INTERNACIONAL

Israel cierra de modo temporal a los judíos el acceso a la Explanada de las Mezquitas

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La Policía israelí tiene indicios de que un grupo extremista judío quiere provocar a los fieles musulmanes

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REUTERS / Choques entre la Policía y palestinos en la Ciudad Vieja de Jerusalén el pasado miércoles

(JERUSALÉN, 16/05/2013) Las autoridades israelíes temen que la violencia aflore de nuevo y se intensifique en la Explanada de las Mezquitas, que alberga el segundo lugar más sagrado para los musulmanes, la mezquita de Al Aqsa. La razón parece ser los recientes incidentes violentos entre judíos y fieles musulmanes en la plaza, que también es un lugar sagrado en el judaísmo, ya que se cree que el primer y el segundo templo están enterrados justo debajo de la mezquita.

Desde la semana pasada, cuando la policía israelí arrestó al gran mufti de Jerusalén por su supuesta participación en un altercado en la explanada, los incidentes violentos y las riñas han crecido en intensidad. Según medios locales, la policía israelí tiene indicios de que un grupo de judíos ultranacionalistas tiene planeado provocar a los fieles musulmanes que acuden a rezar, por lo que las fuerzas de seguridad decidieron cerrar el acceso a la explanada a judíos y turistas hasta que se calmen los ánimos.

El Muro de las Lamentaciones está justo debajo de la Explanada de las Mezquitas, por lo que siempre ha sido un punto de fricción entre judíos y musulmanes. Este miércoles, varios palestinos lanzaron piedras muy cerca de la explanada, e hirieron levemente a varios policías.

Alto voltaje

Este pequeño espacio es tan hipersensible que en 2007 las autoridades israelíes tuvieron que paralizar la reparación del decrépito puente de Mugrabi, que da acceso a la explanada desde la plaza frente al Muro de las Lamentaciones. En 2004, parte del puente colapsó cerca del muro, por lo que el gobierno israelí consideró que constituía un peligro para la seguridad pública y debía ser reparado.

Las protestas en Cisjordania y el mundo árabe fueron tan virulentas que se temió que el inicio de las reparaciones causara un nuevo estallido de violencia en la zona, ya que la autoridad musulmana a cargo del lugar santo acusó a Israel de querer dañar la mezquita de Al Aqsa para reconstruir el segundo templo.

Fuente: ABC.es / Jerusalén, SUSANA MENDOZA