DESDE EL CAMINO
Dios encuentra las oraciones de la humanidad en su carpeta de "spam" (bombardeo publicitario)
(JUAN TRIVIÑO, 30/10/2014) | Hace tiempo que vengo escuchando frases y afirmaciones desde los púlpitos que defienden el poder infinito de Dios, el poder infinito de la oración y cómo Dios “siempre nos responde cuando oramos”.
Arengas a la tropa como "¿Os ha fallado Dios alguna vez?", son repetidas con demasiada frecuencia desde algunos púlpitos con la intención de recibir un amén que anime el servicio y eleve el ego del predicador hasta limites insospechados.
Y lo cierto es que Dios tiene un poder infinito, la oración tiene poder y Dios responde las oraciones; sin embargo, Dios no es la marioneta de nadie, y mucho menos de aquellos que se llenan la boca con declaraciones sobre el poder que tienen nuestras oraciones y cómo Dios va ha hacer esto o aquello.
Desde mi humilde opinión, condicionar a Dios, manipular su Palabra y enseñar una errónea teología de la oración, lo único que causa es decepción, dolor, desilusión y un alejamiento paulatino de ese “dios” que nos han vendido y que tan lejano está del verdadero Dios. Y la situación se agrava cuando estos pastores enseñan que los desilusionados y decepcionados son personas de poca fe.
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Fotografía cortesía de Alberto Vicente | Newyorker semana del 27 de noviembre de 2014 |
El poder de la oración es real, y así nos lo dice la Palabra de Dios (léase Santiago 5:16-18; Mateo 7:20; Efesios 6:18, entre muchos otros); sin embargo, la Biblia también nos dice que el poder de la oración reside en orar conforme a la voluntad de Dios (Mateo 6:9-10; Mateo 11:25-26; Juan 5:14-15; Romanos 1:10; 1 Tesalonicenses 5:16-18, Efesios 5:15-17…). 1 Juan 5:14 nos dice: “Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa CONFORME a su voluntad, él nos oye”.
Para que la oración sea escuchada y contestada por Dios, de la manera que el considere, desde su Soberanía, siempre ha de estar bajo su voluntad y no bajo las arengas que en momentos de éxtasis o de baño de masas pueda lanzar algún pastor o predicador totalmente alejado de la Palabra de Dios. Recordemos que la enseñanza de Jesús en el Sermón del Monte, en el que nos dejo el Padre Nuestro como modelo de oración, se declara, “Hágase tu voluntad...”.
Es posible que en este punto alguien se sienta molesto, incluso aludido por mis palabras y tenga la tentación de enarbolar el estandarte de la fe como el único motor que hace que las oraciones sean contestadas, y les venga a la mente “que la fe mueve montañas” (Mateo 17:20). Verdaderamente la fe mueve montañas, pero ¿hay mayor fe que aquella que descansa totalmente en la Perfecta y Santa Voluntad de Dios?. ¿Habrá mayor evidencia de la confianza depositada en la sabiduría de Dios, que aceptar con gratitud lo que Él disponga para nuestras vidas?. Ciertamente somos mucho más que los pajarillos y las flores, afirma el Señor.
Hoy me hacía llegar esta ilustración un buen amigo del mundo de la edición, que ha provocado esta reflexión, y es la siguiente: “Dios encuentra las oraciones de la humanidad en su carpeta de spam (bombardeo publicitario)”. No creo que todas las oraciones de la humanidad estén en la bandeja de spam de Dios, pero creo, de todo corazón, que muchas de las decepciones que tenemos con Dios se deben a que hemos creído más las erróneas enseñanzas que se han lanzado desde los púlpitos de las iglesias, que lo que Dios revela de si mismo en las Escrituras.
Autor: Juan Triviño
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