EL EVANGELISTA EXPANDILLERO PROCLAMÓ EL PODER DEL EVANGELIO EN MADRID

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Luciendo un estado de forma admirable a sus 85 años, el evangelista Nicky Cruz habló durante 50 minutos sin dar muestras de cansancio, compartiendo al público reunido en la plaza su dramático testimonio de conversión a Cristo.

Nicky Cruz este sábado, en la Plaza de Juan Goytisolo, en Madrid / Captura

(Redacción, 07/05/2024) Bajo el lema “Verdaderamente libres”, el pasado sábado 4 de mayo se celebró un acto de proclamación evangelística en el corazón de Madrid, España, con la participación especial del expandillero y evangelista portorriqueño-estadounidense, Nicky Cruz.

Más de 2000 personas se concentraron desde las 19 hs en la Plaza de Juan Goytisolo, pegada al Museo Reina Sofía, para disfrutar de una fiesta espiritual que sirvió de broche de oro al Congreso “Fuego en tus huesos”, evento internacional organizado por iglesias y fraternidades de pastores de la región, conjuntamente con el Consejo Evangélico de Madrid, que reunió a un millar de congresistas desde la tarde del jueves 2 hasta el mediodía del sábado 4, en la sede de la Iglesia Evangélica Salem.

Luciendo un estado de forma admirable a sus 85 años, el evangelista Nicky Cruz habló durante 50 minutos sin dar muestras de cansancio, compartiendo al público reunido en la plaza su dramático testimonio de conversión a Cristo. De cómo, siendo un joven violento, líder de una peligrosa pandilla en los suburbios de Nueva York en los años 50, atormentado por el recuerdo de una infancia cruel y miserable, el Reverendo David Wilkerson lo confrontó con el poderoso amor de Dios.

Su historia, convertida en un libro bestseller titulado La Cruz y el puñal, fue llevada a la pantalla en 1971 bajo el mismo título. Erik Estrada, popular actor de una serie policial muy exitosa por entonces -Chips-, interpretaba a Nicky Cruz; mientras que el cantante y actor cristiano Pat Boone daba vida en el filme al Rev. David Wilkerson.

“Cuando las chicas veían a Erik Estrada en la película creían que él era el verdadero Nicky. Luego me veían a mí y se decepcionaban”, bromeó Cruz, encogiéndose de hombros en un gesto de resignación.

UNA FAMILIA "BAJO MALDICIÓN"

“Nací en Puerto Rico, en una familia que estaba bajo una maldición”, dijo Cruz, abandonando la sonrisa a medida que iniciaba el relato de sus años más oscuros.

“Mi padre era un sacerdote satánico y mi madre una bruja… de allí salí yo”, continuó, abundando en detalles sobre los malos tratos que le infligía su madre, que incluían palizas, encierros y maltrato psicológico y espiritual.

“Éramos 17 hermanos varones y una hermana mujer… mi madre me odiaba”.

“Un día, cuando tenía 9 años, mi madre me tomó por los bracitos y me miró con unos ojos llenos de odio, de color anaranjado, y me dijo cosas que ningún niño debería escuchar de su madre”, recordó emocionado. “Tú eres un hijo del diablo… Maldigo el día en que te traje al mundo… eres un miserable, no tienes parte en esta familia”.

“Así que con 9 años me quise ahorcar… me subí a un árbol y me até una cuerda al cuello… pero mi hermano Coqui gritó, ¡no lo hagas, Nicky!... Allí mismo juré que jamás iba a amar a nadie y que jamás iba a llorar… y me marché de casa”, cuenta.

EN LA PANDILLA PARA SOBREVIVIR EN “LA SELVA” DE NUEVA YORK

“Tenía un hermano en Nueva York, por eso me fui para allá, pero no fui a la casa de mi hermano, me quedé en la calle… hacía mucho frío, dormía en la calle, en los trenes, hasta que la policía me echaba”, cuenta.

“En esa época conocía a mi amigo Israel, en la calle, me invitó a la pandilla… había que pertenecer a una pandilla para no morir, para tener protección… me sometí a los ritos de iniciación… no tenía miedo a morir ni a sufrir, estaba lleno de odio y violencia, así que pronto me convertí en el líder de la pandilla”.

“Con 17 años vi morir a mi amigo más cercano de 32 puñaladas… y no pude llorar, estaba seco emocionalmente, solo me mordí los labios”, dice.

