OPINIÓN / por JUAN MANUEL QUERO
Los evangélicos o protestantes ¿son de derechas o de izquierdas?
"Los mismos evangélicos o protestantes no siempre están de acuerdo con los que apoyan unos u otros, dadas las complejidades que pueden aportar los proyectos de los candidatos. ..."
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(JUAN MANUEL QUERO, 29/11/2024) | Este tema parece plantearse fuera de contexto de la realidad del pueblo evangélico, ya que los cristianos evangélicos o protestantes no se manifiestan conjuntamente, identificándose con un partido o enfatizando una tendencia u otra. No obstante, se hace necesaria esta reflexión, ya que muchos suelen identificar a los protestantes con una línea u otra.
En algunos países, como en EEUU, podemos encontrar una especie de lobby integrado o apoyado por un grupo de iglesias que pueden respaldar un línea derechista o más fundamentalista en las políticas sociales. Es por ello que podremos ver a presidentes republicanos (en EEUU más hacia el ala de la derecha), siendo apoyados por multitud de iglesias evangélicas; por lo que finalmente se puede llegar a la simpleza, concluyendo que los evangélicos de este lugar son de derechas; por ende, que todos los evangélicos son de este extremo o tendencia.
Pero, este planteamiento es mucho más complejo. El pueblo evangélico en general no está de acuerdo con el crimen que se comete constantemente contra los más desfavorecidos. Los protestantes rechazan todo tipo de discriminación por raza o por cualquier otro motivo, sea sexual, étnico, económico o de prestigio o estatus social. Creen que hay que defender la vida, identificándose como un movimiento provida; ya que Jesús llama a compartir vida, y a tener victoria sobre la muerte, como término de eternidad, pero que deja principios también para lo temporal. Los evangélicos están a favor de la familia como estamento de equilibrio y de cimentación social, pero la ambigüedad se puede dar cuando hay que apoyar o no a un partido político, que parece defender líneas de acción acorde al Evangelio, que es la brújula que guía a la acción y a los planteamientos de las iglesias cristianas evangélicas. Es así, poniendo como ejemplo a EEUU, que en las elecciones del 2024 Donald Trump fue elegido como Presidente de EEUU y, cómo no, buscó también los votos del pueblo evangélico de su país.
El planteamiento o discurso de Trump como candidato a la presidencia es que él evitaría asesinar a los bebés que aún no habían nacido, y cerrar las puertas a los delincuentes que vienen de otros países, además de evitar que se formen familias con matrimonios transgénero. Este mensaje se pondría en contraste con los aspectos negativos de la candidata demócrata (con políticas más de izquierdas); argumentando que esta defendería la muerte de futuros bebés y la apertura de las puertas fronterizas a personas no deseables. Su mensaje para conseguir los apoyos de los evangélicos se pudo ver, en las palabras que pronunció en una Iglesia Bautista en Dallas, tal como se argumenta en un periódico estadounidense: «“Muchas personas me han dicho que Dios salvó mi vida por una razón”, dijo Trump en su discurso de victoria, refiriéndose a las afirmaciones generalizadas entre simpatizantes evangélicos de que recibió una protección divina milagrosa en el intento de asesinato casi fatal en Butler, Pensilvania, el 13 de julio. “Y esa razón fue salvar a nuestro país y restaurar la grandeza de Estados Unidos”»[1].
Por todo ello, los medios de comunicación, y la opinión pública podrían posicionar al pueblo evangélico identificándolo con los partidos de la derecha.
Sin embargo, en un tiempo anterior, muchos evangélicos serían los que estarían muy cerca del presidente Obama, el cual representaba políticas muy opuestas a las de Trump. En este caso, cuando fue elegido Barak Obama 44.º presidente de los Estados Unidos, desde el 20 de enero de 2009 hasta el 20 de enero de 2017, se argumentó el cambio del sistema migratorio, siendo apoyado también por muchos evangélicos. Una presidencia dilatada que se inició con las lágrimas emotivas de muchos negros, pero también blancos que lucharon por un mundo, donde el color de la piel no marcará ninguna diferencia de poder, recordándonos incluso al pastor bautista Martin Luther King, un activista con el que podrían identificarse políticos de diferentes partidos, lo que no significa que se identifiquen todos los presidentes o miembros de diferentes ideologías, que es algo muchas veces diferente.
La ambivalencia en EEUU no es algo único, ya que su existencia se percibe en todos los países donde existe una democracia y la posibilidad de elección libre con partidos de diferentes líneas. Sigamos el relato que se expone aquí, con el ejemplo a EEUU, ya que es uno de los países que comprende el mayor número de evangélicos en el mundo. Estos, pueden inclinarse por una ideología u otra, según los proyectos y circunstancias. Se supone que para una votación u otra han de primar los valores y los principios que son más favorables para la sociedad, dirimiendo lo que puede ser más aconsejable según marca el Evangelio.
