OBITUARIO / por CARLOS LÓPEZ LOZANO

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Rvdo. Dr. Luis Alberto Quiroga 

(IERE, 19/02/2019) El Rvdo. Dr. Quiroga fue canónigo de la Catedral del Redentor en Madrid. Llegó a España como obrero fraternal de la Iglesia Episcopal Americana, a principio de los años 80, para colaborar como profesor del Seminario Unido de Madrid. Su llegada coincidió con los últimos años del episcopado del obispo Ramón Taibo.  

Aunque nacido en Colombia, desde su juventud vivía en los Estados Unidos; después de doctorarse en Teología en la Universidad de Princeton, trabajo en Puerto Rico, en la isla de Vieques, donde conoció a varios de los presbíteros de la Iglesia Española Reformada Episcopal que habían marchado a este país durante la dictadura franquista, buscando condiciones más favorables para su trabajo pastoral. Entre otros, conoció al Rvdo. Ignacio Morales Nieva, hermano del famoso autor teatral Francisco Nieva. Ignacio había sido maestro de capilla en la Catedral del Redentor de Madrid. 

Desde Puerto Rico pasó a Nueva York, dónde trabajo en el ministerio Hispano en la Parroquia de Sant James. Finalmente, llegó a España donde además de profesor del Seminario Unido de Teología (SEUT) y canónigo de la Catedral, asesoró en muchos aspectos de su ministerio al obispo Arturo Sánchez. La enfermedad mortal de su primera esposa le llevó a regresar a los Estados Unidos y establecerse en Florida, donde finalmente su esposa falleció. En Florida, al cabo de los años y ya jubilado, contrajo nuevas nupcias; colaboró con algunas parroquias episcopales cercanas a la ciudad de Miami, teniendo siempre un ministerio muy activo. Posteriormente, volvió a España para ayudar al obispo Carlos López con su consagración episcopal, debido a la complejidad que suponía la presencia del arzobispo de Canterbury, el doctor George Carey, que fue el consagrante principal.

Durante los más de 30 años que ha estado jubilado en Miami, no ha cesado de viajar y colaborar con Iglesias y parroquias en su Colombia natal y en los Estados Unidos. En España dejó un gratísimo recuerdo entre sus compañeros de ministerio y alumnos del seminario. Destacó siempre por su carácter moderado y conciliador, su capacidad de trabajo, su entusiasmo por los proyectos de la Iglesia, su fidelidad al Obispo y su visión tradicional del cristianismo. El pasado sábado 16 de febrero a las tres de la mañana entró en la presencia del Señor. Gracias sean dadas a Dios por su vida y ministerio. Descanse en paz.

Fuente: Iglesia Española Reformada Episcopal / Obispo Carlos López Lozano