OPINION

¿Hechos y derechos?

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Viernes, 27 de Mayo de 2011 01:00

Escrito por Mª Soledad Arroyo Serrano

(Mª Soledad Arroyo Serrano, 27/05/2011) El tiempo pasa y seguimos siendo “Minoría entre las minorías” Y con esto nos levantamos cada día: con el “chip” en nuestros adentros de ser y querer seguir siendo nosotros mismos.

Ahora…analizados, estudiados, caracterizados y ubicados.

Evidenciando nuestra existencia por los rincones menos “alumbrados” de nuestra geografía.

Evidenciando la carencia de herramientas de Gestión que garanticen un trato regular e igualitario por parte de las Instituciones. (Así lo empiezan a reconocer y comentaba la Consejera de Justicia del Gobierno Vasco, Idoia Mendía).

Evidenciando una preexistencia a la multiculturalidad acogida en nuestro seno. (Así lo reconocen los estudios realizados).

El subdirector de Relaciones con las Confesiones, José María Contreras (izq), y el director de la Fundación Pluralismo y Convivencia (der) participaron en el acto de presentación de "Pluralidades latentes. Minorías religiosas en el País Vasco", el pasado mes de marzo

Evidenciando, en definitiva, que no es tan evidente ni la aplicación de los DDHH más básicos, cuyo origen histórico precisamente son las ideas de tolerancia y respeto a las creencias ajenas. (Así lo recuerda Pluralidades Latentes Minorías religiosas en el País Vasco en su pg.42)

Y parece que nos toca evidenciar para seguir esperando, con un supuesto Estado neutral que ni siquiera en un momento sociológico más laxo en lo religioso (así lo dibujaba José Manuel López, director de la Fundación“Pluralismo y Convivencia”), se atreve a establecer una simetría Jurídica y una igualdad de trato sin mirar el “color” de nadie, promoviendo así una convivencia realmente democrática, pacífica y desinteresada por parte de todos.

Pero con todo ello ¿qué se evidencia sobre todo? ¿Qué crece, qué se promulga, qué se contempla, a qué se le da urgencia? A lo mayoritario, poderoso, arrogante, descarado, descarnado, superficial… y más si se ejerce impunemente, sin respeto, con prepotencia y sobre todo con violencia.

Si Martin Luther King levantara la cabeza seguiría viendo “mujeres indignadas" en este “nuevo trayecto” que sigue sin permitirnos asiento. Y nos seguiría llamando a pagar el precio por “liberar” a sus (nuestros) hijos y a sus (nuestros) hermanos blancos de una muerte continua del espíritu…por el camino de la no violencia hasta el límite de nuestra capacidad de sufrir”. (MLK pg.45,53.62s)

Y con esto nos seguiremos acostando cada día, aunque se desvele el sueño. Pero nos levantaremos de nuevo, sin complejos, sin excesos, sin sobrepesos. Con esfuerzo, agudizando el ingenio, arrugándonos el seso. Reciclando y resurgiendo con lo que esté en nuestras manos, con lo que esté en nuestro pecho. Intentando ser fermento de valores tan extintos en nuestro medio, si realmente no somos un castillo de naipes (parafraseando a C.S. Lewis), mientras llegue lo perfecto, que aún está muy lejos.

Autor: Mª Soledad Arroyo Serrano, Trabajadora social y responsable de comunicación del Consejo Evangélico del Pais Vasco (Euskal Herriko Kontseilu Evangelikoa)