EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA LIBERTAD RELIGIOSA
Barack Obama renueva el compromiso de los EEUU con la promoción de la libertad religiosa “en casa y en todo el mundo”
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“Instamos a todos los países a reconocer la libertad religiosa como un derecho universal y una clave para un futuro estable, próspero y pacífico”, dice.
Barack Obama
(EEUU, 16/01/2014) Hoy se celebra en EEUU el Día Internacional de la Libertad Religiosa, por ese motivo el presidente Barack Obama ha hecho una proclamación:
"Estados Unidos se enorgullece de las personas de cualquier nacionalidad que busquen pensar, creer y practicar su religión como deseen. En los próximos años, mi gobierno mantendrá su compromiso con la promoción de la libertad religiosa, tanto en EEUU como en todo el mundo. Instamos a todos los países a reconocer la libertad religiosa como un derecho universal y que sea ésta la clave para un futuro estable, próspero y pacífico", ha dicho.
He aquí la proclama de Barack Obama completa:
LA CASA BLANCA
Oficina del Secretario de Prensa
15 de enero 2014, DÍA DE LA LIBERTAD RELIGIOSA, 2014
POR EL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA
PROCLAMA
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La primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos protege los derechos a la libertad de religión y a la libertad de expresión sin interferencia del gobierno.
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En 1786, la Asamblea General de Virginia afirmó un ideal que ha sido durante mucho tiempo el centro para el devenir americano. El Estatuto de Virginia para la Libertad Religiosa, escrito por Thomas Jefferson, declaró la libertad religiosa un “derecho natural” y cualquier intento de subvertirla "una desviación del plan del Santo Autor de nuestra religión, que es Señor tanto del cuerpo como de la mente, pero que sin embargo, optó por no para propagarla por medio de coacciones ni a uno y a otro. " El Estatuto inspiró las protecciones para la libertad religiosa de la Primera Enmienda, que ha resistido durante casi dos siglos y cuarto.
Hoy, Estados Unidos integra a personas de todas las religiones y a los de ninguna fe. Somos cristianos, judíos, musulmanes e hindúes, budistas y sikhs, ateos y agnósticos. Nuestra diversidad religiosa enriquece nuestro tejido cultural y nos recuerda que lo que nos une no son los dogmas de nuestra fe, los colores de nuestra piel, o los orígenes de nuestros apellidos. Lo que nos hace Estados Unidos es nuestra adhesión a los ideales compartidos -- la libertad, la igualdad, la justicia--, y nuestro derecho como pueblo a establecer nuestro propio camino.
Estados Unidos está orgulloso de la gente de todas las naciones que tratan de pensar, creer y practicar su religión como deseen. En los próximos años, mi gobierno mantendrá su compromiso con la promoción de la libertad religiosa, tanto en casa como en todo el mundo. Instamos a todos los países a reconocer la libertad religiosa como un derecho universal y una clave para un futuro estable, próspero y pacífico.
Al conmemorar este día, celebremos el legado de la libertad religiosa de Estados Unidos, aceptemos la diversidad en nuestras comunidades, y resolvamos una vez más promover la libertad religiosa en nuestro tiempo.
AHORA POR TANTO, YO, BARACK OBAMA, presidente de los Estados Unidos de América, en virtud de la autoridad de que me invisten la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, por la presente proclamo el 16 de enero de 2014, como “Día de la Libertad Religiosa”. Hago un llamado a todos los estadounidenses a conmemorar este día con eventos y actividades que nos enseñen acerca de este requisito esencial de la libertad de nuestra nación, y nos muestren cómo podemos protegerla para las generaciones futuras en el país y en todo el mundo.
EN FE DE LO CUAL, he puesto aquí mi mano el quince de enero, en el año 2014 de nuestro Señor, y en el 238º de la Independencia de los Estados Unidos de América.
