PENSAMIENTO

El burka y el islamismo pol铆tico

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jlopezcamps(JORDI L脫PEZ CAMPS, 13/04/2011) El debate sobre el uso del burka y el niqab debe hacerse con sentido com煤n y venciendo los miedos o precauciones que se tienen a la hora de hablar sobre esta cuesti贸n. Estar en contra del burka y del niqab no es sin贸nimo de islamofobia, ni el dudar sobre la conveniencia de regular su uso es una manifestaci贸n de buenismo. Ni una cosa, ni la otra. Difundir este estereotipo, s铆 que es un acto contaminado de un gran peso ideol贸gico.

Una mirada atenta sobre esta cuesti贸n permite descubrir que detr谩s del uso del burka y del niqab se manifiestan dos fen贸menos similares, pero de diferente origen y trascendencia. Hay mujeres que adoptan estas vestimentas porque son fundamentalistas y creen que, por estrictas razones religiosas, deben ser invisibles al resto de los humanos excepto a su marido y a los seres m谩s cercanos. Podr铆amos calificar esta actitud como de fundamentalismo religioso. Se trata de una actitud pasiva y defensiva. Y como tal debe tener un determinado tratamiento. Pero hay otra raz贸n que justifica el uso del burka y del niqab. Es el caso de aquellas mujeres que lo hacen con actitud combativa y agresiva porque lo ven como una extensi贸n de su islamismo pol铆tico. En este caso, la manera de abordar la cuesti贸n debe ser muy diferente de cuando se trata de unas motivaciones religiosas.

Las mujeres que antes de ayer exhibieron ostentosamente sus burkas en Paris no eran fundamentalistas religiosas, sino personas alineadas con el islamismo pol铆tico. S贸lo desde esta postura se entiende que el primer d铆a de prohibici贸n estas mujeres adoptaran un gesto totalmente contradictorio con el sentido que tiene聽el burka: la exhibici贸n y la notoriedad de una presencia social. Con la convocatoria a la prensa y su performance de burkas se hicieron visibles en su totalidad, en contra de la propia finalidad聽del burka y del niqab.

Hay que saber moverse pol铆tica e intelectualmente en esta transici贸n entre el fundamentalismo religioso y el islamismo pol铆tico para no confundirse y adoptar estrategias equivocadas. En ning煤n caso el burka o el niqab tienen una defensa comprensible para nuestra sociedad, pero hay que contextualizar muy bien por qu茅 y qui茅n los defiende. Porque, seg煤n como se haga el debate pol铆tico y se regule esta vestimenta, los grandes beneficiados ser谩n, sin lugar a dudas, el islamismo pol铆tico.

Jordi L贸pez Camps | N. marzo de 1950. Es Doctor en Biolog铆a y diplomado por ESADE en Gesti贸n P煤blica y M谩ster en Calidad de la Formaci贸n por el Instituto Nacional de Administraci贸n P煤blica. Ha sido Director General de Asuntos Religiosos de la Generalitat y, previamente, Jefe de Servicio de Formaci贸n Local de la Diputaci贸n de Barcelona. Hasta enero de 2011 he sido Presidente de la Comisi贸n Ejecutiva del Patronato de la Monta帽a de Montserrat adscrito a la Presidencia de la Generalitat.

Fuente: Vita Moleskine | Traducci贸n: Actualidad Evang茅lica