A VUELA PLUMA
Expolit 2012
(José Luis Andavert Escriche, Miami, EEUU, 09/05/2012) Un año más se ha celebrado en la ciudad de Miami la Feria del libro cristiano evangélico, en español, más importante del mundo "Expolit" 2012 (4 al 8 de mayo) en su 20ª edición. Se trata de una feria en la que, como en otras ferias, se dan cita editores, distribuidores y libreros.
Pero más allá de una feria tradicional del libro, Expolit se ha convertido en un escaparate de multitud de ministerios dirigidos a la comunidad hispanoparlante. En Expolit podemos encontrar de todo. Y cuando digo de todo, digo de todo, bueno y no tan bueno, hasta el punto que uno comienza a pensar que ha perdido su sentido de "Feria del libro cristiano".
Allí tenemos productores de "música cristiana"; grupos musicales y cantautores; ministerios de consejería y pastoral; evangelización; enseñanza y mucho más. Pero también encontraremos joyería, bisutería y artículos de regalo con simbología cristiana; agencias de transporte de mercancías; Cristianos mesiánicos tratando de convencer de sus postulados y soplando el sofar a toda hora; Emisoras cristianas de radio y televisión; medios impresos de comunicación; y por supuesto no falta el stand del ministerio del "apóstol" tal o cual y del pastor "exitoso" del momento.
Así, a vuela pluma, y viendo lo visto, uno comienza a pensar si Expolit no se habrá convertido en parte en una feria de extravagancias bajo el paraguas de la industria seria del libro y si esto no debería reconducirse.
En el área editorial es sorprendente la cantidad de libros que se editan por casas editoriales bien conocidas y de prestigio como pueden ser, por citar solo algunas: Clie; Broadman and Holman; Nelson; Vida; Mundo Hispano-Casa Bautista de Publicaciones; Certeza; y algunas nuevas, que han irrumpido con fuerza en el mercado como la española Noufront con su apuesta seria por escritores de casa. Y por supuesto en este contexto no podían faltar las Sociedades Bíblicas promoviendo la Palabra de Dios.
Un elemento positivo a destacar, y que va en aumento, es que las casas editoriales están publicando cada vez más obras de escritores de países hispanos en vez de traducir todo de lo que se produce en EEUU. Esto hay que aplaudirlo y promoverlo.
Una ojeada rápida por los stands editoriales muestra por lo menos dos cosas. En primer lugar, que mucho de lo que se edita —y me atrevo a decir que lo que más abunda—, es el libro de carácter inspiracional y devocional, el libro de testimonio etc. También está muy presente el libro que podríamos denominar de autoayuda cristiana. Pero se echa de menos más producción literaria de libros de reflexión bíblica y teológica, cosa de esperar en un evento como este. Uno se pregunta por qué ocurre esto y de inmediato responden los editores: —No se vende bien. Y esto es cuanto menos preocupante.
En segundo lugar, que la Biblia sigue siendo la estrella, el libro por excelencia a juzgar por la diversidad de ediciones existentes. Y no hablo aquí de traducciones que en realidad en español y en el mundo evangélico no es que haya tantas si consideramos la necesidad según los diversos niveles de lenguaje, sino que me refiero más bien a diversidad de presentaciones. Cada vez tenemos más casas editoriales ofreciendo biblias de estudio y con ayudas especiales utilizando en la mayoría de los casos y bajo licencia, traducciones de las Sociedades Bíblicas. Hoy no podemos decir que el problema sea la escasez de variedad de Biblias. Más bien debemos preguntarnos si el público evangélico aprovecha esta oportunidad para leer y estudiar más la Biblia.
Sin embargo, también aquí surgen elementos de preocupación. Mientras que esta variedad puede entenderse como celo por la difusión de la Biblia y el servicio a los creyentes y a la misión, otros pueden comenzar a interpretar que se está cayendo en un mercantilismo en torno a la Biblia con tanta "ayuda". Pues una cosa es tener una biblia de estudio al uso, y otra es un sin fin de biblias especializadas que ya comienza a generar sospecha: La Biblia del arcoíris; la Biblia de la quinceañera; la Biblia del discípulo; la Biblia del pastor; la Biblia del predicador; la Biblia arqueológica; la Biblia verde; la Biblia azul... en fin que pronto tendremos también "la Biblia del portero de la iglesia".
Posiblemente algunos consideren que esté tirando una piedra sobre mi tejado pero me empieza a preocupar esta tendencia desmesurada que nos debe hacer reflexionar.
Con sus aciertos y sus errores, si Expolit no existiera habría que inventarlo. Es necesario un evento como este y debemos trabajar por mejorarlo. Hoy, al cerrar sus puertas, me dije: gracias Expolit por reunirnos un año y Dios quiera que el ministerio de la página impresa y por medios tecnológicos siga adelante con fuerza a fin de equipar a los santos y de alcanzar a los perdidos.
Desde Miami, 9 de mayo de 2012
Autor: José Luis Andavert Escriche
© 2012. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.
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