POR HAROLD SEGURA (Lupa Protestante)
EfraÃn RÃos Montt: régimen de Biblia y metralleta
El ex dictador EfraÃn RÃos Montt, condenado a 80 años de prisión por crÃmenes de lesa humanidad |
(Lupa Protestante, 13/05/2013) EfraÃn RÃos Montt, hoy general retirado del Ejército Guatemalteco, fue presidente de su paÃs entre los años 1982 y 1983.
—¿Tan poco tiempo?, le pregunté hace pocos dÃas a un taxista en Ciudad de Guatemala.
Yo no recordaba bien cuánto tiempo habÃa estado como presidente de facto, aunque nunca olvidé que en su gobierno se crearon las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) y se perpetraron los peores crÃmenes y actos de violencia. Poco tiempo bastó para tantas muertes (la eficiencia del mal).
Su régimen ejecutó la llamada polÃtica de tierra arrasada sobre poblaciones indÃgenas a las que acusaba de apoyar a la guerrilla. Un informe de la ONU de 1999 —presentado por la FiscalÃa en el proceso contra RÃos Montt— documenta masacres en 500 aldeas, lo que clasifica como «genocidio», y señala que entre 1978 y 1984 ocurrió el 91% de las violaciones de derechos humanos de la guerra (1960-1996), que dejó un total de 200 mil muertos y desaparecidos.
Desde 1978, RÃos Montt perteneció a la Iglesia Verbo, filial de la organización evangélica Gospel Outreach en Guatemala; no solo era un miembro de esa comunidad sino que se le reconocÃa como Anciano Gobernante, lo que en otras comunidades equivale a un rango pastoral o de liderazgo.
Fue el primer presidente evangélico en América Latina lo que llenó de orgullo a este movimiento y fomentó su candoroso triunfalismo. En muchas de sus presentaciones televisivas (Discursos del Domingo) aparecÃa con su traje militar verde exponiendo mensajes moralistas en los que interpretaba la Biblia a su manera, al mismo tiempo que en su paÃs se violaban los derechos humanos. En una de sus exposiciones dominicales afirmó que el buen cristiano se desenvolvÃa «con la Biblia y la metralleta». El 30 de junio de 1982, por ejemplo, amenazó a sus opositores diciendo:
Óigame bien, guatemalteco, vamos a combatir la subversión por los medios que quieran… totalmente justos, a la vez con energÃa y rigor…Estamos dispuestos a cambiar Guatemala, estamos dispuestos a que reine la honestidad y la justicia, paz y respeto para aquellos que son pacÃficos y respetan la ley: prisión y muerte para aquellos que siembran el crimen y la violencia, delitos de traición...
En una de sus exposiciones dominicales afirmó que el buen cristiano se desenvolvÃa «con la Biblia y la metralleta»
RÃos Montt, después de salir de la presidencia, fundó el Frente Republicano Guatemalteco que condujo a la Presidencia a Alfonso Portillo (2000-2004). Con este partido mantuvo gran parte del control polÃtico del Congreso de la República durante varios años y protagonizó muchos de los escándalos de corrupción de esos mismos años. Las continuas denuncias hicieron que el liderazgo de su iglesia le retirara su apoyo institucional, que perdiera popularidad dentro de los fieles y que, según escuché hace varios años, también le retiraran la licencia como Anciano Gobernante.
¡Cuánto me gustarÃa decir que el exdictador RÃos Montt no es evangélico!… pero lo es, aunque ya no asista a las celebraciones litúrgicas de su iglesia y aunque no tenga la acreditación como lÃder. Es evangélico, como lo son millones que en América Latina y en el mundo creen con firmeza en la eficacia de la Biblia y la violencia (violencia con la excusa del orden), de la iglesia y la intolerancia, de la fe y el fanatismo. Que no todos creamos asà (yo soy un pastor evangélico, por si surgen dudas) no niega que la mayorÃa sà lo haga.
RÃos Montt, otrora esperanza del movimiento evangélico latinoamericano conservador, hoy es su vergüenza: esta semana fue condenado a 80 años de prisión, acusado de genocidio y otros crÃmenes.
Fuente: Lupa Protestante / Autor: Harold Segura*
Nota de Redacción: Las opiniones de los autores son estrÃctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la lÃnea editorial de Actualidad Evangélica.
* Harold Segura C., pastor y teólogo colombiano, Director de Relaciones Eclesiásticas de World Vision International. Reside en San José, Costa Rica.