28 DE ENERO DE 1854
Hoy se cumple el 159º aniversario de la muerte de Juan Calderón, fundador del periodismo protestante español
Tal día como hoy, el 28 de Enero de 1854 fallecía, en Londres, el manchego Juan Calderón, precursor del periodismo protestante en la tierra de Cervantes (y de cuantos nos dedicamos al noble oficio de informar de lo concerniente a la causa protestante en España).
(GABINO FERNÁNDEZ CAMPOS, 28/01/2013) JUAN CALDERÓN, fundador del periodismo protestante español, nació en Villafranca de los Caballeros (Toledo), el 19 de abril del 1791. Y al bautizarle le llamaron Juan Antonio Hermógenes CALDERÓN ESPADERO. Y marchó a la Patria Celestial el día 30 de enero del año 1854, en Londres. Y podemos recordarlo como Ex-Franciscano, Filólogo, Cervantista, Escritor y Traductor del Nuevo Testamento.
El primero de nuestros periódicos, apareció en Londres. Donde lo fundó y dirigió, desde marzo de 1849, con el título de PURE CATHOLISIM. Pero el resto de la publicación “hallábase redactado en correctísimo castellano”. Pero se hacía así para burlar los controles aduaneros. Ya que su auténtica título era EL CATOLISMO NETO. Que finalmente se cambió por el menos equívoco de EL EXAMEN LIBRE, en julio de 1851. Con la primera cabecera, se publicaron cinco números y con la última, seis. Dejando de existir con la entrega de enero de 1854. Año en el que murió Juan Calderón.
“El éxito que tal publicación debió alcanzar hubo de ser grande, por cuanto su redactor se vio precisado a hacer una segunda edición, en la cual se suprimió ya la cubierta en inglés”
Con ambas cabeceras, salió de la Imprenta Partridge y Macintosh. Y junto a esta información, se decía: “Editor y Redactor, D. Juan Calderón, profesor de literatura española”.
Antes, mientras evangelizaba en Madrid, aprovechando la tolerancia de la regencia de Espartero, había dado a la imprenta, dos publicaciones periódicas: “Revista Gramatical de la Lengua Española” (Madrid, 1843) y “Análisis Lógico y Gramatical de la Lengua Española” (Madrid, 1843).
Su interés por Cervantes y la más conocida de sus criaturas literarias, le llevó a publicar “Cervantes Vindicado en ciento y quince pasajes del texto del Ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha, que no han entendido o que han entendido mal algunos de sus comentadores o críticos” (Madrid, imprenta de J. Martín Alegría, 1854 (256 páginas).
La Biblioteca Nacional, en Madrid, a la que llegó con el valiosísimo y generoso legado de Luis Usoz y Río; se conserva el manuscrito autógrafo de esta obra y el texto que también redactó y escribió, con su puño y letra Calderón, y envió su viuda, 61 comentarios más. Éstos últimos permanecen inéditos.
Naturalmente. Al convertirse al protestantismo el 1825, en Bayona, Francia, y luego su estancia y evangelización de españoles, se interesó por la Biblia. Por lo que publicó “Diálogo entre un párroco y un feligrés, sobre el derecho que tiene todo hombre para leer las Santas Escrituras y, formar, según el contenido de ellas, su creencia religiosa” (1841). Y que ha llegado hasta nosotros en su original autógrafo y en ediciones castellana, inglesa y francesa.
Y, como resume su biógrafo y editor Ángel Romera Valero (Úbeda, Jaén, 1962), profesor de literatura española; “fue uno de los más encarnizados defensores de la traducción al castellano de las Sagradas Escrituras; entre otras, se le debe la traducción el ´Nuevo Testamento´ publicado en Edimburgo en
Los que se interesan por saber más de tan ilustre autor manchego, harán bien en leer los dos libros que le ha dedicado el Profesor Romera y las monografías que le han dedicado, a su vida y obra, los profesores de la Universidad de Murcia, Juan Bautista Vilar y Mar Vilar.
Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde vivió su niñez y juventud, en la casa paterna y en el convento franciscano, no se han olvidado de tan ilustre paisano. El Ayuntamiento, publicó: "JUAN CALDERÓN. AUTOBIOGRAFÍA. Edición crítica de Ángel Romera Valero. Alcázar de San Juan, 1997 (300 páginas) y "CERVANTES VINDICADO. JUAN CALDERÓN. Edición, introducción y notas de Ángel Romera Valero (Alcázar de San Juan, 2006. 250 págs.)
Además, en una barriada moderna le han dedicado una placa. Mientras que, el Pastor
Autor: Gabino Fernández Campos
