SIN ÁNIMO DE OFENDER / por Jorge Fernández
Pared blanqueada...
El muro que rodea el campo de Moria (Lesbos), antes y después de que el Papa anunciara su visita
(JORGE FERNÁNDEZ, 16/04/2016) | Las imágenes, ya se sabe, pueden en ocasiones tener una fuerza y causar en nuestras conciencias un impacto muy superior a las palabras. De allí la popular expresión, "una imagen vale más que mil palabras".
También las palabras pueden tener ese efecto cuando son capaces de dibujar una imagen fotográfica en nuestra mente para ilustrar un concepto. Es el caso de la metáfora, un recurso poético que puede ser tanto o más fuerte que una imagen.
Se me ocurre que si, en vez del Papa, fuera Jesús quien visitara este sábado el campo de detención de Moria, no dudaría en clamar, "¡Campo de detención blanqueado!", denunciando con ello la hipocresía extrema y la vergÜEnza de esta Europa... |
Pero, cuando imagen y metáfora coinciden, entonces la ilustración genera una sinergia que refuerza el mensaje en grado sumo.
"Pared blanqueada", bien podría ser el título de este par de fotografías que encontré en la cuenta de Twitter de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR); dos fotografías tomadas en el mismo lugar, en el campo de detención de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos, una antes y otra después de que el papa Francisco anunciara su intención de visitar el lugar. El muro es solo un símbolo (¡cuantas veces lo son!), de una "operación limpieza" ordenada por las autoridades y que incluyó, además de la apresurada blanqueada, el traslado masivo de refugiados a otras zonas, para evitar la imagen de hacinamiento en la que se encontraban hasta el momento.
"Pared blanqueada", es la expresión que usó también San Pablo contra el sumo sacerdote Ananías, quien ordenó golpear al apóstol en la boca por decir un par de verdades. Era una metáfora popular entre los judíos del primer siglo, para denunciar la hipocresía. El mismo Jesús la utilizó, aunque dándole un giro creativo aún más dramático: "Sepulcros blanqueados", dijo, para subrayar la especial hipocresía de los fariseos.
Se me ocurre que si, en vez del Papa, fuera Jesús quien visitara este sábado el campo de detención de Moria, no dudaría en clamar, "¡Campo de detención blanqueado!", denunciando con ello la hipocresía extrema y la vergÜEnza de esta Europa, "prisionera" de sus miedos y egoísmo, y "muerta" --como un sepulcro blanqueado--, en su espíritu y carácter.
Porque, en eso se está convirtiendo Europa, trágicamente: en un inmenso y "blanqueado" campo de detención; en el gigantesco sepulcro donde yacen las osamentas de los más altos valores y nobles ideales; en un cobarde laberinto de muros, paredes, alambradas y corcetinas levantadas, donde ayer celebrábamos la caída de un pequeño muro alemán que dividía al mundo entero en dos. ¡Hipócrita (y blanqueada) Europa!
De momento, Francisco ha sido mucho más suave y contemporizador: "Este es un viaje marcado por la tristeza. Es un viaje triste", ha dicho al poner pie en tierras griegas.
Autor: Jorge Fernández
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