OPINAN OTROS / FERN脕NDO L脫PEZ LUENGOS, PROFESOR

Pin parental: 驴derecho o estrategia?

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Como profesores debemos exigir a las autoridades y a los pol铆ticos de un signo y del otro que dejen en paz el sistema educativo. Que no se metan con los ni帽os pues con quien mejor est谩n es con sus padres: con las personas que los aman.

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(FERNANDO L脫PEZ LUENGOS, 30/01/2020) El 28 de enero de 2009 el pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo logr贸 un acuerdo para redactar dos sentencias que terminar铆an con varios a帽os de reacci贸n ciudadana frente a la asignatura Educaci贸n para la Ciudadan铆a.

Casi 2.000 procesos judiciales se hab铆an abierto esos a帽os, de los cuales el 75% daban la raz贸n a los padres. Las sentencias del TS redactadas el 11 de febrero dejaron zanjada la cuesti贸n rechazando la objeci贸n de conciencia en los casos presentados. Fue una decisi贸n dif铆cil que enfrent贸 a los magistrados. Hubo 10 votos particulares de un total de 29 miembros de la sala. La redacci贸n de la misma muestra la dificultad del caso pues parece intentar contentar a las dos partes. Por un lado, rechaza la objeci贸n de conciencia como cauce para que los padres defiendan la educaci贸n moral que desean para sus hijos (derecho protegido por el art. 27.3 de la CE); pero por otro lado expone con contundencia los l铆mites en los que debe plantearse la educaci贸n por parte del Estado:

芦las asignaturas que el Estado, en su irrenunciable funci贸n de programaci贸n de la ense帽anza, califica como obligatorias no deben ser pretexto para tratar de persuadir a los alumnos sobre ideas y doctrinas que 鈥搃ndependientemente de que est茅n mejor o peor argumentadas鈥 reflejan tomas de posici贸n sobre problemas sobre los que no existe un generalizado consenso moral en la sociedad espa帽ola. En una sociedad democr谩tica, no debe ser la Administraci贸n educativa -ni tampoco los centros docentes, ni los concretos profesores- quien se erija en 谩rbitro de las cuestiones morales controvertidas禄 (Fundamento de derecho 15潞, Sentencia del TS de 11 de febrero de 2009).

驴Por qu茅, entonces, estalla diez a帽os despu茅s la pol茅mica con el llamado Pin parental? No es una novedad que los padres firmemos una autorizaci贸n para permitir que el centro lleve a nuestros hijos a visitar un museo o hacer una excursi贸n. Tampoco es una novedad que un padre tenga el derecho de solicitar la programaci贸n al centro. Para eso la elaboramos cada departamento a principio de curso. 驴Por qu茅 se cuestiona ahora que un padre pueda solicitar por escrito esta informaci贸n condicionando la asistencia de su hijo?

El Estado y su sistema educativo solo est谩 legitimado para transmitir en la escuela los valores que emanan directamente de nuestra Constituci贸n y los que est谩n pac铆ficamente admitidos en la sociedad sin controversia. 芦Por el contrario, ser谩 exigible una posici贸n de neutralidad por parte del poder p煤blico cuando se est茅 ante valores distintos de los anteriores禄 (Fundamento de derecho 6潞, 铆dem.). Y, al mismo tiempo insta a los padres a acudir a los tribunales cuando detecten transgresiones en la exigida neutralidad ideol贸gica del sistema educativo.

En respuesta a esta propuesta del TS los abogados de Educaci贸n y Persona, en marzo de 2009, redactaron el Modelo de Consentimiento Informado como herramienta jur铆dica para proteger los derechos reforzados por el TS. Este modelo fue secundado por otras asociaciones como la Federaci贸n Espa帽a Educa en Libertad, el Foro Espa帽ol de la Familia y CONCAPA. En la Gu铆a para Educar en Libertad nuestra asociaci贸n recomienda siempre un encuentro amigable con los profesores cuando aparezcan cuestiones controvertidas ideol贸gicamente. 驴Por qu茅, entonces, estalla diez a帽os despu茅s la pol茅mica con el llamado Pin parental? No es una novedad que los padres firmemos una autorizaci贸n para permitir que el centro lleve a nuestros hijos a visitar un museo o hacer una excursi贸n. Tampoco es una novedad que un padre tenga el derecho de solicitar la programaci贸n al centro. Para eso la elaboramos cada departamento a principio de curso. 驴Por qu茅 se cuestiona ahora que un padre pueda solicitar por escrito esta informaci贸n condicionando la asistencia de su hijo?

