POR ARNOLDO CANCLINI

Castillo fuerte

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Arnoldo Canclini

(A. Canclini, 31/10/2013) Recuerdo muy bien aquella tarde cuando Dios me permitió llegar a la pequeña habitación donde Martín Lutero tradujo el Nuevo Testamento al alemán. Subíamos por una angosta escalera de madera dentro del castillo de Wartburgo, en el oeste de Alemania, mientras oíamos que un grupo cantaba “Castillo fuerte es nuestro Dios, defensa y buen escudo”.

Me sorprendió lo reducido y lo sencillo del ambiente donde todo está cuando el gran hombre se refugió de quienes querían matarlo y se dedicó a la tarea más importante: poner la Palabra de Dios al alcance del pueblo. Aunque [“Castillo fuerte”] fue escrito años más tarde, muchos dicen que [Lutero] se inspiró en sus vivencias de aquellas horas difíciles y en la lectura del Salmo 46. Es una declaración de cómo Dios permanece como una defensa indestructible para nosotros.

Aquellas palabras se cantaban en el templo de Jerusalén hace tres mil años. Y nosotros, en el siglo XXI, podemos releerlas en nuestras Biblias y aún cantarlas en nuestras iglesias.

Notemos la enumeración de las palabras con las que describe el papel de Dios a nuestro favor: amparo, fortaleza, auxilio, refugio.

Podemos analizar cuál es la que queremos aplicarnos, pero el resultado será alguna de las frases que utiliza el salmista: comprender que “Dios está con nosotros”.

En una pequeña habitación donde estaba escondido, el gran reformador comprendió esa verdad y su acción cambió el mundo. Hoy recordamos lo que la historia designó como Día de la Reforma. Celebremos esto con gratitud.

Fuente: “Alimento para el Alma” (RTM) / Autor: Arnoldo Canclini, pastor, escritor e historiador argentino, miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana y de la Real Academia de Historia Argentina.

Versión magistral del himno de Lutero (en inglés y a capella) por un jovencísimo Steve Green

He aquí la letra de este himno según la traducción del poeta y obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE) Juan Bautista Cabrera:

Castillo fuerte es nuestro Dios

Castillo fuerte es nuestro Dios,
defensa y buen escudo.
Con su poder nos librará
en este trance agudo.
Con furia y con afán,
acósanos Satán,
por armas deja ver,
astucia y gran poder;
cual él no hay en la tierra.

Nuestro valor es nada aquí:
con él todo es perdido,
mas por nosotros luchará,
de Dios el Escogido.
¿Sabéis quién es...? ¡Jesús!
El que venció en la cruz,
Señor de Sabaoth,
y pues Él solo es Dios;
Él triunfa en la batalla.

Aun si están demonios mil,
prontos a devorarnos,
no temeremos porque
Dios sabrá aún prosperarnos.
¡Que muestre su vigor,
Satán, y su furor!
Dañarnos no podrá,
pues condenado es ya
por la Palabra Santa.

Sin destruir la dejarán,
aun mal de su grado,
esta Palabra del Señor:
l lucha a nuestro lado.
Que lleven con furor
los bienes, vida honor,
riquezas y placer...
¡todo ha de perecer!
de Dios el Reino queda.