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Impacto de la crisis en la comunidad Protestante

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guillemGUILLEM CORREA, 22/03/2013 | Los impactos de la crisis econ贸mica sobre la Comunidad Protestante se hacen notar en una doble medida. Por un lado, porque ha afectado directamente a las ofrendas, que es la 煤nica fuente de ingresos que tenemos y, por otro, porque la demanda de ajuste social se ha incrementado, tanto de manera interna como de manera externa. Es decir: ha aumentado la precariedad social entre los propios miembros de la Comunidad Local y se ha incrementado la demanda de solidaridad que recibimos del resto de la ciudadan铆a.

La raz贸n principal de esta situaci贸n de crisis econ贸mica es el paro.

Hay Comunidades Locales en las que el 25% de la misma est谩 en paro. Esta cifra no es aplicable a todas las Comunidades Locales porque hay que compensarla con aquellas otras Comunidades Locales donde s贸lo hay un 5% de paro.

Pero, incluso en 茅stas, las ofrendas se han resentido.

El descenso de las ofrendas puede llegar hasta un 25% o un 30%. El promedio de reducci贸n de las ofrendas puede estar entre un 10 y un 15%. Las razones de esta situaci贸n, aparte del paro, es que se han perdido las horas extras, las n贸minas se cobran con meses de atraso, la jornada laboral se ha visto disminuida, el sueldo se ha congelado o parte del mismo se cobra en negro-si no quieres ser despedido por la empresa-.

Otros creyentes se encuentran con que tienen que dedicar m谩s horas a trabajar por el mismo sueldo con lo que ello implica de disponer de menos tiempo para聽 dedicarlo a tareas voluntarias que antes pod铆an hacer en sus comunidades locales.

Es del todo claro que 茅sta es la misma situaci贸n que padecen miles y miles de ciudadanos hasta llegar a la dram谩tica cifra de los seis millones de parados que hay actualmente.

La diferencia es que para la Comunidad Protestante esta situaci贸n genera una crisis econ贸mica interna que hay que ponderar adecuadamente.

Pocas son las medidas que pueden aplicar las Comunidades Locales para compensar esta p茅rdida de ingresos. Los gastos fijos son inamovibles por lo que s贸lo queda el cap铆tulo del sueldo del pastor o de la pastora y el cap铆tulo del programa de actividades. Es en estos dos cap铆tulos donde se est谩 repercutiendo la reducci贸n de ingresos, excepto en el apartado de solidaridad que, quien m谩s quien menos, ha intentado incrementar en la medida de sus posibilidades.

No hay que olvidar que hist贸ricamente la Iglesia Protestante entre nosotros siempre ha sido una Iglesia que vive su fe en la sobriedad de la precariedad econ贸mica. Con todo, la crisis econ贸mica ha generado un nuevo agravamiento de esta situaci贸n de precariedad econ贸mica.

La crisis econ贸mica que nos rodea nos recuerda a creyentes y a no creyentes la virtud de la sobriedad como valor en el que hay que seguir viviendo, o que hay que recuperar por parte de aquellas personas que en estos tiempos de despilfarro la hayan perdido.

Cuanto antes nos ajustemos a volver a vivir en sobriedad antes nos capacitaremos a nosotros mismos para adoptar el estilo de vida que nos espera el d铆a de ma帽ana y de pasado ma帽ana.

Claro que la sobriedad sin solidaridad es un enga帽o para propios y extra帽os.

Dig谩moslo claro. S贸lo hay una raz贸n para caminar en sobriedad: que nuestra sobriedad nos lleve cada d铆a a ser m谩s solidarios.

Autor: Guillem Correa

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