REFLEXIÓN
¿Integridad?
Compartimos con nuestros lectores esta reflexión enviada por el pastor Rubén Kassabián, de la Iglesia evangélica “Jesús 100% Vida”, de Buenos Aires, Argentina, que reproducimos con su autorización.
A veces – no con demasiada frecuencia, lamentablemente – se escucha hablar sobre la palabra “integridad” y la importancia de desarrollar esta cualidad para una vida plena. Pero, ¿sabe usted a qué se refiere dicho concepto? Algunos suelen confundir “integridad” con “honestidad” o “humildad”, pero ser íntegros es mucho más que esto. Permítame compartirle una historia que puede servir de ejemplo para ilustrar esta realidad:
En cierta ocasión una pareja se detuvo en la carretera para comprar dos hamburguesas en un negocio de comidas rápidas. Cuando el pedido estaba ya en su poder se alejaron de su automóvil, y se dispusieron a comerlas dentro del vehículo. Cuando abrieron una de las cajas de la hamburguesa encontraron dentro de ella un fajo de billetes…
De inmediato, y sin dudar, emprendieron el regreso para devolver el dinero que nos les pertenecía, razón por la cual al llegar pidieron hablar directamente con el dueño del negocio, quien luego de escucharlos quedó tan agradecido por el dinero recuperado como sorprendido por la buena acción realizada.
El hombre rápidamente quiso dar a conocer el destacable hecho llamando al programa de noticias del canal de TV del pueblo, pero la pareja humildemente se negó. A pesar de ello, el agradecido hombre insistió entonces con sacarlos al aire por la FM del pueblo, pero la pareja nuevamente se negó.
Pastor R. Kassabian |
Finalmente, el comerciante les tomó una fotografía, prometiéndoles que los exhibiría como los clientes del mes en la cartelera de su negocio. Fue en ese preciso momento que el hombre se acercó al comerciante y le dijo: -“¡Por favor no haga eso! ¡Porque esta mujer no es mi esposa!”
Está claro… ¡no es lo mismo ser honestos que ser íntegros! ¿Qué significa, entonces?
Practicar la integridad significa ser de “una sola pieza”, no tener una vida ante mi familia o mi comunidad de fe, y otra en el colegio, en el trabajo, en el club, etc. Mostrar la “misma cara” en todos lados, sin duplicidades ni realidades ocultas. En otras palabras, ser personas que deciden integrar cada aspecto de su vida en una sencilla y transparente manera de vivir con la ayuda y el poder de Dios.
Para la reflexión: ¿es usted una persona íntegra?
¡Vivamos una vida al 100 %!
Pastor Rubén Kassabián | www.jesus100x100vida.org
Buenos Aires, lunes 7 de marzo de 2011