PALACIO VISTALEGRE

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(JUANDI Z. WETZELL, 12/09/2014) Era principios de verano cuando uno de mis mejores amigos me escribió un mensaje a Facebook, animándome a ir con él al concierto que Hillsong United daría en Septiembre en Vistalegre.

Hillsong United… grupo que de alguna u otra forma, y en mayor o menor medida, ha sido parte de la banda sonora de la vida de muchísimos jóvenes cristianos de España, Europa y el mundo, no solo en aquellas reuniones de jóvenes de los sábados a las que a veces cuesta tanto ir, sino también en campamentos, retiros, conciertos y momentos personales y profundos en los que estas canciones han ayudado a dar un nuevo rumbo de vida a más de uno. No lo pensé ni un solo momento.

Rápidamente le dije a mi amigo que comprara dos entradas, y de las de pista además, que para una vez que venían,  había que hacer que esto rentara bien. Suelo ser de esa clase de personas que se alimentan de expectativas y viven soñando, pero honestamente pocas son las veces que la realidad logra satisfacer estas expectativas mías. Esta vez no fue así, y es más, las superó, ahora os contaré por qué.

Parpadeas y ya es Septiembre, y Madrid se preparaba para recibir a Hillsong United. En las redes sociales se empezaba ya a oler lo que se estaba cocinando, y entre amigos que empezaban a venir de distintos puntos de la península a Madrid para el evento, los posts del grupo en Facebook de su próxima llegada a España, y el disco de Aftermath a todo volumen en mi coche días antes, mis expectativas no hacían más que crecer.

Las 20:30h habían llegado, y con ellas los chicos de Hillsong salieron al escenario, todos ellos con mucho estilo y personalidad, dispuestos a hacer que esa noche fuera un punto de inflexión en la vida de muchos de los jóvenes que estábamos ahí, y no solo un concierto de música pop y rock

Llegó el gran día. 10 de Septiembre, agradable temperatura alrededor de los 30 grados, despejado, y en Vistalegre todo un equipo trabajaba para lo que tendría lugar esa noche. Quedé con mi amigo para comer y tomar algo antes del concierto. Una vez llegados ahí, hicimos la cola que nos correspondía, unos 20 minutos, y entramos.  Muy ordenado todo. Estuvimos esperando, saludando a amigos que no veía hacía tiempo.

Las 20:30h habían llegado, y con ellas los chicos de Hillsong salieron al escenario, todos ellos con mucho estilo y personalidad, dispuestos a hacer que esa noche fuera un punto de inflexión en la vida de muchos de los jóvenes que estábamos ahí, y no solo un concierto de música pop y rock. Se oyeron los primeros acordes de Go, se encendieron las luces y el “Monte de Zion” (un fondo compuesto por luces, figuras geométricas y contenido audiovisual que representa al monte bíblico), formando un increíble espectáculo de luces, música, fotografía y vídeo acompañado de los saltos y bailes de los chicos del grupo, que todo junto, hace que no tengan nada que envidiar a Shows de bandas tan reconocidas como Coldplay o U2. Ante esto, la gente empezó a saltar, cantar, gritar y bailar, formando parte de la increíble fiesta para Jesús que ahí se estaba formando.

Después de un par de canciones, se oyó el que hasta ahora había sido probablemente el mayor hit suyo en español, Tómalo. Cabe destacar la mezcla de español e inglés que la banda hizo, alternando idioma según canciones e incluso llegando a utilizar ambos en una misma canción.

Tras terminar con las primeras canciones, muy bailables y cañeras para activar la fiesta, Joel Houston, uno de los cantantes  principales del grupo, levantó una oración dejando claro que todo ese espectáculo no tenía ningún sentido si Jesucristo no estaba presente, invitando a su vez al Espíritu Santo a descender a nuestra fiesta.

El concierto seguía, y daba la sensación de que por más que saltaras, gritaras y bailaras, el cuerpo, en vez de cansarse, cada vez se sentía más liviano y con ganas de más. Tocaron canciones de sus 4 últimos discos especialmente, de entre ellas a destacar Hossana, Desde mi interior, o Oceans, canción que en los últimos años se ha convertido casi en himno de la banda, cantada por la dulce y a la vez potente voz de Taya Smith.

La presencia del Señor había envuelto al Palacio de Vistalegre, y para terminar esta parte del concierto de adoración-reflexión, la banda eligió tocar Con todo, tema cuyo final tiene una melodía muy apropiada para ser cantada en estadios, o eventos grandes como ese, dando musicalmente un airé épico y apoteósico, y espiritualmente un momento muy apropiado para alabar a Dios ‘con todo’, y quizás hasta hacer las paces con Él, o para conocerle por primera vez, que fue lo pasó con muchos de los asistentes tras el llamado al arrepentimiento que los chicos hicieron en esta parte del concierto.

"Con todo", uno de los temas que interpretó la banda | (VÍDEO YOUTUBE)

Terminada esta fase, la banda tuvo un break para coger fuerzas para la última parte del concierto que, llena de temas eléctronicos y pegadizos, (‘Wake’, ‘Alive’…) hicieron bailar y saltar a todo Vistalegre, generando un ambiente de fiesta y felicidad sin una pisca de alcohol o cualquier droga, y llenos, en cambio, de la plenitud y gozo que el Espíritu Santo te hace experimentar.

Una noche en que el increíble espectáculo musical-audiovisual que esta gran banda australiana ofrece, solo fue un canal para trasmitir el amor incondicional, lleno de gracia, que Dios tiene para nosotros, haciéndonos ser partícipes de una fiesta en la que no importaba la denominación, nacionalidad, o cultura: Todos fuimos uno para alabar al que más lo merece.

Autor*: Juandi Z. Wetzell. Colaboración exclusiva para Actualidad Evangélica.

*El autor es músico y estudiante de Periodismo.

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