RAZONES PARA CONTARLO

Las mujeres de Jesús

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benitve-4(BENI MORENO, 08/03/2012) Jesús nunca se casó, sin embargo tuvo muchas admiradoras.

Me fascina la forma en que los Evangelios presentan la relación entre Jesús y las mujeres.

En un día como hoy los medios de comunicación dirigen su mirada generosa hacia la mujer, por ser su día internacional. La mujer del siglo veintiuno es una mujer que ha conseguido avanzar en muchas áreas de la vida, pero en su esencia es la misma mujer a la que Jesús se acercó hace más de dos mil años en una sociedad que la marginaba y la llegaba a considerar inferior al varón. Y en esencia es la misma porque la mujer se debe a un diseño de parte del Diseñador Divino.

Las mujeres hemos sido diseñadas para las relaciones. Disfrutamos con las amigas, pero también con los hijos y con los padres, siempre que la relación sea buena y saludable. Nos gusta quedar para tomar un café con una amiga porque necesitamos contarnos “nuestras cosas”; disfrutamos organizando reuniones familiares y se nos da bien resolver conflictos o, a veces desgraciadamente, también provocarlos... El caso es que nos movemos en torno a las relaciones personales, de modo que si son buenas ejercerán un efecto positivo en nuestro día a día y si están dañadas nos afectarán en todo cuanto hagamos, pensemos o digamos.

“Respondió Rut (a su suegra): No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a donde quiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” Rut 1:16

Las mujeres hemos sido diseñadas para sentirnos seguras. Aparentemente esta seguridad puede venir por un trabajo más o menos fijo, por una casa propia, por una relación de pareja estable, etc. pero nosotras sabemos que no son éstas las cosas que nos dan protección. Son la estabilidad emocional y espiritual las que realmente nos hacen sentir protegidas, cosas que vienen dadas por una relación familiar saludable y una relación personal con Jesucristo respectivamente.

“María, sentándose a los pies de Jesús, oía su Palabra” Lucas 10:39

Las mujeres hemos sido diseñadas para ser amadas. La mujer que ha crecido en un hogar en el que sus padres han proyectado sobre ella amor incondicional crece con una asignatura aprobada en su vida. Después sabrá diferenciar claramente y sin manipulación si un hombre la ama de verdad.

“En esto hemos conocido el amor, en que Dios puso su vida por nosotros” 1ª Juan 3:16

Las mujeres hemos sido diseñadas para dar.

No disfrutamos una comida a solas ni proyectamos la economía pensando única y exclusivamente en nosotras. Siempre habrá una hermana, una madre, o una amiga a quien extenderle el don de las posesiones. Pero también nos gusta compartir lo que aprendemos, nuestro bagaje de sabiduría personal.

“Y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades… le servían de sus bienes” Lucas 8: 2,3

Las mujeres hemos sido diseñadas para admirar. La mujer tiene una habilidad magnífica para apreciar la belleza en toda su magnitud, no sólo en lo que los ojos nos permiten captar. Podemos reconocerlo en la decoración, en las palabras, en un cuadro, y también en las personas. Nos reconforta especialmente dar reconocimiento a nuestros seres queridos; pero podemos ampliar nuestra admiración hacia todos aquellos que nos rodean.

“Elisabet… exclamó a gran voz: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Lucas 1: 42, 43

Las mujeres hemos sido diseñadas para adorar al Creador. La máxima  satisfacción de una mujer es encontrar sentido a su vida. Las que nos hemos acercado a Dios con la convicción de que la relación con Él hace completa nuestra existencia, disfrutamos de dirigirle toda nuestra gratitud y reconocimiento por habernos hecho parte insustituible de la creación.

“Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa de llenó del olor del perfume” Juan 12: 3   

Jesús conoce a la mujer en profundidad y sabe tratarla……. TENGO RAZONES PARA CONTARLO.

Autor: Beni Moreno Cárdenas

© 2012. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.

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