MISIÓN GLOCAL (GLOBAL Y LOCAL)
"A los pobres siempre los tendrán con ustedes"
(CARLOS SCOTT, 22/06/2012) ¿Qué es lo primero que nos viene a la mente cuando escuchamos estas palabras?, ¿En que contexto o situación particular se suelen usar?, ¿Cómo explicamos y aplicamos la expresión “A los pobres siempre los tendrán con ustedes? (Mr. 14:7)
Los evangelistas Mateo, Marcos y Juan hacen referencia a este episodio ocurrido en Betania (Mateo 26:1-13, Marcos 14:1-11, Juan 12: 1-11). Nos habla que faltan pocos días para la pascua y que están en la
“María tomo entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramo sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos” (Juan 12:3). Aparecen los discípulos que estaban enfocados en los pobres. “Al ver esto, los discípulos se indignaron. ¿Para qué este desperdicio? Dijeron. Podía haberse vendido este perfume por mucho dinero para darlo a los pobres”. (Mateo 26:8-9). Y reprendían a la mujer con severidad”. Por otro lado Juan da a conocer el nombre de Judas Iscariote y sus motivaciones. “Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba robarse lo que echaban en ella” (Juan 12:6).
Los rabinos solían decir: “Dios permite que los pobres estén siempre con nosotros, para que nunca falten oportunidades
Las preguntas que surgen a continuación son: ¿Qué entendemos hoy en día sobre el dicho de Jesús?, ¿Debemos imitar y repetir la misma acción de María?, ¿Qué es lo que debemos dar y a quién?
-En primer lugar Jesús hace referencia a
-En segundo lugar cuando Jesús cita a los pobres no es para dejarlos de lado ante alguna otra necesidad o proyecto. Es para servirles y atenderles. Las palabras de Jesús no son para que nosotros las podamos acomodar o transferir a nuestras circunstancias, intereses particulares u organizacionales para luego omitir a los pobres. La justicia, la verdad y la misericordia deben estar al servicio de los más olvidados y no alcanzados con “todo el evangelio”.
-En tercer lugar aclara que ese derroche que se esta haciendo es un evento que señala el carácter único de ese momento. Expresa “a mi no me van a tener siempre…Ungió mi cuerpo de antemano preparándolo para la sepultura”.
-En cuarto lugar romper el frasco de alabastro y derramarlo a los pies de Jesús implica identificarnos con los pobres cuando Jesús dice: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me dieron alojamiento, necesite ropa, y me vistieron, estuve enfermo, y me atendieron, estuve en la cárcel y me visitaron… Señor ¿Cuándo te vimos así?... Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun el más pequeño, lo hicieron por mi.” Mateo 25:31-40.
Jesús nos invita a que le amemos prácticamente enfocándonos en los olvidados, oprimidos y en las necesidades no alcanzadas de los menos alcanzados con todo el evangelio. Cuando hacemos todo lo que podemos a favor de la gente más olvidada lo estamos haciendo por Jesús y hacia Él mismo. A Jesús no le tenemos en nuestro medio pero a ellos sí y podemos hacerles el bien.
Juan dice “Y la casa se lleno de la fragancia del perfume”. Y en el Apocalipsis expresa: “y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación”. Que este sea nuestro enfoque de acuerdo al corazón de nuestro Dios.
“Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se contara también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo”. (Mr.14:9). Derramemos lo mejor que tenemos para Aquel que lo dio todo por nosotros para su Gloria y Alabanza.
Preguntas para la reflexión:
¿Qué entendemos hoy en día sobre el dicho de Jesús?
¿Debemos imitar y repetir la misma acción de María?
¿Qué es lo que debemos dar y a quién?
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