SILBO APACIBLE / por GUILLEM CORREA

La democracia es la herramienta, no la finalidad.

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GUILLEM CORREA, 27/05/2016 |  Todos recordamos que un día nos enseñaron que la democracia es el mejor de los sistemas políticos posibles. Y la gran mayoría de nosotros lo creímos y lo seguimos creyendo.

También todos recordamos cuántas veces se nos ha repetido últimamente que los europeos han abandonado la fe. Que Europa ha dejado la religión atrás y que la prosperidad haría de Europa un continente como ningún otro.

La finalidad es una sociedad más justa, más equilibrada, más respetuosa con ella misma, que no se avergüence de los derechos humanos cuando llaman a su puerta.

Nos habíamos creído eso de que éramos mejor que el resto. Tal vez no lo habíamos creído todos, pero sí una inmensa mayoría y, sobre todo, nos lo querían hacer creer las clases dirigentes.

El drama de los refugiados nos ha llevado de repente a nuestra realidad menos querida. Europa no sabe cómo resolver un conflicto de derechos humanos.

Creíamos que con la democracia teníamos suficiente para resolver todos nuestros conflictos sociales de una manera justa y equilibrada. Habíamos olvidado que la democracia es sólo una herramienta pero que no es la finalidad.

GUILLEM

La finalidad es una sociedad más justa, más equilibrada, más respetuosa con ella misma, que no se avergüence de los derechos humanos cuando llaman a su puerta.

Necesitamos una Europa demócrata, pero también necesitamos una democracia en valores. Y los valores no crecen del árbol. La mayoría de valores crecen de la fe.

Que cada uno elija su fe como yo he elegido la mía. Pero evitamos caer en la trampa que se puede vivir sin fe. Es como decir que podemos vivir sin valores.

Naturalmente que se puede vivir, pero: ¿nos gusta lo que encontramos como respuesta?

Autor: Guillem Correa Caballé

© 2016. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA. Las opiniones de los autores son estríctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.

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