SIN ÁNIMO DE OFENDER
Globalizar Thanksgiving
(JORGE FERNÁNDEZ, 28/11/2013) | La globalización es un fenómeno complejo y diverso, que afecta a muchas áreas de la vida moderna: tecnológica, económica, política, social, cultural...
Internet, también llamada “autopista de la información”, es la “Gran vía” de la aldea global por la que transitan todo tipo de mensajes e imágenes que hacen de nuestro mundo un pañuelo y nos acercan a tradiciones y culturas, muchas de ellas desconocidas para nosotros hasta hace bien poco.
Un caso paradigmático de esto es “Halloween”, una fiesta popular estadounidense que en los últimos años se viene imponiendo en España, gracias a la visión comercial de algunos, y a la avidez de novedad de otros, seducidos por cualquier moda que venga del extranjero, por cursi o boba que sea.
Puestos a importar modas y tradiciones extranjeras..., yo voto por “Thanksgiving” (“Acción de Gracias”), una fiesta que nuestros amigos estadounidenses, residentes en España, celebran en el día de hoy –cuarto jueves del mes- como manda la tradición.
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Tira mucho más Hollywood, con sus películas de miedo, de zombies y vampiros, y toda la parafernalia “Halloween”, con mayor filón comercial |
Comprendo que la industria avícola española no tenga el tirón suficiente como para impulsar la ingesta masiva de pavo. Tira mucho más Hollywood, con sus películas de miedo, de zombies y vampiros, y toda la parafernalia “Halloween”, con mayor filón comercial.No estoy muy seguro de por qué Thanksgiving no tiene aún tanta aceptación en nuestro país como Halloween.
Se me ocurre, además, que puede que el problema no sea el pavo –que por cierto, está muy bueno-, sino cierto repelús a una tradición de origen tan cristiano -cristiano protestante, para más datos-.
Puede que, consciente o inconscientemente, el prejuicio siga instalado en nuestra cultura como una suerte de invisible muro contrarreformista.
Puede... y sería una pena.
Thanksgivin recuerda una hermosa historia que, entre otras cosas, nos invita a pensar que otra forma de “colonización” o de “encuentro entre civilizaciones” era (y es) posible
Personalmente, como cristiano que soy, comprendo y participo del espíritu del Thanksgiving, y me uno a mis hermanos estadounidenses en esta celebración. Además, me encanta la historia en la que se basa la tradición, que se remonta al año 1621:
Según la tradición, la fiesta en 1621 la celebraron los Peregrinos de Plymouth (actual estado de Massachusetts), en agradecimiento por una buena cosecha. Dado que al principio la colonia de Plymouth no tenía suficiente comida para alimentar a la mitad de los 102 colonos, los nativos de la tribu Wampanoag ayudaron a los peregrinos dándoles semillas y enseñándoles a pescar. [1]
Una hermosa historia que, entre otras cosas, nos invita a pensar que otra forma de “colonización” o de “encuentro entre civilizaciones” era (y es) posible.
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...como en Thanksgiving, solo los pavos [2] se muestran reacios a la “acción de gracias” |
Solo por eso, ya me parece una buena tradición para adoptar y enseñar a nuestros hijos en nuestros colegios (sustancialmente más interesante que la exitosa Halloween).
Por supuesto, creo que dar gracias a Dios -el Creador, el Salvador y el que bendice nuestras vidas con sus bienes inagotables- es, además de algo justo, una acción que nos “humaniza” en el más amplio sentido de la palabra.
Sin embargo, si el carácter cristiano-evangélico de la celebración fuera un tropiezo demasiado insalvable para contrarreformistas y no creyentes, propondría adoptar la celebración de una “versión secular” del Thanksgiving.
¡Sí! (¡qué nadie se escandalice, por favor!). ¿Acaso no creéis que sería saludable para nuestra sociedad, tan crispada, indignada y desesperanzada, dedicar al menos un día del año a, simplemente, expresar agradecimiento?
¡Cuánto bien nos haría un “Día de Acción de Gracias”, aunque solo fuera para preservar nuestro equilibrio emocional colectivo! Dedicar un día entero a “dar gracias”, por todo, a todos y a todo lo que nos merezca gratitud...
Ya se que, nunca faltará algún soberbio o amargado que dirá que no tiene motivos para agradecer a nada ni a nadie...
No ha de extrañarnos. Pero en la vida, como en Thanksgiving, solo los pavos [2] se muestran reacios a la “acción de gracias”.
Autor: Jorge Fernández
[1] The fast and thanksgiving days of New England by William De Loss Love, Houghton, Mifflin and Co.,
[2] Diccionario de la RAE, segunda acepción = Pavo( coloq.): Hombre soso o incauto.
© 2013. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.
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