EL RINC脫N DE WALTER*

Jeric贸 y Elizabeth Taylor en la memoria.

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La Cleopatra de Hollywood. Elisabeth Taylor inmortaliz贸 a la c茅lebre reina egipcia para la gran pantalla

(Walter Wasercier, 07/11/2018)聽Aunque en mi trabajo como gu铆a oficial visit茅 casi semanalmente la ciudad de Jeric贸, recuerdo con cari帽o聽la primera vez que visit茅 este oasis en el a帽o 1971 de la mano del primer gu铆a que tuve en Israel cuyo nombre era Hanoch y que por aquel entonces estudiaba arqueolog铆a en la Universidad de Tel Aviv.

脡ramos un grupo de voluntarios residiendo en un kibutz del centro del pa铆s quienes recib铆amos a cambio de nuestra labor en los campos, viajes guiados por el pa铆s, un curso de hebreo para principiantes y por supuesto techo y comida.

Recuerdo que cuando se nos anunci贸 que el siguiente viaje ser铆a a Jeric贸, vinieron a mi mente muchos de los episodios b铆blicos que recordaba de mis lecturas de la Biblia junto con alguna informaci贸n puntual y aislada sobre la que era considerada la ciudad m谩s antigua del mundo. 聽

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Jeric贸

Previo a nuestro viaje, Hanoch se encarg贸 de situarnos geogr谩ficamente. As铆 nos coment贸 que Jeric贸, cuyo nombre posiblemente descienda de la palabra hebrea Yereh o Yareha, es decir luna, tambi茅n era conocida con el nombre de ciudad de las Palmeras (Deuteronomio 34: 3). Que estaba ubicada a 8 kil贸metros al este del r铆o Jord谩n, 12 kil贸metros del Mar Muerto, 25 kil贸metros de Jerusal茅n y situada a una altura de 250 metros por debajo del nivel del mar.

Tambi茅n de manera cronol贸gica nos habl贸 sobre los personajes y eventos recogidos en el Antiguo Testamento en los que figuraba la ciudad de Jeric贸 y as铆 recordamos a El铆as el profeta, a los hijos de los profetas quienes residieron en dicha ciudad y por supuesto a Eliseo, quien seg煤n la tradici贸n sane贸 la fuente de agua dulce que hasta hoy en d铆a riega los huertos de la moderna Jeric贸.

Destac贸, como no pod铆a ser de otra manera, el episodio narrado en Josu茅 6, cuando la ciudad es visitada por esp铆as y posteriormente tomada por Josu茅 con la singular ayuda de los precursores de la secci贸n de viento de la Orquesta Sinf贸nica de Israel鈥

Con esta informaci贸n b谩sica partimos v铆a el desierto de Judea hacia Jeric贸.

Tengo que confesar que me llev茅 una gran sorpresa y, aunque la imagen que ten铆a de la palabra oasis no cuadraba totalmente con lo que ve铆an mis ojos, me di cuenta r谩pidamente de que s铆 lo era y de que las palmeras que secundaban nuestra entrada a la ciudad eran desde luego espectaculares.

Debo admitir sin embargo, que los restos de las excavaciones arqueol贸gicas de la antigua ciudad -el imponente monasterio de Las Tentaciones tallado en la roca frente al TEL EL SULTAN e incluso la propia vista del oasis desde lo alto del TEL- no me impresionaron tanto como lo hizo la historia de Herodes el Grande y Cleopatra o, mejor dicho, la singular disputa que el rey Herodes el Grande tuvo con Cleopatra a causa de Jeric贸.

Mis conocimientos de la reina egipcia eran b谩sicos y desde luego muy influidos por Hollywood.聽Era sabida su inteligencia y su reinado, ejercido desde Alejandr铆a sobre unos vastos territorios como 煤ltima reina de la dinast铆a de los Ptolomeos.

Las pel铆culas de Hollywood me a帽adieron su especial铆sima relaci贸n con Marco Antonio y, aunque Elisabeth Taylor hizo un trabajo estupendo, no lograba intuir los motivos verdaderos y esenciales por los cuales la reina, seg煤n Hanoch, se encaprich贸 y de tal manera con Jeric贸. La explicaci贸n vino de inmediato.

Para empezar, el bet煤n del Mar Muerto utilizado como material de protecci贸n para los barcos era motivo econ贸mico y poderoso.聽Para continuar, Cleopatra, tan amante del lujo y la buena vida, no pod铆a renunciar al vino que se extra铆a de los d谩tiles locales.聽Pero el verdadero y ulterior motivo no fue otro que los perfumes que se extra铆an de ciertas especies que solo se cultivaban en esa zona.

Ya esto me cuadraba m谩s con mi imagen de Cleopatra (o quiz谩s Elisabeth Taylor) que otra cosa. El imaginar a dos personajes, tan dispares pero tan similares en sus crueldades como Herodes y Cleopatra, discutiendo por un trozo de terreno me pareci贸 en aquel momento digno de una maravillosa telenovela aunque el final de la misma fuese tan solo un contrato de arrendamiento de 200 talentos mensuales en favor de Herodes por un lado, y Cleopatra agregando el perfume de Jeric贸 a su arsenal de guerra por el otro鈥

Pasar铆an muchos a帽os despu茅s, en los que agregu茅 a mis conocimientos m煤ltiples historias sobre Jeric贸, incluyendo al peque帽o Zaqueo a quien Jes煤s se encontr贸 subido a una higuera y despu茅s estuvo invitado en su casa (Lucas 19:1-7), as铆 como la cura del ciego Bartimeo y de su compa帽ero (Marcos 10:46), pero debo seguir admitiendo que por mucho tiempo y a lo largo de muchos grupos guiados nunca olvid茅 el episodio de Elizabeth Taylor (o quiz谩s Cleopatra).

Hasta la pr贸xima.

Autor: Walter Wasercier (walterw@elal.co.il)

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*Walter Wasercier聽es director para Espa帽a y Portugal de la compa帽铆a de aviaci贸n EL AL, Israel Airlines. Ha sido profesor en la escuela de Turismo de Jerusal茅n y gu铆a-acompa帽ante de grupos evang茅licos en sus visitas a Israel. Nacido en Uruguay, hijo de una familia jud铆a, emigr贸 a Israel en los 70 donde estudi贸 y se form贸, para luego trabajar en varios pa铆ses del mundo. Desde este mes de Julio de 2018, Wasercier, a trav茅s de un art铆culo mensual, nos revelar谩 an茅cdotas y conocimientos culturales, hist贸ricos, b铆blicos o arqueol贸gicos relacionados con Tierra Santa.

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漏 2018. Este art铆culo puede reproducirse siempre que se haga de forma聽gratuita聽y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANG脡LICA.聽Las opiniones de los autores son estrictamente personales y no representan necesariamente la opini贸n o la l铆nea editorial de Actualidad Evang茅lica.

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