DECENAS DE PASTORES Y LÍDERES DETENIDOS
Represión digital y control religioso: la nueva cara de la persecución cristiana en China
Las autoridades acusan a varios de los líderes de “uso ilegal de información en Internet”, un cargo vinculado a las nuevas normativas que regulan la actividad religiosa en línea
(Pekín, 17/10/2025) La reciente detención de decenas de pastores de la Iglesia Zion, una de las comunidades cristianas más influyentes de China, refleja una nueva etapa en la estrategia de control estatal sobre la religión, ahora centrada en el espacio digital.
La operación policial, ocurrida entre el 9 y el 11 de octubre, dejó al menos treinta líderes arrestados en distintas provincias del país.
La Iglesia Zion, fundada en Pekín en 2007 por el pastor Jin Mingri, se había convertido en un referente del cristianismo urbano no registrado. Sus actividades abarcaban desde el acompañamiento familiar y la enseñanza bíblica hasta una amplia presencia en redes sociales, lo que la hacía especialmente visible en un entorno donde la libertad religiosa está severamente restringida.
Las autoridades acusan a varios de los líderes de “uso ilegal de información en Internet”, un cargo vinculado a las nuevas normativas que regulan la actividad religiosa en línea. El Código de conducta en línea para profesionales religiosos, promulgado en septiembre de 2025, exige que todo contenido religioso difundido en internet cuente con autorización estatal, lo que en la práctica criminaliza la comunicación no oficial de iglesias independientes.
Expertos en derechos humanos consideran que esta normativa es parte de una tendencia más amplia hacia el “sinicismo religioso”, una política que busca alinear la fe cristiana con la ideología del Partido Comunista. “El objetivo no es solo restringir el culto, sino redefinir el mensaje religioso bajo parámetros de lealtad política”, explica un analista consultado por Puertas Abiertas, organización que monitorea la persecución cristiana a nivel mundial.
Los ataques no se limitan a la Iglesia Zion. El pasado 12 de octubre, la iglesia Reformada de Xuncheng, en Taiyuan, fue irrumpida durante un culto por fuerzas de seguridad. Su pastor, An Yankui, y varios miembros fueron arrestados. Incidentes similares se han multiplicado en los últimos meses, lo que sugiere una coordinación nacional para neutralizar a las comunidades no registradas.
Según observadores, esta ofensiva no solo busca controlar el discurso religioso, sino prevenir la organización autónoma de comunidades de fe, percibidas como posibles focos de resistencia cívica.
Aun así, los creyentes chinos mantienen su determinación. El economista cristiano Zhao Xiao calificó la situación actual como “una noche oscura”, pero advirtió que “la noche no es eterna; el día se acerca”. Su mensaje refleja una convicción compartida por muchos cristianos chinos: la fe puede resistir incluso bajo el control más estricto.
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Fuente: Puertas Abiertas / Redacción: Actualidad Evangélica
