EN PERSPECTIVA

Una Teología de la Comunicación (II): Paleografía y «Whatsapp». ¿Me entiendes?

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20130621-4(JUAN MANUEL QUERO, 21/06/2013) | «Se necesita conciliación, una guía [una pastoral] en centros educativos». Esta era la conclusión a la que llegaba un profesional, funcionario del estado, que se dedica a orientar para la creación de nuevos negocios y empresas.  Conociendo mi «curriculum» me animaba a formar una especie de consejería de conciliación para centros educativos, donde según él, se necesita toda una obra de ingeniería anímica y humana, para crear puentes entre profesores y alumnos, pero también entre los mismos docentes. Así me daba a entender lo seria que es la situación. Quizás me lo piense bien, de manera que pueda formular un proyecto con enfoque similar al que me indicaba este buen hombre. Pero lo cierto, es que los problemas de relación, se dan también por estar usando niveles de comunicación muy diferentes a los que son necesarios. Esto creo que ocurre también en el ámbito evangélico, además del secular. La comunicación correcta exige ese esfuerzo, tanto en el medio como en el contenido del mensaje.

La paleografía que se ocupa en el estudio de documentación antigua, de manera que se puedan descifrar los caracteres del pasado, --no tanto el idioma,  sino la misma grafía--, además de otras cuestiones, se encuentra con escollos complicados. Los escritos veterotestamentarios de la Biblia se escribirían en diferentes materiales, desde  piedra, madera, arcilla, pergaminos, palinsestos, papiros, rollos, pasando en su época más «moderna»  de los primeros siglos de nuestra era, a los códices,-- algo similar a nuestros libros, guardando las distancias.  En todos estos métodos existía una característica que era común, la escritura era muy costosa, por lo que había que economizar. Esta economía del lenguaje escrito procuraba una comunicación esencial, que se entendía en el momento y en el contexto geopolítico más inmediato; pero no se tenía en cuenta el paso de los años, y las distancias culturales y físicas para comunicar bien. El hebreo se escribiría sin vocales, por lo que todavía hay debates importantes sobre diferentes conceptos, como es el caso del famoso tetragrámaton «YHWH», prácticamente resuelto ya. Además se escribía sin márgenes ni espacios. Imaginemos uno de los versículo bíblicos más famosos, Juan 3:16, de esta forma, sin vocales ni espacios:  «prqdtlmnrmdslmndqhddshjngntprqtdqlqnlcrnsprdmstngvdtrn». Si fuera un versículo poco conocido sería complicado,  sobre todo si no tenemos la cita, y si además añadimos un idioma diferente con grafía antigua y distinta a la nuestra. No bastaría con saber hebreo para interpretar un texto escrito en la época del Antiguo Testamento, sino que se requeriría también un esfuerzo interpretativo desde el punto de vista paleográfico. Por ello, en la disciplina que se ocupan los historiadores, una parte de su formación para entender los documentos antiguos sería la paleografía.

Juan Manuel Quero MorenoActualmente se siguen dando problemas de todo tipo por motivos, que si bien son diferentes, se dan en la línea de la comunicación. Hay algo, que intenta interponerse entre las relaciones humanas simples y generacionales; tanto en el ámbito profesional, social, como religioso. Quizás parezca una simpleza decir, que cada vez se escribe peor. Muchos alumnos que he tenido redactaban sus trabajos como si hablaran por el chat, o por el «Whatsapp» del teléfono móvil, utilizando expresiones como «x» en lugar de «por», o «q´» en lugar de «que» o «pq» en lugar de «por que», etc. Se utiliza la escritura iconográfica, utilizando pequeños dibujos para manifestar emociones u otros mensajes, volviendo así a la época prehistórica o protohistórica, de hace algunos milenios. Los motivos de economía del lenguaje, quizás sean otros ahora, y afecta más una economía del tiempo, o una influencia tecnológica, o bien, una economía del ánimo, teniendo una comunicación más superficial, para no entrar en desgastes emocionales, que se podrían sufrir en las confrontaciones dialécticas e interrelacionales de la convivencia. Posiblemente, nos parezca esto algo baladí, trivial, pero hay una trascendencia que afecta a la vida, y que puede tener efectos tremendos, cuando las relaciones humanas son prejuiciadas y dañadas, requiriendo ese esfuerzo de ingeniería, donde se hace necesaria también una pastoral de confrontación, y una homilética narrativa y moderna, donde la comunicación ha de estar en la base.

Autor: Juan Manuel Quero

© 2013. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA

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