PRISCILA ROMO, 25 AÑOS. ACTIVISTA CONTRA LA TRATA DE PERSONAS

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El testimonio que reproducimos a continuación subraya, por un lado, la importancia de la sensibilización social y, por otro, el tremendo potencial que hay en un cristiano “sensibilizado” (“Sensibilizada” en este caso),  para convertir su carga en oración, y su oración en acción.

La historia de Priscila, contada en estas líneas en primera persona, también pone de relieve la importancia de la formación continuada. Diplomada en Trabajo Social y licenciada en Criminología, su vida dio un giro interior a partir de un curso sobre Prostitución y Trata de Personas, organizado por Diaconía. Hoy 70 personas de diferentes partes de España forman parte de “Oración Rescate” y otros muchos participan en campañas de sensibilización contra la trata de personas...

Unas 100 personas interpretan un "Flashmob" contra la trata de personas en la Plaza del Pilar en Zaragoza, ante unos 600 viandantes | + ampliar

(DIACONÍA, 17/05/2013) Mi nombre es Priscila Romo y tengo 25 años. Soy diplomada en Trabajo Social y  licenciada en Criminología. Hace unos años, cuando estaba en la Universidad, me comentaron que en Diaconía daban un curso sobre Intervención en Prostitución y Trata de personas. Nunca había escuchado sobre el tema, así que decidí inscribirme. Sin duda, fue una manera de empezar a abrir mis ojos a este mundo escondido o manipuladamente tapado.

Fue una manera de comprender la situación real de la trata de personas en el mundo y en España.

Priscila Romo: "con pequeñas cosas, se puede alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo"

Pasaron los años y seguí formándome. Hasta que en Noviembre de 2012 tuve la oportunidad de realizar un viaje cooperativo  a la INDIA con la ONG FIET GRATIA, la cual colabora con Project Rescue, una organización que trabaja con las zonas rojas en INDIA y otros países, en la lucha contra la esclavitud del siglo XXI.

Puedo decir, que este viaje cambió mi vida por completo.  Podría contar muchas experiencias sobre lo que vimos y oímos en Mumbai, Pune, Lucknow y Nagpur… ciudades de la India, en las que cada día, millones de niños y mujeres son vendidos para ser esclavos del sexo. En una de esas ciudades, conocí a la pequeña Ruth, de aproximadamente 3 años, la cual había sido rescata de la zona roja de NAGPUR… y algo entonces, se marcó en mi corazón hasta el día de hoy.

Al visitar tantos hogares llenos de niños rescatados de la esclavitud, pude sentir cómo el  AMOR de Dios puede llegar a los lugares más escondidos y olvidados del mundo. Por eso, cuando experimentamos el verdadero amor de Dios, nos sentimos capaces de brillar hasta en el rincón más oscuro de la Tierra…

Y es que pude ver como Jesús caminaba por esas calles, en esos barrios, donde hay tanto sufrimiento y dolor. Entonces, comprendí que Dios espera de nosotros que seamos luz y que por lo tanto, ÉL no quiere que nos quedemos de brazos cruzados. El mundo necesita personas que hablen  y demuestren que el amor de Dios, es real.

Millones de mujeres y niñas son víctimas de la industria de la esclavitud sexual. El problema es grave y la necesidad es abrumadora. Para los seguidores de Jesús, la apatía no puede ser una opción, así que es nuestro deber el responder a esta necesidad. La Gran Comisión nos obliga a ir, predicar y trabajar para traer nueva vida a las víctimas a través de Jesucristo, dondequiera que estén y cualquiera que sea su condición. En resumen,  si queremos ser como Jesús,  debemos mostrar nuestro amor a aquellas personas necesitadas. La manera en la que responderemos a esas necesidades, dirá mucho de nuestro amor por Cristo y Su creación. Ser como Jesús, es ir más allá de la compasión… es  tocar, amar, actuar y cambiar  vidas.

Esto fue de las muchas cosas que aprendí en ese viaje. Y como decía, mi vida cambió. Así que decidí no quedarme quieta y mucho menos callada. Comprendí, que era mi responsabilidad el ser la voz de aquellos que no pueden gritar auxilio. Por eso, comencé a ponerme manos a la obra con cosas sencillas, pero que me motivaban a estar activa por la causa. Creamos un grupo de ayuno y oración, en el que cada 18 de cada mes, oramos y ayunamos por La Trata de Personas. Empezamos cuatro y ahora somos casi 70 personas de diferentes ciudades que forman parte de ORACIÓN RESCATE.

"Estoy convencida, de que esto no acaba aquí. Dios quiere seguir usándonos para luchar en contra de la esclavitud de nuestro siglo. Hay mucho por hacer..."

A raíz de ver el interés sobre el tema,  Loida Muñoz, (Educadora social y estudiante de Ciencias Políticas y administración) y yo, decidimos comenzar hace unos meses un blog (findelaesclavitud.wordpress.com) donde vamos publicando información sobre diferentes temas acerca de la Esclavitud de nuestros días. Ha sido una grata sorpresa el ver la respuesta tan increíble de tanta gente interesada en recibir información y tomar acción. A raíz de esto, surgió la idea de hacer un FLASHMOB en la Plaza del Pilar en Zaragoza, para lanzar el mensaje en contra de la trata. El objetivo principal era concienciar a la ciudad de que la esclavitud sigue existiendo en el mundo, hoy más que nunca. Un grupo de jóvenes de la ciudad quiso organizar este evento donde junto con graffiteros, skaters, un DJ, diferentes artistas urbanos y de todos aquellos que quisieron participar, tuvieron la oportunidad de formar parte activa de la lucha , lanzando el mensaje: NO A LA TRATA DE PERSONAS, mediante un manifiesto que se leyó después del Flashmob Rescate. También hubo una respuesta increíble en ésta iniciativa, más de 100 personas participaron bailando, y más de 600 personas estuvieron presentes en el evento.

Pudimos comprobar que con pequeñas cosas, se puede alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo. Cuando los que tienen voz, son capaces de levantarla por los que no pueden, es cuando nace aquello que llamamos esperanza. Es entonces cuando la luz se adentra en la oscuridad y alumbra aquello que nadie ve.

Estoy convencida, de que esto no acaba aquí. Dios quiere seguir usándonos para luchar en contra de la esclavitud de nuestro siglo. Hay mucho por hacer, y Dios está esperando a que te pongas a su disposición para usarte.

Todo comenzó en un curso de Diaconía, donde Dios empezó a tocar mi corazón. Ni si quiera yo era consciente de todo lo que iba a ocurrir después, pero Dios si lo sabía… solo estaba esperando a que yo abriera mis ojos y decidiera entregarme por aquellos que tanto necesitan encontrarse con Dios y recuperar la esperanza .

Redacción: Actualidad Evangélica