Los mismos evangélicos o protestantes no siempre están de acuerdo con los que apoyan unos u otros, dadas las complejidades que pueden aportar los proyectos de los candidatos. Muchas veces puede ser incluso sorpresivo que algunos presidentes de reputación muy deleznable, puedan salir elegidos con apoyo de evangélicos, aunque estos no representen a todos. En el caso de Trump, el pastor de la Primera Iglesia Bautista de Dallas, Robert Jeffress dijo lo siguiente: «La gente apoya al presidente Trump no por su religiosidad sino por sus políticas».[2] Hay que insistir que aunque algunos parezcan hablar en nombre de los evangélicos, en realidad no pueden representarlos, y siempre podrán hacerlo en tanto en cuanto algunos le hayan dado voz para ello; pero representarán solamente a estos últimos y no a todos los creyentes.
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«Moneda de una peseta del franquismo» |
En España, lugar desde donde se escriben estas líneas, los evangélicos o protestantes siempre fueron identificados con una política más de izquierdas. Todo esto tiene que ver igualmente con el contexto histórico, político y sociológico. España, tierra de los Reyes Católicos, donde la Iglesia Católica estaría muy unida a las políticas venideras, con vaivenes y contenciones importantes, llegaría a una Historia Contemporánea muy propia donde la dictadura autárquica de Francisco Franco surcaría con profundidad durante 40 años, y sobre ese suelo se forjaría una democracia como la de hoy con el tinte de lo vivido durante tanto tiempo. Entre las «listas negras» del franquismo, donde constaban los comunistas, también estaban los protestantes. Ser evangélico estaba perseguido de diferentes maneras, hasta que se llegara a una tolerancia. Franco, como se haría saber por activa o por pasiva, era «caudillo de España por la gracia de Dios», tal como se acuñaba también en las monedas, como se observa en la imagen de una peseta; pero también constaba así en otros muchos emblemas. Pero a esa «gracia» eran contrarios los protestantes o evangélicos.
En otros países, en las que las dictaduras también se dieron, ocurría lo mismo, aunque cuando se trataba de dictaduras de izquierdas a los evangélicos se les podría tachar más de derechas. No obstante, hay que declarar que los evangélicos en conciencia pueden tener una línea política de un signo u otro, pero que siempre procuran que se pueda llevar a cabo aquello que está de acuerdo con los principios bíblicos, de libertad religiosa y de expresión; de ayuda al prójimo; de trato justo y equitativo para todos; y de todo lo que fomente la paz.
La misma Reforma Protestante del siglo XVI dejaría patente los principios bíblicos de separación de Iglesia y de Estado, de dar a Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios; y hay que entender la diferencia de ambas cosas. Es por ello que las congregaciones evangélicas no suelen fomentar la votación a un partido o a otro, entendiendo que esto es una decisión personal que no se debe institucionalizar, y menos monopolizar por líderes concretos que se aprovechen de su autoridad para inducir tales decisiones. Ahora bien, esto no es óbice para que tanto las iglesias evangélicas como sus pastores o líderes animen a votar en conciencia a aquellos que ofrezcan proyectos que fomenten dichos valores mencionados anteriormente. En España, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), así como la Alianza Evangélica Española (AEE), harán comunicados al respecto de esto, recordando la importancia de que exista una reflexión y madurez entre los creyentes para tomar decisiones, pero manteniendo la neutralidad institucional.[3]
La Posmodernidad, en la que se relativiza todo según los intereses personales, y la posverdad que afecta poderosamente, es muy útil para aquellos que se colocan en lugares que no deben. Hoy, más que nunca, se hace muy necesaria la madurez y la reflexión personal. Muchas personas tienden a delegar esta responsabilidad en terceros que están dispuestos a aprovecharse de ello. Pueden ser muchos los abogados, politólogos o juristas que muchas veces podrían dirigir la fe de unos y otros a intereses soterrados o poco claros, pero la fe evangélica no es el criterio de una tradición o institución, sino la expresión consecuente a una relación con Dios alimentada por la Biblia y conforme a las necesidades existentes.
Esta posverdad, que se quiere presentar de forma muy poliédrica, con muchas caras y perspectivas, es la que invita a decir un día una cosa y otro día la contraria, considerando que son diferentes verdades y ocultando no solamente la mentira sino, lo que es más perjudicial, la dirección hacia objetivos que no son los deseados. Por todo ello los evangélicos siguen teniendo la Biblia como regla de fe y conducta para que, guiados por estos principios evangélicos, no sean llevados por una posverdad o influencia que socaven las decisiones más importantes en la vida: «Lampara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino» (Salmo 119:105).
*** Notas:
[1] Peter Smith (Associated Press). «Votantes evangélicos blancos apoyan firmemente la presidencia de Donald Trump». En: Los Ángeles Times. EEUU, 8 de noviembre de 2024. [Consultada el 11 de noviembre de 2024].
[2] Ibídem.
[3] Cf. «Participación de Ministros de Culto Evangélicos en Mítines Políticos». Comunicado de FEREDE del 27 de marzo del 2023. «Declaración acerca de la participación política de los fieles evangélicos». Declaración de FEREDE del 17 de abril de 2019.
Autor: Juan Manuel Quero Moreno
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