SIN ÁNIMO DE OFENDER
¡Cuidado con los charlatanes!
(JORGE FERNÁNDEZ, 23/01/2012) Nos gustaría pensar que no es así, pero estoy convencido de que todos estamos expuestos, en menor o mayor medida, a ser embaucados por un hábil charlatán. ¿No lo cree? Yo creo que sí, y a las pruebas me remito.
El portugués Artur Baptista da Silva, de 61 años, es uno de esos hábiles charlatanes a los que me refiero. Su historia, que tiene todos los ingredientes para ser llevada a la gran pantalla, ha expuesto al ridículo a prestigiosos medios de comunicación, instituciones europeas y expertos en economía quienes, con su ingenuidad, han demostrado lo vulnerables que podemos ser –personas e instituciones- a los encantos de un charlatán ‘avispado’, con un mínimo de formación y buena labia.
Su historia, que puede leerse en EL PAÍS del pasado domingo, sucedió en Portugal, pero podía haber tenido lugar en Grecia, en España, o en cualquier otro país afectado por la crisis y las duras políticas de austeridad (impuestas) recomendadas por la ‘troika’ (BCE, Comisión Europea y FMI), que están asfixiando a muchos ciudadanos.
En ese terreno fértil para la demagogia, Baptista da Silva -un ex presidiario condenado por estafas varias-, armado de tan solo un puñado de tarjetas de visita, un currículum falso, un dossier sobre economía descargado de la web de la ONU, y un poco (o bastante) de desparpajo, construyó su fama de experto en economía –asesor de Naciones Unidas- y crítico autorizado de las políticas de austeridad. ¡No necesitó más...!
 |
|
Artur Baptista da Silva / REINALDO RODRIGUES (GLOBAL IMAGES) |
Nos cuenta EL PAÍS:
“...el 4 de diciembre alcanzaba la cumbre de un conferenciante profesional lisboeta al impartir, durante una cena, una solemne charla en el exclusivo y elitista Grémio Literário titulada La crisis europea. ‘La utopía de la UE y la pesadilla del euro. ¿Qué salida digna le queda a Portugal?’.Se presentaba como doctor en Economía Social por la Milton Wisconsin University, universidad que no existe desde 1983. La cena costaba treinta euros por asistente. Como acostumbraba, acertó a decir lo que los oyentes querían oír sobre una economía gripada que estrangula a Portugal, y recibió una cerrada ovación al terminar, con algunos de los comensales puestos en pie.
De ahí a escalar a los medios de comunicación había un paso...”.
He destacado en negrita lo que creo es la clave del éxito de cualquier charlatán: “acertó a decir lo que los oyentes querían oír”. ¡Esa es la razón por la que –creo- cualquiera de nosotros, en un momento dado, podemos encontrarnos emocionalmente inermes ante los encantos de un hábil charlatán! Porque de un charlatán no nos protege la inteligencia, sino la honestidad. La honestidad para con nosotros mismos. Y, a veces, cuando la verdad nos resulta dolorosa y difícil de aceptar, la tentación de “escapar”... de “negar” esa realidad, de “engañarnos” a nosotros mismos, es particularmente fuerte.
LOS MÁS PELIGROSOS
Esto resulta especialmente grave en el caso de los “charlatanes” religiosos, ante los cuales, muchas veces, los creyentes en apuros se hallan especialmente vulnerables. La Biblia nos advierte de forma enfática y reiterada acerca de ellos.
“Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”, dijo Jesús. [1]
“Pero vosotros, amados míos, recordad lo que predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. “En los últimos tiempos —os advertían— surgirán embaucadores que vivirán impíamente y al capricho de sus pasiones”. ¡Ahí los tenéis! Son los sembradores de discordias, los que viven sensualmente y están privados del Espíritu. [2]
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.”, advierte el apóstol Juan. [3]
Sin embargo, la realidad es que éstos se meten en medio de nuestros “rebaños” con muchas más facilidades de las que nos gustaría admitir, aprovechando la brecha abierta entre la ingenuidad de algunas “ovejas” y la falta de autoridad o carácter de algunos pastores, para defender el redil.
¡Probad los espíritus! No es una recomendación menor para tener en cuenta muy de vez en cuándo, como algo muy “excepcional” ya que, “¡MUCHOS falsos profetas, han salido por el mundo!”.
CUANDO LA REALIDAD SUPERA LA FICCIÓN
 |
|
Portada de "El Charlatán", protagonizada por Steve Martin |
Recuerdo lo mal que me sentí cuando, hace unos años, vi la película “El charlatán” (Leap of faith), protagonizada por el popular comediante Steve Martin (“El padre de la novia”). Una parodia perfecta de un embustero que se hacía pasar por predicador itinerante y milagrero, ofreciendo sanidades y bendiciones a cambio de dinero.
En aquella época, no supe si estaba más indignado con el personaje, protagonizado por Martin, o con los autores de la película, que parecía estar burlándose de los predicadores del evangelio...
Con el tiempo, he sido testigo del daño irreparable que estos charlatanes han hecho a la fe de muchos buenos creyentes que, bien por ingenuidad, bien por no ser verdaderamente honestos consigo mismos, cayeron en sus redes. Hoy, muchos de estos, que un día fueron “abusados espiritualmente” por el charlatán de turno, yacen amargados, humillados y hundidos en la fría y dura cuneta del escepticismo.
Tal vez convenga recordar que “probar los espíritus”, es perfectamente compatible con creer en un Dios que hace milagros y que da dones espirituales a los hombres y mujeres para la edificación de la Iglesia.
No se trata de ser incrédulos, sino astutos y responsables.
Autor: Jorge Fernández
© 2013. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.
| Otros Artículos de Jorge Fernández |
|---|
