SIN ÁNIMO DE OFENDER

Abraham, ¿el primer astrómetro?

( 1 Voto )
a / A
Larger Font Smaller Font
JORGE FERNÁNDEZ(JORGE FERNÁNDEZ, 06/09/2013) | Leo impresionado los detalles del trabajo que la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) se propone realizar, a través del poderoso telescopio Gaia, de cartografiar mil millones de estrellas de nuestra Galaxia.

Me impresiona el espectacular avance científico, teniendo en cuenta que la medición más avanzada realizada hasta ahora por el predecesor de Gaia –Hipparcos- fue de 118.000 estrellas, en un censo realizado entre 1989 y 1993, lo que supone un salto tecnológico y científico indudable.

Pero me impresiona mucho más el dato de que, esas mil millones de estrellas, ¡constituyen apenas el 1% de la población estelar de nuestra Vía Láctea!

El interés científico es enorme, obviamente. Los astrónomos estiman que podrán detectar entre 10.000 y 50.000 planetas extrasolares de tamaño similar al de Júpiter o mayores, así como 500.000 quásar lejanos y astros de las galaxias vecinas Andrómeda y las dos Nubes de Magallanes. “El primer reto científico del Gaia es hacer arqueología de nuestra galaxia”, afirma Carmen Jordi, científica del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña.

LA HAZAÑA DE "HIPARCO"

En 1989 el satélite de la ESA, Hipparcos, en órbita terrestre, inauguró la era de la astrometría espacial. La astrometría es la ciencia que estudia la posición y movimientos de los objetos estelares. Hipparcos realizó durante varios años múltiples mediciones que permitieron, tras una ardua labor de procesado de datos, crear un nuevo catálogo astrométrico con 100.000 estrellas, 100 veces más preciso que los anteriores.

20130906-1
Ilustración del telescopio 'Gaia' sobre una fotografía de la Vía Láctea. / ESA/MEDIALAB/ESO/S. BRUNIER

Mucho ha llovido desde que el griego Hiparco realizara el primer catálogo estelar, allá por el 129 a.C. Con la única ayuda de sus ojos, Hiparco registró de modo sistemático la posición y brillo relativo de unas 1.000 estrellas.

Mucho antes, casi dos milenios antes, hallamos al patriarca Abraham ante un desafío similar. “Cuenta las estrellas si las puedes contar”, le dijo el Señor, antes de darle una extraordinaria promesa: “¡Así será tu descendencia!”. [1] Y Abraham creyó a Dios, pese a que era ya viejo y su mujer estéril... y se convirtió en el "padre de la fe".

Para los creyentes, y muy especialmente para los creyentes en Jesucristo, esta escena constituye una fuente de inspiración permanente. Los avances científicos más recientes no hacen más que magnificar la dimensión de “la promesa” y del desafío que supone para todo creyente levantar los ojos al cielo en medio de nuestras muchas limitaciones, cavilaciones y dudas, y confiar en Aquel en cuyas manos están nuestros destinos, nuestro bien eterno y nuestra esperanza.

El sensor podría medir, desde la Luna, la uña de una persona en la Tierra


Un comentario de la doctora Carme Jordi, aludida en la citada noticia, nos ofrece una singular ilustración de otra verdad espiritual. Nos dice que, para hacer el censo, el Gaia, lleva un sensor tan sensible que “sería capaz de medir desde la Luna una uña de una persona en la Tierra”.

¡Cómo no recordar, pues, al profeta Isaías!, hablándonos del incomparable Dios de Israel, aquel que midió las aguas en el hueco de su mano, y los cielos con su palmo...”  [2]

Cómo no recordar las alentadoras palabras del Señor Jesús, recordándonos que “aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados” (¡cuánto más las uñas de los pies!), y animándonos a confiar en su poder y provisión. “No temáis, pues...” [3]

Tal vez sea exagerado pensar en Abraham como el primer “astrómetro”, al menos en un sentido estrictamente científico. Concedamos ese mérito al sabio Hiparco. Pero el resultado de la observación de Abraham es de una dimensión mucho más trascendente. Su legado para la humanidad son unos beneficios, que ninguna observación científica ha podido proporcionarnos jamás: los beneficios de la esperanza y de la fe, en medio de la más oscura noche.

Casi nada...

Autor: Jorge Fernández

[1] Génesis 18:1 - La Biblia (RVR)

[2] Isaías 40:12 - La Biblia (RVR)

[3] S. Lucas 12:7- La Biblia (RVR)

© 2013. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.

Otros Artículos de Jorge Fernández