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Grandes hazañas de grandes personas

(DANIEL BORES, 20/08/2011) Miles de personas visitan diariamente el diario Marca en la web. Casi la totalidad de esas personas leen únicamente las primeras noticias de la página, que tratan única y exclusivamente de fútbol (sí, señoras y señores, siguen importando más las cantidades que se pagan o que se dejan de pagar por un jugador de fútbol que una victoria o un logro deportivo histórico logrado por algún deportista español). Pero las tres o cuatro personas en toda España (y yo diría que en el mundo) que leen las noticias que ocupan los últimos lugares en la página pudieron leer hace unos días una noticia que hablaba de un tal Jaime Caballero. El titular de la noticia, como suele suceder con todos los titulares de noticias deportivas, no dejaba ninguna opción a adivinar el contenido de la misma. "Jaime Caballero vence al Monstruo del Lago Ness".

Aquellas tres (o cuatro) personas que hicieron "click" en la noticia para leerla entera, pudieron enterarse de que ese tal Jaime había nadado 40 km de forma continuada, atravesando el famoso lago escocés. Para quienes no sean buenos con las distancias, quizá sea más impactante decir que estuvo nadando sin descanso durante 12 horas. Un dato curioso, especialmente para quienes han nadado alguna vez en mares, ríos o lagos, es que Caballero nadó durante 12 horas sin neopreno. Baste con señalar que en los últimos metros, antes de llegar y que le cubrieran entero con mantas térmicas, no cesaba de preguntar "¿cuánto queda?". Y la respuesta, seguramente, fuera siempre la misma: diez segundos menos que la última vez que preguntaste. Y es que, tras doce horas nadando en un agua fría como el hielo, con un oleaje que dificultaba el ciclo de respiración y, quién sabe, con ese temor a lo desconocido o a Nessi, el legendario monstruo marino, habitante del lago, el tiempo pasa muy pero que muy lento. Pero Jaime Caballero no nació ayer. Este hombre también nadó 100 km en 27 horas (Bilbao-San Sebastián), hizo la ida y la vuelta por el Estrecho de Gibraltar, dio la vuelta nadando a Mannhatan…

Jaime Caballero / MARCA

Que sea una gesta que tan sólo una docena de personas ha conseguido en toda la historia puede que no sea importante. Que haya sido el primer español en lograr cruzar el Lago Ness sin neopreno puede que no venda demasiado. Que el protagonista de esta historia sea un completo desconocido para la mayoría de los españoles quizá no sea relevante. Pero que los beneficios que ha logrado con esta hazaña, al igual que todos los que ha logrado y logrará, los destine a fines benéficos, eso no puede quedar en el olvido. Me niego, estimados lectores y lectoras. Llamadme lo que queráis, pero me niego a que noticias como esta se queden durante dos o tres días en la última columna de un diario deportivo, en la web, allí donde nadie va a leerlas, y luego se pierda en el mar de la ignorancia y la inexistencia.

Porque a Jaime Caballero no os lo encontraréis aparcando su Ferrari frente a una discoteca de moda. Porque tampoco lo veréis haciendo un anuncio de un perfume. Porque su voz no sonará en un anuncio de radio, ni su foto estará en las marquesinas de las paradas de autobús. El cartero de Correos no buscará su buzón en un chalet de la Moraleja.

Puede ser que os lo encontréis dando un paseo por la Playa de la Concha, o comprando en el Mercadona, o tomando un Acuarius de naranja en una cafetería.

Y en ese momento, si sois capaces de reconocerle, dadle gracias. Por hacer grande el deporte. Por nadar, sufrir y ganar con humildad. Por ocupar tan poco en las noticias de los periódicos deportivos. Por enseñarnos que no siempre se compite por dinero. La Asociación Siempre Adelante, dedicada a la lucha contra la Esclerósis Lateral Amiotrófica, ya se lo ha agradecido.

Autor: Daniel Bores García

© 2011. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.

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