"ITINERARIO HEBREO DEL POLITEÍSMO AL MONOTEÍSMO" (PARTE I)
Nueva serie de artículos del Dr. Máximo García Ruiz
Esta serie se inscribe en la línea de investigación que el autor ha desarrollado en obras anteriores y propone un recorrido por los principales temas de la Biblia y de la teología cristiana

Foto de Mick Haupt en Unsplash
(Máximo García Ruiz, 14/10/2025) | El Dr. Máximo García Ruiz presenta en una nueva serie de artículos titulada "Cuadernos de divulgación teológica", en la que ofrece, de forma resumida, un abanico de temas que han sido objeto de su estudio y reflexión durante muchos años, “con el deseo de que puedan ser de utilidad a creyentes y líderes eclesiales para su propia reflexión y formación teológica”, según ha explicado a esta revista.
Esta serie se inscribe en la línea de investigación que el autor ha desarrollado en obras anteriores y propone un recorrido por los principales temas de la Biblia y de la teología cristiana (protestante), comenzando desde el principio de los tiempos, con el “Itinerario del pueblo hebreo de la poligamia al monoteísmo”, el primero de una docena de temas que completarán la serie y que ofrecemos con esta presentación.
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Itinerario del pueblo hebreo de la poligamia al monoteísmo (Parte I)
Introducción
En algunos de nuestros ensayos nos hemos ocupado, con mayor o menor dedicación, de la historia y de las instituciones judías como antecedente y sustrato ideológico del cristianismo; lo hicimos, de forma especial en La Biblia para adultos. Judaísmo, antesala del cristianismo (Grupo Editorial Ponte-Ed. Monte Carmelo, Burgos:2023).
El judaísmo, desde el punto de vista cristiano, plantea múltiples motivos de reflexión; entre otros, consideramos de interés para los lectores de la Biblia, adentrarnos en el tema que abordamos en este Cuaderno de Divulgación Teológica, en el que, necesariamente, volveremos sobre algunos datos ya apuntados en obras anteriores, aunque sin la necesaria atención que ahora le dedicamos.
El objetivo que pretendemos con este Cuaderno es centrarnos en el tránsito que experimenta el pueblo hebreo desde sus orígenes en Mesopotamia, pasando por el período egipcio y la posterior identificación con la cultura cananea, para dar forma al judaísmo como religión monoteísta que cristalizaría finalmente en el cristianismo y, más adelante, sobre el sustrato cultural-religioso de judaísmo y cristianismo, al islamismo. Haremos un recorrido por cada uno de los hitos históricos más representativos; hitos que macan el itinerario seguido por el pueblo hebreo desde el politeísmo al monoteísmo.
Somos conscientes de que, a la hora de establecer el itinerario de ese tránsito centrándonos únicamente en el pueblo hebreo, caemos en un reduccionismo cultural, ya que parcelamos y reducimos nuestro campo de investigación y reflexión al poner nuestra atención en una época exclusiva y una cultura concreta de la historia de la humanidad. Si hubiéramos optado por enfocar el tema desde otras realidades etnográficas y culturales con expresiones religiosas diferentes (jainismo, hinduísmo, budismo, las religiones amerindias, etc.) podríamos encontrar aspectos destacables y matizaciones específicas que podrían hacer aportes de indudable interés, pero el campo de investigación habría resultado excesivo en el marco en el que pretendemos movernos. Optamos por la decisión indicada por tratarse de la que identifica preferentemente nuestra cultura occidental.
Por otra parte, alertamos de que no es nuestra intención llevar a cabo una exégesis del texto que utilizamos de referencia, ni agotara las variantes históricas que irán surgiendo, a no ser en casos que pudieran ser considerados de interés especial. Iremos leyendo el texto bíblico entre líneas, poniendo nuestra atención únicamente en aquellos datos que pongan de manifiesto alguna información concreta a los efectos que investigamos, es decir, el tránsito del politeísmo al monoteísmo.
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Estimación de fechas de interés, todas ellas variables en función de diferentes tradiciones:
. Taré y Abram en Mesopotamia, en el entorno de los años 2.000 a 1.500 a.C.
. Moisés en Egipto (existencia cuestionada por algunos investigadores), en el entorno del año 1.400 a. C.
. Reino de Israel (930-722 a. C.
. Fecha atribuida al libro de Génesis:
> Si se asume que fue escrito por Moisés: siglo XV a. C.
> Si se admite que circulan versiones orales y los primeros escritos parciales, en Canaán (hipótesis documentalista): siglo X a.C.
> Si el escrito definitivo fue redactado en Babilonia: en el siglo VI a. C. procedente de una transmisión en parte oral y sirviéndose de las cuatro fuentes identificadas en la hipótesis documentalista: Yavhista (J), Elohista (E, Deuteronomista (D) y Sacerdotal (P), Es la teoría que defienden los eruditos más prestigiados.
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I
Mesopotamia
La historia del pueblo hebreo arranca en Mesopotamia (zona que ocupa en la actualidad Irak), la tierra de Taré, el padre de Abram (posteriormente Abraham). Es precisamente en Mesopotamia donde emerge la figura del patriarca. Uniendo los vestigios que brinda el texto bíblico, ciertos hallazgos arqueológicos e información especializada dentro del contexto histórico, trataremos de establecer un marco aproximado referido a los orígenes de Abram, como referente histórico al buscar los orígenes del pueblo hebreo.
Es un hecho ampliamente aceptado que Abram, al igual que sus antepasados, era oriundos de Ur, al sur de Mesopotamia, territorio sumerio bañado por los ríos Eúfrates y Tigris, cuna relevante de civilizaciones. Abram y su familia, al igual que sus conciudadanos, en palabras de Josué, “adoraban a otros dioses” (cfr. Josué 24:2), algo que, por otra parte, era común en toda Mesopotamia, ya que la religión ocupaba un lugar prominente en la vida ciudadana y era relevante en el comportamiento de sus gentes, semejante a lo que ocurre y ha ocurrido en otras civilizaciones.
Los dioses más importantes, dentro del amplio elenco de divinidades que tenían los sumerios, eran Anu, el dios del cielo, Enlil, el dios del aire y las tormentas, Nanna (o Sin), el dios de la luna e Inanna, la diosa del amor y de la guerra. No estaremos muy desencaminados si deducimos que tanto Taré como su hijo Abram eran adoradores de los diferentes dioses, seguramente primando alguno en particular, siguiendo las costumbres de sus conciudadanos. El politeísmo formaría parte de su cultura.
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(Próxima entrega: II – Abraham. La promesa)
Autor: Máximo García Ruiz. Octubre 2025 / Edición: Actualidad Evangélica
© 2025- Nota de Redacción: Las opiniones de los autores son estríctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.
*MÁXIMO GARCÍA RUIZ, nacido en Madrid, es licenciado en Teología por la Universidad Bíblica Latinoamericana, licenciado en Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctor en Teología por esa misma universidad. Profesor de Historia de las Religiones, Sociología e Historia de los Bautistas en la Facultad de Teología de la Unión Evangélica Bautista de España-UEBE (actualmente profesor emérito), en Alcobendas, Madrid y profesor invitado en otras instituciones. Pertenece a la Asociación de Teólogos Juan XXIII. Ha publicado numerosos artículos y estudios de investigación en diferentes revistas, diccionarios y anales universitarios y es autor de 31 libros y de otros 14 en colaboración, algunos de ellos en calidad de editor.
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