BUEN FIN DE SEMANA
Distorsión
CRISTIAN FRANCO, 14/03/2013 | Una frase reproducida con modificaciones... Un signo de puntuación cambiado de lugar... Una imagen modificada aquí y allá… Una melodía con el ritmo alterado… Una definición con nuevos significados que la redefinen…
Es fácil distorsionar. Y más sencillo aún hacerse una idea diferente de lo que realmente es.
Podría escribir un libro enumerando las distorsiones de las que he sido testigo a lo largo de mi vida: reportes parciales sobre una realidad determinada; comentarios cercenados sobre mi persona luego de tomar decisiones serias (y no callar) ante situaciones en las que no había lugar para “grises”; miradas tendenciosas de diversos grupos acerca de temáticas de crisis social cuya existencia (y resolución) no daba lugar a debates sino que urgía a la acción; representaciones absurdas e incompletas con respecto a la actuación de determinados referentes sociales; y así podría continuar.
Un ejemplo burdo de esto me sucedió hace diez años, en ocasión de acompañar como asistente a una personalidad del mundo religioso en su paso por Buenos Aires. La apretada agenda incluía una serie de entrevistas televisivas, por lo que todos los días nos dirigíamos a distintas emisoras de la ciudad. Una tarde, a metros de ingresar al canal, fuimos abordados por una periodista de cierto programa de corte “sensacionalista”, quien preguntó y repreguntó sobre un asunto en particular. Las respuestas fueron claras, concisas y amables. Y allí concluyó esa breve interviú.
La sorpresa fue ver que, al día siguiente, la reportera en cuestión no mostró al aire la grabación realizada sino que escogió decir con sus palabras lo que el entrevistado había respondido… ¿El problema? Inventó respuestas y frases que jamás habían sido dichas por la persona en cuestión. Y no solo fui testigo de ello, sino que teníamos nuestra propia cámara de video realizando un registro de lo que se estaba respondiendo…
Distorsión. Decir algo que parece ser verdad pero que en el fondo no lo es. Mentir.
Me pregunto si no ocurrirá lo mismo con Jesucristo. Muchos hablan, opinan, escriben, gritan, insultan, maldicen, exaltan, alaban, siguen, apostatan, buscan, se frustran, dicen, comentan, critican… Pero… ¿sabrán en realidad de qué están hablando? ¿Se habrán dado la oportunidad de explorar por sí mismos? ¿Se habrán animado a traspasar la barrera de los preconceptos y dar un paso más allá de su zona de comodidad?
El pastor Martin Luther King Jr. escribió en su libro “La fuerza de amar”:
“Pocas veces encontramos personas que de buena gana se comprometan a pensar con firmeza y solidez. Existe una tendencia casi universal a buscar las respuestas fáciles y las soluciones para salir del paso. Nada molesta más a la gente que tener que pensar. Pocas personas tienen la robustez de espíritu suficiente para poder juzgar críticamente y discernir lo verdadero de lo falso, lo real de lo ficticio. Nuestras mentes se ven invadidas constantemente por verdades a medias, prejuicios y falsos hechos. Una de las grandes necesidades de la humanidad es que la levanten por encima del montón sin forma de la falsa propaganda”.
¿Quién es Cristo? ¿Significa algo su muerte? ¿Tendrá algo que ver con nosotros, tantos siglos después?
Preguntas interesantes ante la inminencia de la llamada Semana Santa, conmemoración que para los cristianos constituye el sentido de nuestra fe.
Autor: Cristian Franco
© 2013. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.
| Otros Artículos de Cristian Franco |
|---|
