SIN ÁNIMO DE OFENDER / POR JORGE FERNÁNDEZ
"No se qué me causa mayor perplejidad, si la crueldad gratuita de Putin y sus cómplices, o su flagrante hipocresía..."
El momento en que una mujer embarazada es rescatada tras el bombardeo al hospital materno infantil de Mariúpol / Foto: EVGENIY MALOLETKA (AP)
(JORGE FERNÁNDEZ, 16/03/2022) Me declaro ProVida -quienes me conocen lo saben- sin pretender definir en este breve espacio lo mucho que eso significa para mí, una etiqueta con frecuencia reducida, ideologizada, politizada, censurada o manoseada.
Lo único que diré en estas líneas, es que no soy "ProVida" como #Putin, cuya hipocresía sin límites le ha bastado para que en algunos sectores conservadores se le haya considerado, hasta hace apenas un mes, un aliado en "la defensa de la vida, los valores familiares, la Patria, la religión...".
Si una imagen vale más que mil palabras, es ésta que encabeza estas breves líneas, la de esta madre ucraniana, rescatada de entre los escombros humeantes del Hospital Materno Infantil de Mariúpol (en el fondo de la imagen), completamente destruido por los bombarderos enviados por Putin a "liberar a Ucrania de los nazis" (sic).
Luego supimos que esa madre, que agarraba con desesperación su vientre herido, moriría, al igual que su bebé.
No se qué me causa mayor perplejidad, si la crueldad gratuita de Putin y sus cómplices, o su flagrante hipocresía...
© Jorge Fernández Basso – Madrid, 16 de marzo de 2022
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