RAZONES PARA CONTARLO
Visita de un Papa a Cuba
(BENI MORENO, 04/04/2012) La reciente visita del Papa a Cuba ha despertado en mi indignación. No lo puedo llamar de otra forma. Me tengo por una persona respetuosa con mi prójimo, no es mi hobbie hablar mal de los demás, entre otras cosas porque me produce mucho respeto la advertencia de la Palabra de Dios sobre la lengua.
Pero permítanme decirles algo que no me puedo callar. Creo que a veces hay que hablar (o escribir) alto y claro, cuando en nombre de Cristo, e incluso como supuesto representante del Siervo de Siervos, se da una imagen tan baja del Altísimo.
Habiendo nacido en una familia católica, al menos de tradición, y siendo como fui participante activa de la iglesia apostólica y romana (también dicen que cristiana), durante toda mi adolescencia de un conocido grupo juvenil del cual tengo muy gratos recuerdos y tiempo en el que aprendí cosas positivas para mi vida…. digo que habiendo vivido en mis propias carnes la herencia de una religión que parecía ser única y exclusiva, aunque para mi ya no fue impuesta… pues digo que, por favor, me permitan mostrar mi indignación hacia la forma que los líderes de la Iglesia Católica Apostólica y Romana tienen de ser la anti-imagen de Cristo, si se me entiende.
Y sirva de preámbulo que tengo un alto concepto de muchos católicos que son muy buena gente, que he podido hablar con muchos que buscan con sinceridad a Dios, que le aman, que no se conforman con ritos y tradiciones, que anhelan descubrir la Palabra del Dios vivo. Pero no es a ellos a quienes me refiero, sino a esos otros “ciegos guías de ciegos”, o a veces no tan ciegos, en quienes las gentes sencillas y necesitadas ponen su confianza para encontrarse con que… “con la Iglesia hemos topado”.
Por segunda vez un Papa pisa tierra cubana, una isla cálida y abierta, pero presa de libertades, que niega los más básicos derechos fundamentales del ser humano, como la libertad de conciencia y de expresión, que no da de comer a su pueblo ni le facilita ir a buscar la comida a otro lugar…
Cómo puede llegar el Papa a un lugar así y decir su portavoz que no hubo tiempo de reunirse con representantes de la disidencia, pero sí tiene tiempo de ir a ver a Fidel Castro. Cómo puede haber tiempo para ir a visitar una imagen de la Virgen del Cobre (a la que le ha rogado por los presos y las familias separadas) y no tener tiempo de visitar a Las Damas de Blanco. ¡Lo siento, pero éste no era el sentir de Cristo! ¡Perdonen, pero el que se hace llamar el representante de Cristo en la tierra, no le representa en absoluto! Cómo puede el Papa en su reunión con Raúl Castro enfatizar, según han publicado los diarios españoles, que espera contribuir al desarrollo del país… ¡Querrá decir al desarrollo de la Iglesia Católica en ese país!
¿Cómo puede el Papa separar, como también justifica su portavoz, el hecho de ser un “siervo de Dios” y al mismo tiempo un jefe de estado, pesando este último mucho más? Yo no tengo respuesta a estas preguntas, pero me indigna.
La monótona vida de la isla se ha visto alterada por unos días por la presencia del Papa y seguro que los fieles la han disfrutado, pero me temo que no es lo único que se espera de su presencia. Y me consta que la política vaticana ha facilitado la liberación de algunos presos. Eso es política, diplomacia, que está bien… pero dónde está la relación cercana con la gente, que es a lo que vino Cristo.
Lo siento, pero para mí el Papa sólo representa al Vaticano y el Vaticano se ha transformado a sí mismo en una gran institución.
Con mucha humildad digo esto y es mi deseo y espero que los cristianos de todo el mundo podamos aprender la verdadera lección de liderazgo que Cristo nos dejó cuando se libró aquella lucha por el poder con Santiago y Juan como protagonistas, impulsados por su madre. Entonces Jesús fue al fondo del asunto y dijo que mientras que los gobernantes se enseñorean de sus naciones y ejercen poder, en Su Reino no sería así “sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor… Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (1)
Cristo vino para transformar vidas que a su vez transformaran su entorno, que a su vez transformaran naciones, que a su vez transformaran el mundo.
Tengo razones para contarlo.
Autor: Beni Moreno Cárdenas
© 2012. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.
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