OPINIÓN / EDITORIAL
EDITORIAL. Evangélicos y coronavirus: una respuesta responsable
Tras la declaración este viernes del Estado de Alarma por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y mientras esperamos a conocer las medidas que se aprobarán , nos parece justo reconocer la respuesta de unidad y responsabilidad de las iglesias evangélicas en esta crisis
(Redacción, 13/03/2020) La solicitud por parte de FEREDE a sus iglesias, de suspender sus cultos dominicales por al menos 15 días, ha sido acogida por el liderazgo evangélico con general satisfacción, al suponer un respaldo a decisiones que ya estaban tomando por su cuenta pastores, iglesias locales y Consejos Evangélicos Autonómicos.
En los sucesivos comunicados y notas informativas emitidas por la oficina de prensa de FEREDE desde el inicio de la crisis, puede seguirse el rastro de la evolución de las recomendaciones que la Federación Evangélica ha ido difundiendo entre las iglesias evangélicas, en consonancia con las recomendaciones públicas y privadas que las autoridades sanitarias iban indicando día a día. Públicas, las que se han hecho en las comparecencias diarias del Ministerio de Sanidad a toda la población. Privadas, las que, a partir de las dos reuniones sucesivas mantenidas la semana pasada con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, con el Dr. Fernando Simón, y con las máximas autoridades sanitarias a nivel autonómico, se les hicieron a los representantes evangélicos.
Los representantes evangélicos explicaron a las autoridades que las recomendaciones a sus iglesias se harían de forma progresiva y proporcionada, siendo la suspensión cautelar de los cultos dominicales la última (y no la primera) de esas recomendaciones. “Los cultos son un espacio útil para informar, formar y contener emocional y espiritualmente a las personas. Sería una medida extrema la suspensión de los mismos”, fue el argumento. |
En las citadas reuniones con las autoridades, los representantes evangélicos pidieron que no se señalara a los evangélicos de forma injustificada como “grupos de riesgo”, teniendo en cuenta de que hasta ese momento solo había dos de nuestros más de 4.000 lugares de culto afectados por algunos contagios -uno en Leganés-Alcorcón (Madrid) y otro en Haro (La Rioja)- y en ambos casos la situación estaba bajo control gracias a la buena colaboración entre las iglesias y las autoridades autonómicas. También se estableció una interlocución directa con el Ministerio de Sanidad para dar seguimiento a los casos que pudieran producirse dentro de la comunidad evangélica y tomar las medidas necesarias para atajarlos.
Asimismo, los representantes evangélicos explicaron a las autoridades que las recomendaciones a sus iglesias se harían de forma progresiva y proporcionada, siendo la suspensión cautelar de los cultos dominicales la última (y no la primera) de esas recomendaciones. “Los cultos son un espacio útil para informar, formar y contener emocional y espiritualmente a las personas. Sería una medida extrema la suspensión de los mismos”, fue el argumento.
Algunos días después, el cambio de escenario nos ha situado en una nueva tesitura, como se explica en el último comunicado de FEREDE, recomendando la suspensión temporal, también de los cultos.
“Creemos que esta es la respuesta adecuada para ayudar al control de la grave situación de expansión de la infección por coronavirus del momento, y coincide con lo que ya muchas iglesias están haciendo por iniciativa propia o por sugerencia de esta Federación en consultas privadas”.
Desde el liderazgo de las grandes denominaciones, fraternidades de pastores y de los más influyentes líderes eclesiales, coinciden en señalar que la decisión de suspender eventos, reuniones y, ahora, los cultos dominicales, se ha tomado en la mayoría de los casos “por unanimidad” y “por estricto sentido de la responsabilidad” |
Los informes que llegan a la oficina de prensa de FEREDE desde los Consejos Evangélicos Autonómicos, desde el liderazgo de las grandes denominaciones, fraternidades de pastores y de los más influyentes líderes eclesiales, coinciden en señalar que la decisión de suspender eventos, reuniones y, ahora, los cultos dominicales, se ha tomado en la mayoría de los casos “por unanimidad” y “por estricto sentido de la responsabilidad”.
A NUESTROS REPRESENTANTES POLÍTICOS
Tras la declaración este viernes del Estado de Alarma por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y mientras esperamos a conocer las medidas que se aprobarán en la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros que tendrá lugar mañana sábado, nos parece justo reconocer esta respuesta de unidad y de responsabilidad evangélica, así como la excepcional respuesta ciudadana desde distintos sectores de la sociedad civil. Respuestas que merecen una reciprocidad por parte de nuestros líderes políticos, a quienes les pedimos unidad, humildad, sensibilidad y solidaridad, dejando este delicado asunto fuera de la disputa partidaria, siempre legítima en otros muchos temas, pero que sería una grave irresponsabilidad en este caso.
Por nuestra parte, además de las medidas comentadas y las que mañana puedan anunciarse, como “pueblo de sacerdotes” [1] -y sacerdotisas-, las iglesias evangélicas de España estamos impulsando y participando en diversas iniciativas que nos invitan a orar desde nuestras casas por nuestro país, por las autoridades, y por el conjunto de la ciudadanía, pidiendo a Dios sabiduría y su favor para vencer pronto esta peligrosa epidemia; rogando especialmente protección para las personas más vulnerables, en España y en el mundo.
Fuente: Actualidad Evangélica