SILBO APACIBLE / por GUILLEM CORREA
Encontrar consuelo en los que nos aman
GUILLEM CORREA, 31/03/2015 | Cuando el dolor llama a la puerta, como lo ha hecho con esta horrible catástrofe aérea, nuestras vidas tambalean. Y cuando más información recibimos sobre los acontecimientos, más aumenta nuestra perplejidad.
Demasiadas preguntas sin respuesta y demasiadas respuestas que no aportan paz en nuestro corazón.
La catarata informativa crece y crece pero a pesar de seguir creciendo sigue sin aportar la paz que necesita nuestro corazón.
¿Dónde encontrar la paz perdida?
¿Cómo recuperar la serenidad?
¿Cómo apaciguar el dolor?
¿Cómo consolar a los demás?
Es en el afecto de quien nos ama donde podemos encontrar buena parte de las respuestas que buscamos.
No son respuestas a nuestras preguntas, pero son las respuestas que demanda nuestro corazón.
Queremos saber, pero aún más queremos ser consolados.
La información no siempre nos consuela.
El afecto de quien nos ama siempre nos consuela.
También hay una segunda bendición para quienes hemos depositado nuestra fe en Jesús.
Aunque no siempre acertamos en las palabras a la hora de explicarlo, lo que sabemos es que el amor de Jesús se manifiesta en nuestra vida y, en esta proximidad, encontramos paz, consuelo y serenidad.
Es lo que en estos momentos necesita nuestro corazón.
Es lo que en estos momentos nos aporta la experiencia de nuestra vivencia en Jesús.
© 2015. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA. Las opiniones de los autores son estríctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.
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