BUEN FIN DE SEMANA

Expansionarnos

( 1 Voto )
a / A
Larger Font Smaller Font

cristian-125CRISTIAN FRANCO, 07/09/2012 | En esta gran urbe vivo sumergido en un océano de personas que vienen y van…

Paso tiempo con la gente, haciendo mil y un intentos – a veces efectivos, otros no tanto – por tenderle una mano al prójimo en su multiplicidad de necesidades…

Cruzo las fronteras a diario mediante las redes sociales y las nuevas tecnologías de comunicación para dialogar con amigos de siempre, conocidos nuevos y familiares que me conocen tal cual soy…

Disfruto de mi preciosa familia, determinando tiempo de calidad en medio del ajetreo cotidiano…

y sin embargo, más de una vez, me encuentro preso de un ensimismamiento que nubla mis pensamientos, lentifica mis sentidos y empaña mi corazón.

No hablo de lo que significa experimentar la soledad en medio de la masa (cosa que muchos enfrentan en la actualidad). Tampoco del egoísmo que cercena la vida en comunidad (hecho que hoy en día se multiplica bajo la bandera de un individualismo exacerbado). Y menos aún acerca de la segregación que levanta muros entre los seres humanos al estratificarlos o colocarles etiquetas de cualquier índole (triste realidad para bastante gente en este mundo).

No, me refiero a otra cosa distinta.

Porque podríamos estar bien integrados con el prójimo, cultivar un corazón sano y aspirar a poner por obra valores y principios que ayuden a extirpar de nuestro carácter los males que separan y dividen, pero aún así ser tentados por la práctica de esa abstracción que significa ensimismarse.

Para no complicar el asunto, lo diré en palabras llanas: tendríamos que vigilar, examinar, rever la manera en que nos conducimos durante nuestro paso por esta vida en relación a quienes nos rodean, en particular con aquellos con los que pasamos más tiempo. No vaya a ser que nos creamos – y vivamos de esa forma – que el mundo transcurre en torno a lo que “a mí me ocurre”, lo que “yo pienso”, las cosas que “yo necesito”, y lo que “a mí me parece importante”.

Tal vez la respuesta antónima sea expansionarnos: atrevernos a pensar un poco más en quien está a nuestro lado y un poco menos en nosotros. Darnos cuenta de que no todo “pasa” por nosotros ni que lo nuestro siempre es lo que “debe” merecer una debida atención.

A lo mejor así – soy utópico, ya lo sé – comenzaríamos a lograr que nuestro mundo (el inmediato, pero el global también) se vaya transformando en un lugar mejor.

Autor: Cristian Franco

© 2012. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.

Otros Artículos de Cristian Franco