BARACK OBAMA, EEUU - 16 de enero de 2014.-
EL DÍA INTERNACIONAL DE LA LIBERTAD RELIGIOSA
Los estadounidenses son un pueblo religioso. Una gran mayoría reza todos los días y casi la mitad asiste a liturgias religiosas al menos una vez por semana. Sin embargo, conforme a los principios establecidos incluso antes de que Estados Unidos se ganara la independencia, la población generalmente considera la fe religiosa una libertad reservada para el individuo, independientemente de sus creencias particulares, y protegida contra la intromisión del gobierno.
Crónica de la libertad religiosa en EE.UU.
Cristianos "Amish" en una carretera comarcal de los EEUU
Muchos de los primeros inmigrantes que arribaron a las colonias inglesas de América del Norte eran disidentes de las religiones oficiales de sus países de origen. Por consiguiente, algunas de las colonias consagraron la libertad de culto en sus leyes desde el momento mismo de su fundación, mientras que en otras los intentos por establecer religiones oficiales fueron aplastados por la enorme diversidad de los recién llegados. A partir de los primeros colonizadores, los estadounidenses contaron la libertad religiosa entre sus libertades personales más preciadas, junto con el derecho al autogobierno y a la oportunidad económica.
Cuando estalló la Revolución Norteamericana, trece estados adoptaron constituciones que determinaban de modo preciso los límites del poder del gobierno. La constitución de Virginia, que sirvió de modelo para varias otras constituciones, estipulaba que "todos los hombres tienen el mismo derecho al libre ejercicio de la religión, según los dictados de sus conciencias". Tres años más tarde, Virginia amplió esa protección al establecer la separación entre Iglesia y Estado. No sólo tenían derecho los virginianos a la libertad de culto, sino que su decisión no podía ser utilizada para limitar sus derechos civiles. El Estatuto virginiano sobre la Libertad Religiosa, de 1779, redactado por Thomas Jef-ferson, garantizó que "todos los hombres tienen la libertad de profesar y, por consiguiente, conservar sus opiniones en materia de religión. Ello no disminuirá, aumentará o afectará en forma alguna sus capacidades civiles".
En 1791, cuando se modificó la Constitución de Estados Unidos con el fin de limitar de modo más explícito el poder federal, la Primera Enmienda prohibió al gobierno federal establecer una religión o adoptar ley alguna que limitara la libertad religiosa: "El Congreso no hará ley alguna por la que adopte una religión oficial del Estado o se prohíba practicarla libremente".
De tiempo en tiempo surgen polémicas judiciales que exigen a los tribunales interpretar esa garantía. Algunas veces se trata de si una actividad federal "establece" (incluso indirectamente) una confesión o religión determinadas. El Tribunal Supremo de Estados Unidos se ha pronunciado en torno a si la política de las escuelas públicas de permitir que los estudiantes pronuncien una oración de bendición en los partidos de fútbol americano infringe la Primera Enmienda (la infringe), y si una escuela pública puede prohibir sólo a las asociaciones estudiantiles religiosas reunirse en el recinto escolar (no puede).
Los conflictos que se originan a partir del "libre ejercicio" de la religión corresponden generalmente a conductas que violan una ley pero que las exige una confesión determinada. Por ejemplo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha permitido que los menonitas Amish actúen conforme a sus creencias religiosas al retirar a sus hijos de la escuela después del octavo grado (aproximadamente a los catorce años de edad), aun cuando una ley estatal exige la asistencia escolar hasta los dieciséis años de edad. Por el otro lado, el tribunal ha ratificado leyes que penalizan el consumo de ciertas drogas aún cuando algunas religiones exigen su consumo. Los magistrados generalmente sopesan el "interés" del gobierno por exigir o prohibir ciertas conductas con la "carga" que suponen esas restricciones para el libre ejercicio de la religión.
Fuente: Departamento de los EEUU, Embajada de los EEUU en Uruguay / Autor: Michael Jay Friedman
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Fuente: Embajada de los EEUU en Madrid | Traducido por Actualidad Evangélica