SERVICIO DE ASISTENCIA RELIGIOSA EVANGÉLICA EN PRISIONES

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Los "Covered Backs by Him", junto a otros colaboradores, el pasado sábado 17 en Estremera | FOTO: M. Gala

(MADRID, 20/09/2011) Una jornada única y completa fue la que vivieron el pasado sábado 17 los internos del Centro Penitenciario Madrid VII, Estremera, con la visita de los "Covered Backs by Him", el club de moteros que preside el pastor evangélico Carlos Laborda.

Con el rugir sinfónico de los escapes de sus potentes motores -desde los más agudos y comprimidos Honda, BMV o Kawasaki, hasta los vibrantes graves de las Harley-Davidson- las motos atravesaron los muros de dicho centro penitenciario a media mañana, creando con su sonora presencia un inconfundible clima de libertad.

Ya en el interior, y cumpliendo estrictamente con los protocolos de seguridad de la prisión, los moteros desfilaron por el patio interior haciendo rugir sus motores y saludando con sus claxons a los internos y funcionarios que les observaban desde las galerías con curiosidad.

Arriba: El pastor Carlos Laborda hace rugir el motor de una Harley | Debajo: Los pastores Ana María y Pablo, de espaldas, lucen chalecos de cuero con el escudo de los "Covered Backs by Him" | FOTOS: M. Gala

El desfile concluyó en el salón Polideportivo, donde la dirección del Centro organizó una exposición de las motos que fue visitada por turnos por los internos e internas de distintos módulos. Estos acudieron a la muestra con entusiasmo, haciendo preguntas a los moteros sobre cuestiones relacionadas con los motores, cilindradas, precios y potencia de las máquinas, interrogatorio al que los "Covered Backs" se sometieron gustosamente, en un clima de gran camaradería y proximidad.

Apoyo a los internos y a la labor penitenciaria

El director del Centro, Jaime González Novo, acompañó a los moteros y voluntarios y les hizo entrega de un obsequio, durante la comida que compartieron los visitantes con los funcionarios del centro, a la vez que les dirigió unas palabras de bienvenida y reconocimiento, destacando la importancia del apoyo que suponía esa visita para los internos y para quienes desarrollan la labor penitenciaria.

Ya por la tarde, la jornada continuó en la piscina del centro, donde se celebró un acto especialmente emotivo, en el que unos 20 internos -hombres y mujeres-, dieron testimonio de su fe en Jesucristo pasando por las aguas del bautismo. El acto fue oficiado por los ministros de culto acreditados por Ferede, que prestan el servicio unificado de asistencia religiosa evangélica en dicho centro, los pastores (y esposos) Pablo J. Sanz y Ana María Troya, con la ayuda de otros colaboradores habituales.

Jubilosa celebración

A los bautismos siguió la celebración de un Culto especial de alabanza, en el salón de actos de la prisión, durante el cual se oró por cada uno de los bautizados y se les hizo entrega de los correspondientes Certificados de Bautismo, en medio de los aplausos y gritos de júbilo de los más de 300 internos e internas que abarrotaban la sala.

En ese clima de celebración y emoción, el pastor y presidente de los “Covered Backs”, Carlos Laborda, tuvo a su cargo una reflexión bíblica que concluyó con un llamado a “recibir a Cristo como Salvador”, al que respondieron positivamente más de 50 personas.

Un trabajo bien hecho, que da frutos

El trabajo de asistencia religiosa en Estremera sigue dando buenos frutos y acumulando reconocimientos por parte de las autoridades y funcionarios de la prisión. Además de la satisfacción, tantas veces expresada por el propio Director de dicho Centro, en esta ocasión los pastores y colaboradores recibieron palabras de reconocimiento y gratitud por parte del Jefe de Servicio (una autoridad muy importante dentro de la dinámica interna de la prisión), que por primera vez supervisaba una actividad evangélica de Culto . “Gracias por mostraros tan cercanos a los presos”, dijo, y añadió: “Me tenéis a vuestra disposición siempre que me necesitéis”.

Evidentemente, tan buen testimonio no se consigue haciendo las cosas sin una gran dosis de entrega y sacrificio. “Los pastores Pablo y Ana Mari viven en la cárcel de Martes a Domingo”, afirman algunos de sus colaboradores más próximos, que dan cuenta así del grado de compromiso con el que se realiza este trabajo, de forma ad honorem, por parte de estos ministros de culto acreditados por Ferede.

Compromiso, y respeto estricto por las normas de seguridad del Centro Penitenciario, lo que les ha merecido un grado de confianza máximo por parte de las autoridades, confianza que ellos usan para beneficio de su trabajo con los presos, pero de la que nunca abusan.

Por su parte, la pastora Ana María Troya, que es también la Coordinadora de dicho servicio de asistencia religiosa unificado en Estremera, reparte los méritos del buen trabajo que se está realizando en esa prisión con “un equipo de colaboradores que comparten un mismo sentir”, y recuerda con solemnidad que “la obra es de Dios”.

Fuente: ACTUALIDAD EVANGÉLICA | FOTOS: M. Gala

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