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Los nuevos abuelos III: El síndrome del abuelo esclavo
(JONATÁN POZO, 02/01/2012)
El papel que muchos abuelos están asumiendo logra una dinámica familiar muy positiva y enriquecedora. Sin embargo, no debemos pasar por alto las dificultades y riesgos, pues conocer es el primer paso para resolver. Vamos adelante con el último artículo de esta serie.
Un abuelo que cuida de su nieto se está involucrando en la educación de una generación a la que no pertenece y proyectando valores al futuro. Esto representa un gran número de desafíos y oportunidades. Pero también supone ciertas dificultades a la hora de establecer límites, porque normalmente los abuelos adoptan una actitud compasiva hacia sus nietos cuando éstos les piden algo o se portan mal.
El propio hecho de que tengan que ocupar un papel tan importante implica y pone en evidencia la ausencia de los padres. Algunos niños pueden presentar problemas emocionales y de conducta por esta situación: la ausencia de su papá o su mamá. Sobre todo en aquellas familias en las que se dan problemas de convivencia en la pareja o situaciones de ruptura de la relación. Ante estas circunstancias los abuelos tienen una responsabilidad añadida, ayudar a sus nietos a sobrellevar estas preocupaciones. Una tarea realmente complicada.
En ocasiones los abuelos se convierten en mediadores de la familia. Esto es así porque entre abuelos y nietos se establece un tipo de relación más libre, pues los abuelos no tienen la misma responsabilidad que los padres a la hora de establecer normas y límites. Es por eso que los nietos no sienten la necesidad de rebelarse contra los abuelos.
Los conflictos intergeneracionales
Los conflictos pueden aparecer cuando esta distancia generacional no se respeta, a veces porque los abuelos se ven en la necesidad de suplir a los padres. Los niños de padres que no pueden ocuparse de ellos tienen más probabilidades de presentar problemas emocionales y de conducta, tales como comportamientos rebeldes o que buscan poner a prueba los límites. Pueden sentirse preocupados por sus padres, o sentir culpa por la ruptura en el matrimonio, o miedo sobre su propio bienestar si algo les llegara a pasar a sus abuelos.
Los hijos que han de mostrar respeto hacia sus padres, más aún cuando estos son mayores, pueden convertirles en grandes colaboradores en la crianza de sus hijos, haciendo que esa labor de cuidado sea gratificante y satisfactoria para los abuelos y que no la sientan como algo impuesto.
Hay, por tanto, que poner límites y pensar un poco más en ellos. Es fundamental escucharles y para ello nada más fácil que preguntarles de manera directa cómo se sienten. Es muy recomendable visitarles sin los niños y saber en todo momento cómo se encuentran.
Para evitar los conflictos intergeneracionales todos los componentes de la familia necesitan entenderse y hacerse entender. Las relaciones entre padres e hijos se ven beneficiadas cuando los abuelos ayudan en el cuidado de los nietos, pues de esta forma se intensifica el contacto entre unos y otros.
Es necesario y muy importante que padres e hijos sanen situaciones emocionales del pasado que pueden interferir en la relación presente. Nueras y yernos tienen también la oportunidad y la necesidad de iniciar un proceso de revisión y buscar el reencuentro, la comunicación y el fortalecimiento de la relación a través de la sanidad de las emociones, cerrando heridas del pasado y proveyendo a los más pequeños un ambiente afectivo en toda la familia. Todos, en mayor o menor medida, tenemos malas experiencias o traumas vividos en el pasado, por lo que antes de pedir ayuda a los abuelos será bueno buscar la oportunidad para perdonar y restaurar relaciones. Éste es un ejercicio que requiere amor y comprensión, y la firme decisión de cambiar aquellos modelos de relación que no han funcionado bien en el pasado. Es necesario anteponer el bienestar de la familia y resolver los conflictos de la relación como un equipo en el que todos ganan o todos pierden.
El síndrome del abuelo esclavo
Los abuelos esclavos son aquellos abuelos que cuidan de sus nietos de forma sistemática, tienen excesiva responsabilidad familiar en función de sus capacidades, no tienen libertad para tomar decisiones, no disfrutan de su tiempo libre como ellos quisieran, que apenas tienen relaciones sociales, se sienten obligados a asumir demasiadas tareas y tienen miedo a quejarse por represalias familiares.
Existen situaciones extremas, que por desgracia cada vez parecen ser más frecuentes, en las que los abuelos se sienten abusados por parte de sus propios hijos y de sus nietos. Situaciones en las que se suman el cansancio físico y mental, la falta de recursos económicos, de fuerza, de tiempo para sí mismos y su propio cuidado. En ocasiones se ven sobrecargados de responsabilidades y acorralados ante la tensión que genera la ambigüedad respecto de quién debe asumir la responsabilidad última del cuidado y educación de los menores.
Ocuparse de los nietos a tiempo completo, todos los días, todo el año, cuando ellos siguen envejeciendo, mientras que los nietos siguen creciendo (y puede que vayan llegando otros nietos más), es una situación que repercute de forma negativa en la vida de los abuelos y en la calidad del vínculo familiar.
“Abuelos que cuidan a sus nietos” - Jonatán Pozo |
Autor: Jonatán Pozo
(Tomado con permiso de “Abuelos que cuidan a sus nietos”, del propio autor. Editado por el Consejo Evangélico de Madrid en colaboración con la Obra Social La Caixa. Octubre de 2011).
Noticia relacionada:
. Los abuelos se sienten 'utilizados' por sus hijos en el cuidado de los nietos (EL MUNDO, 22/11/2011)
. Taller para padres y abuelos que cuidan de sus nietos (Diaconía Madrid, 17/11/2011)
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