OPINIÓN | POR ELISABET SÁNCHEZ

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Elisabet Sánchez

(ELISABET SÁNCHEZ, 23/03/2015) Me preocupa algo y, la verdad, me cuesta expresarlo porque no quiero generar una discusión. Pero sí creo necesario compartir mi preocupación porque, lo que la motiva, no deja de suceder.

He oído toda mi vida que hay más mujeres que hombres en las iglesias evangélicas españolas y, sin embargo, son muy pocas aquellas que son convocadas para compartir cuando se organiza un evento nacional. No son pocas las mujeres que sirven; son muchas. No son pocas las mujeres que lideran; son muchas. No lo diría si no las conociera, y no lo digo porque he sido una de ellas. Esto no es una protesta sino un clamor... ¿Dónde están las mujeres en esos carteles de grandes eventos? Y más aún, ¿por qué no están?

Si el 50-55% de los asistentes a todos nuestros eventos son mujeres, me gustaría pensar que al menos intentamos que el 50-55% de los ponentes, conferenciantes, y talleres, sean impartidos por mujeres. Que ¿por qué? La pregunta que realmente me gustaría sembrar es "¿por qué no?".

"... todos deberíamos hacer un esfuerzo por equilibrar esta situación. La realidad está muy lejos de un equilibrio; dolorosamente lejos."

¿Es un tema teológico? Si es así, lo respeto; no voy a entrar ahí. Pero si no lo es, y nuestras mujeres están en esos comités de organización, y algunas son directoras nacionales de área, entonces en mi opinión todos deberíamos hacer un esfuerzo por equilibrar esta situación. La realidad está muy lejos de un equilibrio; dolorosamente lejos. Conozco mujeres con experiencia en muchas áreas, fieles, buenas oradoras, ejemplos vivos de lo que otras mujeres jóvenes necesitan ver para que Dios confirme sus vocaciones, sus sueños, sus deseos, y contesten sus preguntas. Y esas mismas mujeres necesitan estar ahí también para que todos esos hombres jóvenes puedan ver ejemplos vivos de lo que Dios quiere para ellos como esposas, compañeras de equipo y amigas. Existen, y aunque algunas están en la sombra, es el momento de traerlas a la luz, y no solo en conferencias de mujeres. Algunas están fuera de España, pero muchas están dentro, y no necesitan el reconocimiento para nada; esta carta no es para que estas mujeres sean reconocidas (que tampoco pasa nada); es para que haya un equilibrio en nuestro cuerpo eclesial y todos podamos ser bendecidos con estos otros puntos de vista, sensibilidades, coraje, testimonio y luchas.

Si queréis nombres y apellidos, direcciones de email y números de teléfono, estoy más que encantada de hacéroslos llegar o de, al menos, ayudaros a buscar. Me preocupa pensar que una posibilidad por la que esto está ocurriendo es porque ni si quiera se haya hecho esta valoración a la hora de seleccionar e invitar personas a ministrar a nuestros adolescentes, jóvenes y adultos.

"Me preocupa pensar que una posibilidad por la que esto está ocurriendo es porque ni si quiera se haya hecho esta valoración a la hora de seleccionar e invitar personas a ministrar a nuestros adolescentes, jóvenes y adultos"

Y por último... A ti mujer, que sirves, que lideras, que mentoras, que te has preparado en todas esas áreas tan diversas (y no me refiero solo al ministerio y las misiones, a las cuales admiro enormemente; me refiero también a la abogacía, medicina, ingeniería, química, medio ambiente, literatura, historia, artes, publicidad, diseño, música, educación, rehabilitación, gestión, cocina, farmacia, sexualidad, finanzas y empresas, etc.), y que además haces malabarismos como todas por ser “la mujer” que todas queremos ser en esta era tan extraña. Te animo a que des un paso al frente y te sientas valiosa (y “te sientes a la mesa” como dijo Sheryl Sandberg, COO de Facebook en esta buenísima TedTalk*). Eres de inspiración.

Dios quiere usarnos, aunque no sepamos cómo. No se trata de ti, ni de mí; se trata de escribir "la historia" que Dios quiere escribir con nuestras vidas. Así que, digamos “sí” y dejemos que el Espíritu Santo nos dé las palabras. Tengo la sensación de que muchas sentís que Dios quiere usaros, pero hay una timidez en hacer el ofrecimiento. En ese sentido, mi sentir es éste: "Hay un lugar privilegiado para nosotras en esta etapa histórica y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance por ocuparlo, y ser los ejemplos vivientes y accesibles que todas las generaciones están esperando conocer". Dios quiere usarte a ti, ¡no busques a tu alrededor!  Y en eso no hay nada que temer. Ocupemos nuestro lugar, emprendamos aquellas acciones que Dios ha puesto en nuestro corazón y que estamos postergando por una u otra razón. Hoy...

Gracias por escuchar mi clamor. Y gracias a todas esas mujeres y hombres que me inspiran diariamente a querer ser más como Jesús.

Un saludo,

Elisabet.

*http://www.ted.com/talks/sheryl_sandberg_why_we_have_too_few_women_leaders?language=es

Autor: Elisabet Sánchez. | Elisabet J. Sánchez Blake (1985) es Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. Cuenta con una especialización en Guión Cinematográfico por la New York Film Academy y Dramaturgia por la University of the Arts de Londres. Guionista y directora, colabora con diferentes proyectos audiovisuales nacionales e internacionales, como www.unaoracionpor.es. Casada con Ezequiel Fernández, en la actualidad vive en Buenos Aires, Argentina.

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