EEUU / POLÍTICA MIGRATORIA
La detención por parte del ICE de un pastor evangélico hondureño con 24 años de residencia en EEUU causa una ola de indignación e incertidumbre
Para muchos, la pregunta que queda en el aire es: si incluso un pastor sin antecedentes, con familia y vida estable, puede ser detenido sin aviso, ¿quién está a salvo?

(Easton, Maryland, 31/07/2025) La reciente detención del pastor evangélico Daniel Omar Fuentes Espinal (54), de origen hondureño, padre de tres hijos y residente en EEUU desde hace 24 años, ha generado una fuerte ola de críticas hacia el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El operativo se suma a una creciente serie de detenciones consideradas arbitrarias, incluso por parte de comunidades cristianas que históricamente han defendido políticas migratorias más humanas.
Detenido sin antecedentes y con arraigo comunitario
Fuentes Espinal fue arrestado el 21 de julio en Easton, Maryland, mientras se dirigía a su trabajo en la construcción. Agentes de ICE lo interceptaron sin orden judicial ni justificación aparente. A pesar de no tener antecedentes penales y de su rol activo como pastor voluntario en la Iglesia del Nazareno “Jesús te ama”, fue trasladado a un centro de detención en Luisiana. Su única infracción: haber permanecido en el país tras la expiración de una visa en 2001.
Un patrón nacional de detenciones sin base penal
Este caso no es aislado. Las autoridades federales informaron recientemente la detención de más de 1.600 personas en el área de Los Ángeles, entre el 6 y el 22 de junio. Algunas fueron enviadas a un centro de detención abarrotado en el centro de la ciudad. En varios incidentes, agentes de ICE incluso realizaron arrestos dentro de iglesias, desatando alarma en comunidades de fe. Lo más grave: la mayoría no tenía antecedentes penales, y algunas de las personas detenidas eran ciudadanos estadounidenses o tenían casos de asilo pendientes.
¿Dónde queda la vía hacia la ciudadanía?
Según datos recogidos por Christianity Today, la mayoría de los evangélicos estadounidenses apoya la creación de una vía para que inmigrantes indocumentados obtengan la ciudadanía. Este apoyo está condicionado al cumplimiento de ciertos requisitos legales, pero revela una postura general de compasión y acogida, coherente con principios bíblicos de hospitalidad.
No obstante, casos como el del pastor Fuentes Espinal muestran lo difícil que resulta, en la práctica, acceder a esa vía. La escasez de abogados especializados, los largos retrasos en los procesos judiciales, y la opacidad de las detenciones, muchas de ellas guiadas por perfilamientos raciales, hacen que la regularización migratoria sea casi imposible para miles de personas con décadas de arraigo en el país.
Comunidad en pie y contradicción moral
La iglesia local de Fuentes Espinal ha recaudado más de 11.000 dólares para cubrir su defensa legal. Legisladores como Sarah Elfreth y Glenn Ivey han pedido su liberación inmediata. Pero el trasfondo del caso va más allá: muestra la fractura entre los valores proclamados por muchas comunidades cristianas y la práctica institucional de una política migratoria que criminaliza la pobreza, la fe, y el origen étnico.
Para muchos, la pregunta que queda en el aire es: si incluso un pastor sin antecedentes, con familia y vida estable, puede ser detenido sin aviso, ¿quién está a salvo?
Fuente: Christianity Today, Mundo Cristiano, otras / Redacción: Actualidad Evangélica
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