: legalizar铆a la eutanasia si ganaba las elecciones. Casi ocho a帽os despu茅s no ha cumplido. El proyecto que ha presentado en el Congreso, sin tiempo ya para ser aprobado, evita el t茅rmino eutanasia, una hermosa palabra derivada del griego eu (bueno) y tanatos (muerte).

Cuando el entonces vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo P茅rez Rubalcaba, anunci贸 la ley ya dijo que iba a llamarse "de cuidados paliativos y muerte digna". "No es una ley de eutanasia", precis贸. Efectivamente, el Gobierno se ha conformado con una norma que garantice el cumplimiento de la legislaci贸n sobre cuidados paliativos, 煤ltimas voluntades o de testamento vital, que as铆 se llaman las muchas normas aprobadas en la 煤ltima d茅cada.

Hay pocas dudas de que el Ejecutivo renunci贸 a legalizar la eutanasia, con este nombre, por presiones de los obispos y para no enfadar al Vaticano. Pese a todo, se justific贸 diciendo que la sociedad a煤n no est谩 madura. "Quienes no est谩n maduros son los pol铆ticos", replic贸 uno de los fundadores de Derecho a Morir Dignamente (DMD), el fil贸sofo Salvador P谩niker.

Por encima del 60% de los espa帽oles querr铆a despenalizar la eutanasia, un porcentaje que se eleva al 62,2% entre los j贸venes, seg煤n del Centro de Investigaciones Sociol贸gicas (CIS).

Recientes estudios de DMD sit煤an esos porcentajes en el 77%.

Pero si el Gobierno incumpli贸 tan solemne promesa para contentar a los obispos, no lo ha conseguido. Todo lo contrario. Nada m谩s conocerse el proyecto del Consejo de Ministros, el cardenal Rouco opin贸 que no era una ley de eutanasia, pero pronto le rectific贸 el comit茅 ejecutivo del episcopado. "Es un texto que abre la puerta a conductas eutan谩sicas. De aprobarse como est谩, no debe obedecerse", dijo el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Mart铆nez Camino.

"A los obispos les das un pedazo y lo quieren entero", coment贸 entonces la asociaci贸n Europa Laica parafraseando un verso del poeta F茅lix Grande. Se refer铆a a otro caso en el que el Vaticano ha torcido el brazo del Ejecutivo socialista. Se trata de la varias veces prometida reforma de la Ley Org谩nica de Libertad Religiosa, de 1980. El Gobierno tiene en el caj贸n un proyecto con el nombre ahora de Ley Org谩nica de Libertad de Conciencia y Religiosa. Lo ha congelado con el argumento de que "no hay consenso social ni pol铆tico". Lo dijo Rodr铆guez Zapatero en el Congreso en noviembre pasado. La reforma ten铆a como objetivo "garantizar el laicismo del Estado" y resolver situaciones embarazosas que no paran de producirse, como funerales de Estado cat贸licos incluso cuando hay v铆ctimas de otras religiones, la presencia de un crucifijo en las tomas de posesi贸n ante el Rey aunque quien prometa el cargo sea ateo, protestante o musulm谩n, la presencia de s铆mbolos religiosos en centros p煤blicos, etc茅tera. "La reforma es conveniente, pero no urgente", se disculp贸 Zapatero. Su orden de paralizarla se produjo tras entrevistarse con Benedicto XVI.

Zapatero ha buscado siempre una "relaci贸n fluida" con el Vaticano. Se lo explic贸 a Benedicto XVI en Barcelona, en noviembre pasado. Espa帽a, un Estado aconfesional, reconoce el peso de la Iglesia, "pero garantiza la libertad de todos". Le ha podido su objetivo de tranquilizar las relaciones con el Estado de la Santa Sede en el 煤ltimo tramo de la legislatura.

Antes, los encontronazos fueron frecuentes, sobre todo por la reforma de la ley de divorcio (el llamado divorcio express); la legalizaci贸n del matrimonio entre homosexuales ("lo peor que le ha ocurrido a la Iglesia cat贸lica en 2000 a帽os", seg煤n la Conferencia Episcopal), la experimentaci贸n con embriones, la asignatura de Educaci贸n para la Ciudadan铆a o la reforma de la ley del aborto de 1985, ahora con el nombre de Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupci贸n Voluntaria del Embarazo. Contra algunas de estas leyes salieron a la calle en manifestaci贸n cardenales y obispos.

Todo esto ha ocurrido pese a que ning煤n Gobierno anterior les ha tratado con mayor generosidad econ贸mica. Ha sido Zapatero quien ha cedido a uno de los mayores anhelos del episcopado: la cancelaci贸n por el Estado de su promesa de llegar un d铆a a autofinanciarse.

En 2007, el Ministerio de Exteriores y el Estado vaticano canjearon notas diplom谩ticas acordando, de espaldas al Congreso, un nuevo acuerdo de financiaci贸n para la Iglesia cat贸lica que elimin贸 la dotaci贸n graciosa del Estado pero elev贸 un 34% la asignaci贸n de los cat贸licos mediante su IRPF, pasando el porcentaje del 0,52% de la cuota al 0,70%.

El acuerdo, criticado por fuerzas laicas de izquierdas, incluso del PSOE, ha reportado a los prelados casi 250 millones de euros, correspondientes al IRPF de 2010. No es que los cat贸licos paguen m谩s impuestos que otros creyentes o que los ateos para contribuir al sostenimiento de su confesi贸n, como ocurre, por ejemplo, en Alemania. Sencillamente, el Gobierno cancel贸 para siempre la idea del impuesto religioso, con gran regocijo del episcopado. Los Gobiernos anteriores, alguno presidido por cat贸licos confesos, se hab铆an negado.

Fuente: EL PA脥S / JUAN G. BEDOYA