EDITORIAL
Hombres que son institución
"Los hombres pasan y las instituciones quedan". Esta manida frase, tan conocida y tan frecuentemente empleada, tiene trampa. Se utiliza con frecuencia para salvaguardar la dignidad de las instituciones de los comportamientos poco afines de algunos de sus hombres.
En sentido positivo, nos parece más justo reconocer que las instituciones no son nada sin sus hombres y mujeres, que las prestigian y las hacen grandes con su servicio leal y generoso, al servicio del bien común.
Los protestantes españoles tenemos sobrados motivos para estar felices con el desarrollo y los logros de muchas de nuestras instituciones que, siempre vigiladas con rigor y "con lupa" dentro de nuestro ámbito (como debe de ser, para que sigan mejorando y alcanzando sus objetivos), despiertan admiración y son tomadas como paradigma en otros países, dentro y fuera de nuestro entorno europeo.
Fundaciones, instituciones académicas, estructuras denominacionales, organizaciones representativas, etc., que sobrevivieron -heroicamente, en muchos casos-, al asedio nacionalcatólico durante décadas, y que se han desarrollado y extendido de forma imparable en este último período democrático. Sobran motivos para estar felices y agradecidos a Dios por esas instituciones, sí, y es bueno recordárnoslo a pesar de lo mucho que nos quede por hacer y mejorar.
Pero si de algo debemos estar felices y orgullosos, es de las personas que han forjado esas instituciones con su carácter valiente y pionero. Hombres y mujeres comunes y corrientes, con sus virtudes y defectos, pero consagrados a Dios y a su pueblo, que no midieron esfuerzos ni sacrificios para contribuir con su entrega, sus dineros y sus dones, al avance de la obra de Dios en España.
Viene esta reflexión a cuento de varios acontecimientos que se han ido produciendo en las últimas semanas, casi sin que nos diéramos cuenta de ello.
En mayo de este año se cumplieron 55 años de la fundación de
Por otra parte, Juan Antonio Monroy -otra de las figuras clave en la historia reciente del protestantismo español, que fue presidente de Ferede en cuatro períodos-, acaba de publicar sus memorias bajo el título "Un protestante en
Finalmente, esta semana partía a la presencia del Señor el pastor Pere Bonet, a los 92 años de edad, de quien el secretario general de
Y es que hay instituciones que son muy importantes, pero hay hombres y mujeres que "son" institución, y han creado o fortalecido a nuestras instituciones, dejándonos una huella imborrable y nítida como legado. A ellos nuestro reconocimiento y gratitud.
Fuente: ACTUALIDAD EVANGÉLICA
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