FUE PROFESORA DEL SEUT
Pesar en la Iglesia Evangélica Española por el fallecimiento de Donna Laubach-Moros
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Donna Laubach-Moros junto a su esposo, Edgar Moros |
La Iglesia Evangélica Española (IEE) informó esta semana del fallecimiento de Donna Laubach-Moros, quien partió a la presencia del Señor el pasado sábado 30 de noviembre en Venezuela. Durante su estancia en España sirvió como profesora en SEUT durante 1999-2006 y también, de forma muy estrecha, con la iglesia de Cristo (IEE – Presbiterio de Madrid-Extramadura).
(IEE, 03/12/2013) Es con profundo pesar que comunicamos el fallecimiento de Donna Laubach-Moros (1939-2013). Partió a la presencia del Señor el pasado sábado 30 de noviembre, en Mérida (Venezuela), donde disfrutaba, junto a su marido Edgar Moros Ruano, de su jubilación profesional, que no vocacional, pues seguía estando muy comprometida con la pastoración en el marco de la Iglesia Presbiteriana de Venezuela.
El óbito se ha producido inesperadamente, ya que a pesar de sus problemas de salud, Donna se encontraba bien y con buen ánimo.
En tanto que obrera fraternal de la Presbyterian Church-USA, Donna sirvió como profesora en SEUT durante 1999-2006. Coordinó la traducción de diversos cursos de
Su vocación pastoral la llevó siempre a interesarse por los estudiantes de una forma muy personal, preocupándose siempre del estado anímico de los mismos e intentando que sus necesidades más básicas estuvieran cubiertas.
Durante su estancia en España colaboró también, de forma muy estrecha, con la iglesia de Cristo (IEE – Presbiterio de Madrid-Extramadura), donde se ocupó de la liturgia y de dinamizar la música, trayendo un aire renovado y alegre.
El matrimonio Moros-Laubach tiene tres hijos, Matilde Kathleen, Edgar Andrés y Donna Cristina, y varios nietos. A todos ellos, y en particular a Edgar, que ha perdido a la compañera de toda su vida, y a Donna Cristina, que reside en Madrid, deseamos hacer llegar nuestro más sentido pésame por esta pérdida tan grande, sabiendo que Donna siempre vivirá en el corazón de cada uno de nosotros y sabiendo que un día nos encontraremos con ella de nuevo en la presencia del Señor.
Fuente: Iglesia