La cuesti贸n ser谩 m谩s f谩cil de comprender si tenemos en cuenta la irrupci贸n de intereses pol铆ticos de uno y otro signo. La reciente declaraci贸n de la Sra. Ministra 芦no podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres禄 parece una frase rid铆cula, pues un padre no tiene conciencia de su hijo como si este fuera objeto de su propiedad. Pero es algo m谩s que una frase rid铆cula. Es una expresi贸n que ha logrado desviar la atenci贸n de otros problemas pol铆ticos en los que muchos de sus votantes se sienten traicionados. Esta contrariedad es superada ofreci茅ndoles un se帽uelo para que vuelven a sentir unanimidad alimentando su visceralidad: el enemigo com煤n VOX y su pin parental. Sin embargo, VOX solo empez贸 a utilizarlo en 2016 bautiz谩ndolo con el desafortunado nombre de 芦Pin parental禄. Este nombre connota control sobre un objeto, y tiene el riesgo de presentarse como herramienta pol铆tica para la confrontaci贸n, algo muy diferente a lo que hab铆amos ideado sus creadores. Tampoco contribuye al debate social iniciativas como el autob煤s de Hazte O铆r. Del mismo modo que se puede cuestionar el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General argumentando que la Justicia no solo ha de ser justa sino, adem谩s, parecerlo, as铆 mismo se puede objetar a la campa帽a del autob煤s de Hazte O铆r que no solo deben respetar a las personas del colectivo LGTBI sino parecerlo.

Sin embargo, el peligro de la utilizaci贸n pol铆tica del pin parental no restringe la validez de su fundamento legal. El derecho de los padres a educar a sus hijos en sus propias convicciones morales est谩 protegido por la Constituci贸n, por los tratados internacionales y por la jurisprudencia del TS.

VOX solo empez贸 a utilizarlo en 2016 bautiz谩ndolo con el desafortunado nombre de 芦Pin parental禄. Este nombre connota control sobre un objeto, y tiene el riesgo de presentarse como herramienta pol铆tica para la confrontaci贸n, algo muy diferente a lo que hab铆amos ideado sus creadores. Tampoco contribuye al debate social iniciativas como el autob煤s de Hazte O铆r.

No son los padres los que deben colaborar con el Estado en la educaci贸n de sus hijos sino, exactamente al rev茅s. La comentada frase de la Sra. Cela谩 es un mensaje que pretende preparar el camino para una reforma educativa que se perfila con una carga ideol贸gica m谩s fuerte que la de Educaci贸n para la Ciudadan铆a. Por eso, la campa帽a de descr茅dito del pin parental ha sido inmediatamente secundada por los grupos afines al gobierno. Sindicatos y asociaciones de padres condenan el Pin parental, pero parecen olvidar que en su momento propusieron medidas similares y a煤n m谩s dr谩sticas frente a la LOCE. La Confederaci贸n Espa帽ola de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) inici贸 una campa帽a para alentar a los padres a que sus hijos no entraran en clase de la asignatura espejo de la clase de religi贸n 芦tienen toda la legitimidad y el derecho constitucional de su lado禄 (Declaraci贸n de CEAPA, Madrid 20 de abril de 2003). Los mismos que ahora consideran ileg铆timo el pin parental animaban antes a un boicot para que otros padres (!) 鈥搎ue son la mayor铆a鈥 no puedan dar a sus hijos lo que consideran una formaci贸n integral.

La argumentaci贸n del gobierno y de sus asociaciones afines reivindica el derecho del menor a recibir una educaci贸n en igualdad, tolerancia y respeto -valores que emanan de la Constituci贸n鈥. Sin embargo, la cuesti贸n no es si es leg铆timo transmitir esos valores, sino desde qu茅 modelo antropol贸gico y 茅tico se presentan. Y es aqu铆 donde est谩 el conflicto.

La vivencia de la sexualidad, as铆 como la percepci贸n de la propia identidad se pueden regir por doctrinas 茅ticas y psicol贸gicas muy diversas.