UN PREDICADOR RURAL, "FLACO COMO UN FIDEO", LLEGA A LA SELVA

“Un día llegó a nuestro territorio, una selva de cemento donde reinaba la muerte, un joven predicador rural, un hombre de campo; era el pastor David Wilkerson”, recuerda. “Era flaco como un fideo, con su traje negro, su camisa blanca y su corbata muy delgada… fui a echarlo y le prohibí hablar amenazándole con matarlo si seguía… Pero ese hombre delgado tenía sobre su persona una presencia poderosa (ahora sé que era el Espíritu Santo, dice)… Me miró con firmeza y me dijo: Nicky, me podrías matar y cortarme en mil pedazos, pero cada uno de esos pedazos te gritaría: ¡Cristo te ama!”.

“¡Cristo te ama, Nicky!”. Cruz cuenta cómo esas palabras lo persiguieron durante días, lo provocaban y violentaban… De cómo creía ver el rostro de su madre recordándole que él era un hijo del diablo…”.

“AQUELLA NOCHE EN EL TEATRO… SE ROMPIÓ LA MALDICIÓN”

El clímax de la película La Cruz del puñal, y de la historia real de Nicky Cruz y otros muchos jóvenes negros, latinos, italianos -Los Mau-Mau, Los Obispos, etc-, es la escena en el teatro al que el pastor Wilkerson invita las pandillas a un culto evangelístico.

“David era un hombre un poco ingenuo”, recuerda Nicky. “Me invitó a la reunión y yo acepté ir… con 75 miembros de mi pandilla… vimos el encuentro como una oportunidad para pelear… allí estábamos 12 pandillas enemigas en ese teatro esa noche y unas 2000 personas en total… Aquello iba a ser un baño de sangre”, pensaba.

Pero lo que ocurrió fue otra cosa. Allí, mientras Wilkerson explicaba cómo Cristo había sido crucificado por amor a los pecadores, el Espíritu de Dios quebrantó a todos los presentes. “Mi amigo Israel estaba tocado y quería pasar al altar, al llamado del evangelista, pero yo me resistía"…

"Quiero pasar, pero tú debes pasar conmigo, Nicky. Sabes bien que si no aceptamos esta oportunidad, es probable que muramos esta noche”.

“Acepté acompañar a Israel a regañadientes, pero al estar en la plataforma, nadie me tocó, pero sentí que una fuerza me empujaba desde arriba y caí de rodillas… y entonces algo pasó, empecé a llorar… el amor de Cristo estaba sanando mi corazón… lloré sin parar… ese día Dios cambió mi corazón, me cambió para siempre”, dice.

“Yo no buscaba el amor, pero el Amor [de Dios] me buscó a mí”, reflexionó.

Tras concluir su relato, mirando a la multitud, en esa plaza soleada de Madrid, casi 70 años después de aquella experiencia transformadora, habiendo recorrido el mundo contando su testimonio y anunciando el poder del Evangelio de Jesucristo en decenas de países, el expandillero Nicky Cruz, ex “hijo del diablo” adoptado como “hijo de Dios”, llamó a los presentes a recibir ese mismo Amor en sus vidas: “Si Cristo cambió a Nicky Cruz, Él puede cambiar tu vida; si Cristo cambió a mi familia (antes había explicado cómo él mismo pudo perdonar y llevar al Señor a su madre exbruja, a su padre exsatanista y a varios de sus hermanos), Él puede cambiar tu familia. ¡Cristo te ama! ¡Cristo te ama!”, clamó.

UNA FIESTA PARA EL ESPÍRITU

El acto completo se prolongó por espacio de dos horas, aproximadamente, y contó con la participación de destacados músicos cristianos, entre ellos el DJ Marcos Cruz, el grupo celta Sal150 y el dúo flamenco Juan Ramón y Rocío. En el cartel estaba anunciado también el cantautor y ganador de dos Grammys Latinos, Marcos Vidal, pero a última hora éste no pudo asistir por un problema de salud.

Puede escucharse el mensaje completo de Nicky Cruz en el siguiente vídeo en Youtube.

Y en este otro puede ver el evento completo, con el mensaje de Cruz y las actuaciones de los músicos que le acompañaron.

Fuente: Entrecristianos.com / Redacción: Actualidad Evangélica