SILBO APACIBLE / POR GUILLEM CORREA

Mariano, punto y seguido

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Guillem Correa (i) junto a Mariano Blázquez (d) el pasado sábado 7 de mayo / Foto: MGala

(GUILLEM CORREA, 10/05/2022) | El Ministerio de nuestro querido hermano y amigo Mariano Blázquez es un punto y seguido en la historia del protestantismo. Este pasado sábado 7 de mayo, en un emotivo y solemne culto, el testigo como Secretario Ejecutivo de la FEREDE pasó, formalmente, a manos de la nueva responsable- nuestra querida hermana Carolina Bueno.

Mariano se hizo responsable del cargo en un momento difícil de nuestra historia compartida y lo deja en un momento dulce de nuestra historia en común.

Nuestro hermano Mariano ha estado durante 28 años al cargo de la difícil tarea de coordinar a la Iglesia Evangélica para poder representarla frente a las autoridades administrativas, al resto de la sociedad civil y religiosa y frente a la propia Iglesia Evangélica.

Esta triple representación no ha sido nada fácil por lo que su trabajo es todavía más meritorio- si cabe.

Representarnos frente a unas autoridades en las que el método histórico ha sido el inducirnos a adaptarnos a los textos administrativos en lugar de adaptar dichos textos a nuestra realidad.

Representarnos frente a la sociedad civil sin disponer de los medios necesarios e imprescindibles para hacerlo sin que nadie note demasiado que carecemos de esos medios.

Representarnos frente a nuestros mismos en tres frentes: En el frente de los que reiteradamente se dedican a desprestigiar nuestras propias instituciones eligiendo permanecer al margen de las mismas. En el frente de los que quieren sustituir nuestras actuales instituciones para impulsar las suyas. En el frente de quienes escogen resolver las diferencias desde el desapego y la palabra airada olvidando que hay una manera y un estilo cristiano de hacerlo.

Un Mariano vulnerable

Los que conocemos a Mariano sabemos que no le gusta esconder sus vulnerabilidades lo cual le ha costado más de un innecesario disgusto. Innecesario, pero disgusto- al fin y al cabo. Disgusto porque siempre hay a quien le cuesta perdonar, incluso entre nosotros, a los que abren su corazón. Abrir el corazón incomoda a algunos y muestran su incomodidad manifestando su enfado no tanto por las ideas que se acaban de exponer sino por las emociones que se han puesto de manifiesto.

Sin embargo, se necesita tener valor para ser públicamente vulnerable y Mariano es uno de nuestros grandes dirigentes evangélicos que tiene ese valor.

Un Mariano con convicciones

Todavía recuerdo la primera y larga conversación que tuvimos por teléfono al poco de ser nombrado para ocupar la responsabilidad de Secretario Ejecutivo de la FEREDE. Podría decir que no coincidimos en nada o en casi nada en nuestro análisis, pero prefiero recordar que nos comprometimos mutuamente a entendernos desde nuestras convicciones.

Entendí que la única manera de entendernos era encontrarnos en el argumento.

Los argumentos de los demás han ido entrando poco a poco a formar parte de la geografía de Mariano para forjar un nuevo y más enriquecedor paisaje. Un jardín en el que cada vez se ha ido abriendo más a los demás, aunque con unas fronteras variables que han ido cambiando en todos estos años porque ser permeable a las convicciones de los demás no significa perder las propias convicciones.

Un Mariano resolutivo

El final de una etapa se mide tanto por el talante como por los resultados, pero cuando los resultados no siempre dependen de uno mismo, también se mide por la constancia en buscar conseguirlos.

Esa voluntad de mantenerse en la defensa de los principios y de los intereses, aunque en ocasiones fuera sin los necesarios apoyos interiores, ha caracterizado a Mariano y ha presidido su gestión.

La suya ha sido una palabra reiterada, una reivindicación no olvidada y una constancia en reescribir el documento de turno- cuantas veces hiciera falta, para defender los derechos y libertades de la Iglesia Evangélica, del resto de minorías religiosas y de la Libertad Religiosa en general.

Y lo ha hecho ganándose el respeto de políticos y gestores públicos, de la Comisión Permanente de la FEREDE, de la Comisión de Coordinación de los Consejos Evangélicos y de la Plenaria.   

Un Mariano amigo de sus amigos

Pero el lado más humano de Mariano lo hemos encontrado en la lealtad que ha tenido con sus amigos y en la lealtad con la que le han correspondido sus amigos.

No es fácil construir una amistad, y todavía es más difícil mantenerla cuando los intereses que defienden cada una de las partes no son coincidentes. Pero es la capacidad de mantener la amistad por encima del desacuerdo cuando la amistad alcanza su máxima expresión porque no está basada en la coincidencia de pareceres sino en la decisión de cultivar esa amistad más allá de la discrepancia.

En definitiva: Un Mariano que ha dejado su huella en la historia de nuestra Iglesia y más allá de nuestra Iglesia porque ha sido capaz de ser a la vez vulnerable, convencido de sus convicciones, resolutivo en su gestión sin dejar de ser amigo de sus amigos, en un mundo en el que se ha tenido que enfrentar a una administración política demasiadas veces ensimismada, a una sociedad en la que todavía no nos ha dado cabida y a una parte del protestantismo que reiteradamente piensa que lo sabría hacer mejor de lo que se ha estado haciendo actualmente.

Claro que para lograrlo tampoco ha caminado en solitario su camino. Ha contado con una Permanente de la FEREDE que ha sabido debatir en privado para ser una misma voz en público, con unos Servicios Centrales que han respaldado su gestión y han respondido con cariño cuando el cariño ha sido necesario y con unos Consejos Evangélicos que han sabido mantener la lealtad institucional incluso cuando las miradas han sido diferentes.

Guillem CorreaPero lo mejor de este artículo, como lo mejor en la vida de Mariano, es lo que todavía está por venir porque lo que se ha escrito hasta ahora es sólo un punto y seguido de lo mucho que queda por contar sobre la vida y el Ministerio de nuestro querido hermano y amigo Mariano.

Autor: Guillem Correa Caballé

© 2022. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA. Las opiniones de los autores son estrictamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.

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