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SIN ÁNIMO DE OFENDER

Agnosia espiritual

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(JORGE FERNÁNDEZ, 03/09/2012)  Esther padece una extraña enfermedad... tan extraña que es uno de los ocho casos que actualmente existen en el mundo con esa afección. Se llama "agnosia visual", una lesión cerebral que afecta a la memoria visual de quienes la padecen, de tal manera que son incapaces de reconocer un objeto ni poder identificarlo, a pesar de que si podrían reconocerlo por el tacto o cualquiera de los otros sentidos.

Actualmente esta enfermedad no tiene cura, pero se pueden mejorar los síntomas mediante la rehabilitación y con la ayuda de la tecnología (en el reportaje de Televisión Española que acompaña a estas líneas puede verse a Esther andando por la calle con la ayuda de un GPS).

Quizás lo más triste y extraño de esta enfermedad, sea la paradoja de tener unos ojos que "ven"... pero que, a efectos prácticos, es como si no vieran. En otras palabras, que la incapacidad del enfermo de agnosia visual para procesar la información que sus ojos físicos le transmiten, le sitúa en la misma condición que la de un no vidente.

¡Qué metáfora tan cruda de la condición espiritual de tantas personas!, pensé, mientras observaba el reportaje.

Así es, el mundo está lleno de personas que, pese a la infinidad de evidencias que nos hablan de la autoría de un Creador inteligente, amoroso y poderoso, en el origen y sustento del Universo, se declaran ateos o agnósticos.

Recuerdo haber leído a un conocido apologista cristiano quien afirmaba que, detrás del agnosticismo, casi siempre hay un prejuicio latente no reconocido. Algo que, por supuesto, es difícil de aceptar para el que se considera a sí mismo un "librepensador".

Sin embargo, una confesión realizada hace unos días por el biólogo británico Richard Dawkins -famoso por su activismo ateo- podría, a nuestro juicio, avalar esa tesis. Dawkins reconocía que se hizo militante ateo tras el atentado del 11-S contra las Torres Gemelas. Lo que viene a mostrar un factor más "emocional" que científico, en su presunto ateísmo (o agnosticismo).

Un viejo dicho afirma: "¡No hay peor ciego que el que no quiere ver!".

Jesús lo dijo de otra manera: "Los ojos son lámparas para el cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo en ti será luz; pero si tus ojos están enfermos, todo en ti será oscuridad" [1]

Autor: Jorge Fernández

[1] Mateo 6:22-23 (La Palabra)

© 2012. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.

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