MISIÓN GLOCAL (GLOBAL Y LOCAL)

La Iglesia local y su desafío en la misión global

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carlos-scott(CARLOS SCOTT, 14/08/2012) |

«En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé; Simeón, apodado el Negro; Lucio de Cirene; Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca; y Saulo. Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado». Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron». Hechos 13.1-3.

Nos preguntamos como iglesia: ¿Cuál será el trabajo para el cual nos llama el Señor en los próximos años, y qué nuevos desafíos pone en nuestras manos? ¿Cómo entender que somos una iglesia en misión?

 

Cuando hablamos sobre la misión primeramente estamos hablando de la misión de Dios (missio Dei). Dios es un Dios misionero. La misión existe simplemente porque Dios ama a las personas. Dios quiere rescatar a la humanidad de su deshumanización en lo moral, espiritual, físico, intelectual, social, económico, político y cultural. El establecimiento de su reino es la misión de Dios. Podemos concebir a la misión como un movimiento de Dios hacia el mundo donde la Iglesia es un instrumento para esa misión. La iglesia tiene el privilegio de participar. «La Iglesia se encuentra al servicio del movimiento de Dios hacia el mundo»[1].

La iglesia de Antioquía jugó un papel importantísimo en la vida de la iglesia universal. Fue una iglesia que traspasó barreras sociales (Hechos 11:19-20), reconstruía vidas rotas (Hechos 11:21-24), buscaba la participación de otros (Hechos 11:25-26), cubría necesidades físicas y espirituales (Hechos 11:27-30), tenía un liderazgo compartido  (Hechos 13:1), extendieron los límites del reino de Dios (Hechos 13:2-3) y resolvieron conflictos doctrinales (Hechos 15). Antioquía tenía que ver con ser una puerta abierta para la evangelización del mundo. Nosotros somos desafiados a seguir este modelo.

La iglesia que vive en misión es una iglesia que se reconoce como enviada al mundo. Es una iglesia que busca el propósito de Dios, participando activamente en el culto al Señor, llamados a vivir una fe trinitaria, una fe relacional; una vida de relación con Dios y con nuestro prójimo; una relación de comunión unos con otros donde se da prioridad al ser antes que al hacer. Si queremos que la gente venga al conocimiento de Jesucristo la iglesia en nuestros días debe avanzar en la unidad, el amor y el servicio.

La iglesia de Antioquia nos muestra un ministerio compartido y no individual. Tenía rostro ese liderazgo y había cinco líderes destacados que trabajaban como un equipo. Era un liderazgo internacional e intercultural. Venían de diferentes regiones: Bernabé de Chipre, Manaén venía de los círculos gubernamentales de Jerusalén, Saulo de Tarso, Lucio de Cirene de extracción árabe proveniente del Norte de África y Simeón apodado el Negro de la cuenca del Nilo en África oriental. Formaban un liderazgo espiritual con diferentes trasfondos. Encarnaban un compañerismo que estaban tratando de inculcar a la congregación. Eran siervos líderes.

Celebraban juntos el culto al Señor. Su diversidad enriquecía el liderazgo de todos y a la iglesia misma.

Una iglesia que experimenta la obra del Espíritu Santo

En la iglesia de Antioquia había disposición para escuchar y apartar para la obra del ministerio lo que el Espíritu Santo indicaba. Como siervos, entendemos que cuando nos involucramos en la misión, estamos compartiendo la misión del Dios misionero y no estamos trabajando en ningún proyecto personal. Estamos al servicio de la Missio Dei. Y nuestra misión es compartir la suya. Escuchamos, descubrimos y obedecemos la voz del Señor enviando a sus siervos al trabajo al que los ha llamado. Es el modelo a seguir.

Debemos anhelar y desear que la iglesia de Jesucristo sea plantada en todas las etnias como comunidad y expresión del reino de Dios pero a su vez tener claro que la iglesia es el agente de la misión no su meta. La Iglesia es la que comparte el mensaje de salvación y es comunidad del Reino que representa el compromiso de Dios con el mundo. La iglesia no existe para si misma sino para servir a la humanidad y como comunidad participa en la misión local y global (glocal). Anuncia la inauguración del reino de Dios en la persona de Jesucristo. La iglesia es misionera por su naturaleza, dimensión e intención.

Jesús es el reino de Dios encarnado. «El reino de Dios, no es una ética, ni una ideología social sino el mensaje que se centraliza en una persona; la persona de Jesús el Mesías»[2]. El reino está presente pero no se ha consumado por lo tanto el reino ha de venir. Es un “ya” y “todavía no”. En su misión, la iglesia testifica la plenitud de la promesa del reino de Dios y participa en la continua lucha de este reino contra los poderes de la oscuridad y el mal.

Oportunidades y obstáculos

Podemos tener serios problemas si queremos apartad a hermanos para la obra del ministerio sin ayunar, orar, relacionarnos y escuchar su palabra. De la misma manera tendremos dificultades cuando no obedecemos la voz del Señor en reconocer y respaldar a los que Dios esta eligiendo para el trabajo al que los ha llamado.

Pero, ¿Cómo escucharon la voz del Espíritu Santo? Se nos dice que había entre ellos profetas y maestros. Diferentes énfasis teológicos. Quizás un profeta -o varios de ellos en combinación con los maestros- trajo el sentir del Espíritu de Dios y el Espíritu Santo puso convicción en el corazón de ellos, o bien escucharon de manera audible su voz.

El Espíritu Santo les manifestó su propósito. Les enseñó los primeros pasos pero no les reveló todo el plan. Debían avanzar por fe y depender del espíritu de Dios. La clave era reconocer el trabajo que el Señor dispone sin entenderlo todo... (Sigue...)

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[1]Schmitz, Josef, 1971: Die Weltzuwendung Gottes: Thesen zu einer

Theologie der Mission. Imba-Verlag, Friburgo-B.

[2]Davies, Pablo: Ponencia El Reino de Dios y la Misión Transcultural, (Encuentro Nacional de la Red Misiones Mundiales, Córdoba, Argentina, 2002)

Autor: Carlos ScottMisión GloCal – Tinogasta 5684 (1408) CABA, Argentina.

TE. 0054-11-4642-1036, E-mail: misionGloCal@ciudad.com.ar, Blog: http://misionglocal.blogspot.com/ English Blog: http://glocalmission.blogspot.com/

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