ANÉCDOTAS DE UN PASTOR JUBILADO (10) / por MÁXIMO GARCÍA RUIZ
Cherokees
"... Talequah (Oklahoma) es la capital del condado Cherokee. Es, por ello, la capital de la Nación Cherokee, reconocida a nivel federal como la sede de dicha nación."
(Redacción, 18/09/2024) Octubre de 1983. En mi condición de Promotor-Coordinador de Misiones y Evangelización de la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE), había negociado y firmado un convenio de cooperación de las iglesias de la UEBE con la Convención Bautista de Oklahoma-Estados Unidos.
Entre otras muchas actividades que fueron organizadas, se contrató con una agencia publicitaria una gran campaña de publicidad de las iglesias de la Unión en todo el territorio nacional, mediante anuncios en periódicos y vallas.
Lo más relevante del acuerdo fue promover un viaje de 33 pastores españoles a Oklahoma para mutuo conocimiento, participar mediante la predicación en sus iglesias, y visitar sus instalaciones y su Centro de campamentos. De igual forma se realizaría un viaje de pastores y laicos procedentes de Oklahoma para colaborar con las iglesias españolas.
Madrid-Nueva York-Washington-Oklahoma. A mí me fueron asignadas una iglesia en la ciudad de Tulsa y otra en la ciudad de Tahlequah. La anécdota que quiero transmitir está relacionada con esta segunda ciudad.
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Talequah es la capital del condado Cherokee. Es, por ello, la capital de la Nación Cherokee, reconocida a nivel federal como la sede de dicha nación que, por razones históricas en las que no podemos detenernos, sus habitantes gozan de muchos privilegios. Allí tienen los cherokees instalado su cuartel general y, tanto el hotel principal (en el que estuve alojado) como otros importantes negocios, forman parte del patrimonio y actividad cotidianas de los cherokees. Pude visitar un museo en el que se conservan objetos y muy variada información de su historia.
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Ubicados ya en el lugar, vamos con la anécdota. “¿Le gustaría saludar al Gran Jefe Cherokee?”, me preguntó el pastor. Los ojos se me debieron poner como platos y le conteste de inmediato. “Por supuesto”. Gestionó la visita para el día siguiente. “Todo en orden”, se disculpó, “aunque lo siento mucho pero la visita no podrá ser en las oficinas del Cuartel General Cherokkee a causa de compromisos ya adquiridos, pero sí nos recibirá en su oficina”. Por el camino me fue explicando que se trataba, además, del director del Banco de Talhequah, y allí nos dirigimos.
Todo allí era lujoso y grandioso, propio de un estado rico en petróleo. Yo estaba expectante esperando ver aparecer al jefe cherokee. Pues no, no se trataba de un indio luciendo su tocado de plumas en la cabeza, sino de un anglosajón de cerca de dos metros luciendo un elegante y moderno traje de ejecutivo. Mi cara de asombro debía decirlo todo.
Le pregunté, claro. Y me explicó que para ser considerado cherokee y acreedor a su dignidad y otros privilegios, era preciso poder demostrar que se tenía un porcentaje determinado de sangre cherokee y no siempre la apariencia se correspondía con esos porcentajes. Él mismo, comentó, por no tener la apariencia física de la mayoría, había tenido serias dificultades para ser reconocido y elegido jefe cherokee.
¿Cómo podría yo demostrar que había estado con el Gran Jefe Cheroikee cuando enseñara las fotos?, le argumenté. Me entregó un diploma mediante el cual era nombrado Ambassador of Gooduill de la Nación Cherokee, con todos los honores que llevaba implícitos. Sigo pendiente de conocer cuáles son esos privilegios.
Autor: Máximo García Ruiz. Septiembre 2024 / Edición: Actualidad Evangélica
© 2024- Nota de Redacción: Las opiniones de los autores son estríctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.
*MÁXIMO GARCÍA RUIZ, nacido en Madrid, es licenciado en Teología por la Universidad Bíblica Latinoamericana, licenciado en Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctor en Teología por esa misma universidad. Profesor de Historia de las Religiones, Sociología e Historia de los Bautistas en la Facultad de Teología de la Unión Evangélica Bautista de España-UEBE (actualmente profesor emérito), en Alcobendas, Madrid y profesor invitado en otras instituciones. Pertenece a la Asociación de Teólogos Juan XXIII. Ha publicado numerosos artículos y estudios de investigación en diferentes revistas, diccionarios y anales universitarios y es autor de 31 libros y de otros 14 en colaboración, algunos de ellos en calidad de editor.
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