SIN ÁNIMO DE OFENDER / por Jorge Fernández
No es humanismo ateo, ni tibieza, ni "buenismo"...
(JORGE FERNÁNDEZ, 09/06/2016) | Llevo algún tiempo dándole vuelta a estos pensamientos y, hoy os los comparto así, sin más preámbulos, con el deseo de que sean de bendición y ayuda en nuestro común caminar tras las huellas de nuestro Maestro, Salvador y Señor Jesucristo.
(Dedicado especialmente a mis amigos creyentes con quienes, en ocasiones, discrepamos en nuestros debates en las redes sociales, siempre procurando hacerlo con el mayor respeto y consideración).
CUANDO...
1. Cuando buscamos ser ecuánimes en nuestros juicios, aunque eso nos prive de algunos argumentos fáciles o populares contra nuestros adversarios y nos granjeé la incomprensión de algún amigo…
2. Cuando pedimos libertad e igualdad religiosa para “todas” las confesiones, cualquiera sea su credo, origen o tradición…
3. Cuando defendemos los derechos humanos de “todas” las personas, aunque esto pueda beneficiar eventualmente a gente oportunista, indigna o enemiga…
4. Cuando denunciamos y condenamos todo tipo de abusos e injusticias, vengan del lado que vengan, sin hacer distinciones por simpatías personales, “nacionales” o ideológicas…
5. Cuando nos abstenemos de criticar a otros, antes de intentar comprenderles y de someternos, previamente, a una saludable sesión de autocrítica…
6. Cuando elegimos callar, antes que pronunciar una respuesta “genial” pero hiriente, y pasamos por derrotados en el debate, o por “tontos, de tan mansos”…
7. Cuando tememos más a las debilidades de nuestra propia naturaleza caída, que a las “contaminaciones del mundo” y a los ataques del diablo…
8. Cuando rogamos a Dios que no condene al mundo (ni “arroje fuego del cielo”), sino que se mantenga clemente y misericordioso para con la gente que “no sabe lo que hace”…
9. Cuando concedemos el beneficio de la duda a quienes, por su comportamiento extraño o apariencia física, religiosa, racial, social o cultural, nos provoquen a priori rechazo o un juicio negativo…
10. Cuando defendemos la causa de los pobres, los refugiados, los excluidos sociales, los inmigrantes, etc, anteponiéndola a cualquier interés político, económico o ideológico…
ENTONCES…
1. No estamos predicando ni asumiendo los valores del humanismo ateo…
2. No estamos siendo buenistas ni utópicos…
3. No estamos contemporizando con el mundo…
4. No estamos siendo “tibios”, ni diluyendo el Evangelio…
ANTES, AL CONTRARIO…
1. Estamos transitando el camino de los profetas…
2. Estamos en armonía con el Espíritu de Jesús…
3. Estamos encarnando el Evangelio de la gracia…
4. Estamos siendo Sal de la Tierra y Luz del Mundo…
¡Qué el Señor nos bendiga y guarde nuestros corazones!
Autor: Jorge Fernández
© 2016. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA.Las opiniones de los autores son estríctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.
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