BUEN FIN DE SEMANA
LA NEGATIVA
CRISTIAN FRANCO, 27/07/2014 | Ya no se estila demasiado hacerla –me parece– pero cuando yo era niño se trataba de una pregunta recurrente: “¿Qué te gustaría ser cuando seas grande?”. Caramba, ¿cómo saberlo a tan corta edad? Recuerdo dar todo tipo de respuestas: bombero, paracaidista, dibujante, arquitecto, piloto de avión, recolector de residuos… Todos querían saber –y al mismo tiempo dar su opinión– acerca de mis preferencias, hacia dónde aparentemente se perfilaba mi futuro.
Pasan los años y uno se da cuenta de que el asunto no es tan sencillo. Muchísimos factores influyen en nuestras decisiones y en más de una ocasión se hace inevitable vivir fracasos, derrotas y desilusiones para encontrar rumbos, metas y caminos. ¡Vaya aventura laberíntica!
Años atrás un buen amigo español dijo: “A veces no tengo certezas en cuanto a la dirección que deben tomar mis pasos, hacia dónde dirigirme ni qué planes esbozar hacia el futuro. Pero hay algo que sí tengo muy en claro: quién no quiero ser, qué dirección no deseo para mi vida y qué principios jamás estaré dispuesto a transigir”. No lo dijo una persona frustrada ni resentida con la vida. Por el contrario, es alguien a quien miles de personas admiran por su arte y sus logros, su constancia y su ejemplo de trabajo.
Como si se tratara de un continuo vaivén, con llamativa frecuencia el pasado, el presente y lo que considero para el futuro se entremezclan en un pensamiento fortuito. Las preguntas de mi niñez, los pasos transcurridos y la vislumbre del mañana me llevan en más de una oportunidad a identificarme con las palabras citadas en el párrafo anterior.
De modo que muchas veces no sé qué decisiones tomar ni qué planes realizar. Por supuesto, recurro a la reflexión, al consejo de otros, a la oración… pero así y todo no siempre logro ver “más allá de mis narices”. Sin embargo, en simultáneo, cada día estoy más convencido de…
…las cosas que no quiero para mi vida ni para mi familia
…las personas con las que nunca deseo volver a trabajar
…los espacios con los que jamás quiero que me identifiquen
…la forma de religión que de ningún modo estoy dispuesto a practicar
A esta altura de mi vida sé quién no soy, qué persona no quiero ser y hacia dónde no deseo ir…
Quizá podamos reformular la cuestión del principio y preguntarnos periódicamente: “¿Qué no me gustaría ser?”. Porque a veces necesitamos definirnos por lo negativo para lograr arribar a definiciones, sentidos y afirmaciones.
Autor: Cristian Franco
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