BUEN FIN DE SEMANA

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CRISTIAN FRANCO, 15/06/2012 |

“Mi pasatiempo favorito es dejar pasar el tiempo, tener tiempo,

tomarme mi tiempo, perder el tiempo, vivir a contratiempo”.

Françoise Sagan (novelista francesa)

Nuestro matrimonio dio sus primeros pasos en Madrid (España), donde Lorena y yo residimos durante alrededor de diez meses entre los años 2004 y 2005. ¡Qué experiencia inolvidable!

Recuerdo que a los pocos días de llegar – luego de nuestra boda y una breve luna de miel en la Argentina – salí a realizar las compras en el mercado de nuestro flamante barrio mientras mi esposa preparaba la cena. Llegué al sitio, me dirigí al dispensador de números y aguardé pacientemente que llegara mi turno para ser atendido…

Pacientemente…

¡Pacientemente...!

¡PACIENTEMENTE!

Por la mirada de la gente, y al comprobar que los “recién llegados” se me adelantaban, confirmé la teoría que minutos atrás había empezado a abrazar: ¡nadie hacía caso de los números! Fue entonces que un alma benévola se acercó y me dijo: -“El último en llegar tiene que ‘dar la vez’ a quien se lo pida, y así sucesivamente”.

Con razón todo el que llegaba preguntaba: -“¿Quién da la vez?”, para entonces recibir la respuesta del anteúltimo cliente, quien afirmaba en voz alta haciendo uso de la primera persona del singular. Y yo, que me debatía entre hacer el papel del extranjero enojado preguntando por qué tenían un dispensador de números que jamás utilizaban… o sonrojarme y llamarme al silencio, concediéndome la oportunidad de empezar a aprender las costumbres de la cultura de aquel sitio. Decidí optar por esta segunda opción, ¡aunque mi orgullo me instaba a obedecer la primera!

A veces sucede algo similar con nuestras vidas. Nos pasamos los días, los meses y los años esperando que llegue nuestro “turno”: el “turno” para ser felices; el “turno” para ver cumplidos nuestros deseos; el “turno” para amar y ser amados. ¡Estamos con el número en la mano, mientras otras personas avanzan al grito de “quién da la vez”!

Quizás debamos darnos cuenta de que aquello que esperamos está a nuestro alcance si tan sólo nos disponemos a salir de la comodidad que implica “tener nuestro número...”

Si nos animamos a pensar la vida desde otro ángulo…

¡Si nos aventuramos a cambiar de estrategia!

Autor: Cristian Franco

© 2012. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.

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