Pueden vivirse en subordinaci贸n a la dimensi贸n racional del hombre como en la 茅tica aristot茅lica; o incluso pueden plantearse con recelo, como en el estoicismo o el puritanismo. Pueden vivirse en subordinaci贸n al amor garantizado con un compromiso, como en el cristianismo. Pueden vivirse tambi茅n como experiencia meramente l煤dica, hedonista (como en la campa帽a de los 90 禄 p贸ntelo p贸nselo禄) e incluso con una tendencia al consumo compulsivo y promiscuo como en determinados colectivos. Todas estas perspectivas son leg铆timas en una sociedad plural. Pero ninguna de ellas puede ser ofrecida en el sistema educativo p煤blico sin el consentimiento de los padres. Ni siquiera el enfoque de la comunidad LGTBI. Ni siquiera, tampoco, amparados en el injusto trato discriminatorio sufrido por ellos en el pasado y tambi茅n ahora. Pues lo que hace digno de respeto y de aprecio a una persona no son sus gustos o preferencias afectivas o sexuales. Sino su condici贸n de persona. Y el respeto a esta dignidad, y no otra cosa, es lo que propone la Constituci贸n. Y es, consecuentemente lo 煤nico que puede transmitir el sistema educativo. Frases como 芦Curiosidad ante el sexo anal: divisi贸n entre quienes desean penetrar y quienes desean ser penetrados禄. 芦La promiscuidad no tiene por qu茅 tener connotaciones peyorativas, s贸lo est谩n realizando sus deseos禄 rebasan los l铆mites de la neutralidad ideol贸gica a que est谩 obligado el sistema educativo p煤blico y son frases sacadas de las gu铆as que utiliza el colectivo COGAM para dar charlas en centros escolares. Y lo mismo debe decirse de buena parte de los textos del programa Skolae del gobierno de Navarra, por ejemplo: 芦ense帽ar la satisfacci贸n y disfrute sexual en solitario禄, 芦la escuela debe impulsar una educaci贸n afectivo-sexual basada en la atracci贸n禄.

Otro tanto cabe decir del modo de transmitir el feminismo o la educaci贸n en igualdad. El gobierno promociona una educaci贸n en igualdad, pero solo se transmite la doctrina feminista de una ideolog铆a. Es el mismo feminismo, por ejemplo, de la directora del instituto de la mujer, Beatriz Gimeno. Un feminismo que considera la heterosexualidad como la principal amenaza de las mujeres, que propone el lesbianismo como el mejor modo de afectividad femenina, o que propone la penetraci贸n anal de los varones para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres. Un feminismo, llamado Feminismo de la igualdad o de g茅nero, que considera la relaci贸n hombre-mujer solo desde una dial茅ctica opresora y considera a todo hombre como un potencial violador. En este modelo feminista, el g茅nero es entendiendo como una creaci贸n exclusivamente cultural y condena cualquier diferenciaci贸n hombre-mujer como fuente de violencia. El feminismo de la diferencia (Victoria Send贸n, Roxana Kreimer), en cambio, reivindica diferencias naturales entre el hombre y la mujer y nos las considera fuente de violencia ni injusticia.

Los grupos afines al gobierno gritan que todos los menores tienen derecho a ser educados en el respeto a la diversidad y en la igualdad, pero estos valores son transmitidos desde una perspectiva ideol贸gica que intenta imponerse como la 煤nica v谩lida. El gobierno decide qu茅 feminismo es el correcto, qu茅 modo de entender la sexualidad es correcta y qu茅 forma de sentir la propia identidad es la correcta.

Como profesores debemos exigir a las autoridades y a los pol铆ticos de un signo y del otro que dejen en paz el sistema educativo. Que no se metan con los ni帽os pues con quien mejor est谩n es con sus padres: con las personas que los aman. La cuesti贸n no es la confrontaci贸n dial茅ctica Familia-Escuela, sino la colaboraci贸n mutua sin olvidar que son los padres quienes tienen la prioridad en la educaci贸n de sus hijos.

Autor: Fernando L贸pez Luengos

N.d.R.: Este art铆culo fue publicado en InfoCatolica.com el 30/01/2020. Su autor, Fernando L贸pez Luengos, es profesor de Bachillerato en la Ense帽anza p煤blica y presidente de la Asociaci贸n de Profesores Educaci贸n y Persona. Lo publicamos por considerarlo una voz acreditada, interesante para ser le铆da y reflexionada, sin que sus opiniones representen necesariamente las de Actualidad Evang茅lica ni su l铆nea editorial.